Todo lo que debe saber sobre el tranvía de Cuenca y por qué no funciona

Los cuencanos ya perdieron la cuenta de las veces que les han anunciado una fecha para el funcionamiento del tranvía...

El 12 de diciembre de 2013, desde un vagón demostrativo traído de Francia e instalado en la plazoleta El Otorongo junto al río Tomebamba, el entonces alcalde Paúl Granda lanzó la primera promesa: “en dos años tendremos el sistema en pleno funcionamiento”. En esas mismas fechas iniciaron las obras.

Era la época previa a una campaña electoral que Granda perdió.

Cinco años y dos meses después (febrero de 2019) las obras civiles apenas concluían.

Otra vez era el periodo previo a la campaña electoral y otra vez el alcalde, esta vez Marcelo Cabrera, buscaba la reelección.

Ahora sí, ya llegó

Cabrera aseguraba que “el tranvía ya llegó”. Aunque no se habían definido ni la tarifa ni el sistema de integración y el Municipio ni siquiera había recibido formalmente las obras. 

Para demostrar la 'llegada', la Alcaldía inició una etapa que bautizó como “el inicio de operaciones con formación de pasajeros”. Pero un mes después los trenes se detuvieron y ya no volvieron a salir a la calle.

La historia se repitió. El alcalde Cabrera perdió su reelección y sorpresivamente ganó un empresario que se estrenaba en política: Pedro Palacios.

Palacios es el tercer alcalde que asume el proyecto más grande y costoso que ha tenido Cuenca, ofreciendo que “el tranvía va porque va” y fijando una nueva fecha: los primeros días del segundo semestre de 2020.

Inicialmente la ejecución y puesta en marcha del tranvía debía costar USD 232 millones, pero con los ajustes, contratos complementarios y demás podría terminar costando un poco más de USD 295 millones.

PRIMICIAS explica las cuatro claves para entender por qué una obra que debía tomar dos años en su puesta en marcha lleva seis años y tres meses en proceso y aún no se ha materializado.

1. ¿Por qué se retrasó la operación prevista para marzo de 2019?

Cuando Pedro Palacios asumió la Alcaldía de Cuenca se encontró con algunos pendientes que debía resolver para que el tranvía pudiera funcionar. Los más importantes eran:

• La recepción de los contratos.
• La capacitación de los conductores.
• La contratación del mantenimiento.
• La integración de los sistemas de transporte.
• La definición de la tarifa. 

La mayoría han sido resueltos en estos meses, asegura Carolina Ormaza, directora de la Unidad Ejecutora del Tranvía. Como la recepción de los contratos, que tardó cerca de 10 meses porque había temas que los contratistas debían resolver antes de entregar las obras al Municipio. 

Pero hay dos pendientes que llevan años de discusión y hasta ahora no encuentran una resolución definitiva: la integración y la tarifa.  

2. Negociaciones para la integración de los sistemas

Desde el 30 de enero de 2020 se desarrollan mesas técnicas de trabajo que reúnen a funcionarios municipales y representantes de la Cámara de Transporte Urbano para definir la integración de los sistemas. Pero el diálogo no es fácil. 

Desde la administración anterior, los transportistas impusieron sus condiciones:

• Una propuesta de integración que no les afecte económicamente.
• El uso de una sola tarjeta para el pago del pasaje.
• Que el Municipio cubra los subsidios ofrecidos. 

A mediados de febrero hubo en desacuerdo por la aprobación de las reformas a la ordenanza que regula la operación del tranvía y por las deudas que tiene la Municipalidad con los transportistas.

Les debe cerca USD 1,8 millones de dólares, indicó el presidente del gremio, Manolo Solís. 

En Cuenca, los transportistas reciben dos compensaciones: una por el medio pasaje (que pagan estudiantes y personas de la tercera edad), además de un centavo por viaje, para que todos los usuarios paguen USD 0,30 y no USD 0,31.

3. ¿Cómo se integrará el tranvía a la movilidad de los cuencanos?

Según la propuesta con la que nació el tranvía, su función debe ser la de una línea tipo troncal, que conecte al norte con el sur de la ciudad. Las líneas de bus que tienen recorridos extensos deben convertirse en alimentadoras o redistribuirse en las zonas donde el transporte público es escaso. 

Pero la integración con la que arrancará el tranvía no será completa. Tendrá apenas dos líneas de alimentación, que conectarán a la población de las parroquias Baños (en el sur) y Ricaurte (en el norte) con el tranvía.

Los demás sectores de la ciudad deberán esperar. Para el alcalde, lo importante ahora es iniciar la operación del tranvía. No existe un cronograma o una planificación para la integración de las demás líneas. 

4. ¿Qué pasa con la tarifa?

El otro punto que se discute en estas mesas es el pasaje y el método de pago. La tarifa será diferenciada, es decir, habrá una para los buses urbanos y otra para el tranvía. En el primer caso, el valor actual es 31 centavos y en el segundo, el valor todavía está en discusión.

La tarifa técnica está calculada en USD 0,82, aunque el alcalde Palacios afirma que ese valor no será el que paguen los usuarios, sino que se prevé un esquema variable.

Palacios ofreció que la tarifa estará aprobada en el primer trimestre de este año, pero se la llevará a discusión del Concejo Cantonal cuando haya un consenso con los transportistas y los concejales. 

El tranvía en números

• USD 18 millones es el presupuesto aprobado para la Unidad Ejecutora del Tranvía para 2020. El 53% de ese valor se destina a la operación.
• USD 2,8 millones es el ingreso previsto por la operación comercial del tranvía en el segundo semestre de 2020. Esto incluye pasajes y venta de espacios publicitarios.
• La Unidad Ejecutora prevé que en esos seis meses de operación se movilicen 7,5 millones de pasajeros. 
• Hay un tema legal que aún debe resolverse: la demanda que interpuso el Consorcio Cuatro Ríos de Cuenca, debido a la terminación unilateral del contrato por parte del Municipio de Cuenca.