Cientos de curiosos entraron por turnos a las estaciones de Metro
Desde el 21 de diciembre de 2022, el Metro de Quito abrió las puertas de las estaciones a los ciudadanos para que conocieran y se informaran de cómo va a funcionar el sistema de transporte.
La gente hacía filas para ingresar a conocer las estaciones.
Emerson Rubio / PRIMICIAS
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Eran las 10:40. Faltaban 20 minutos para que las puertas de la estación Universidad Central, del Metro de Quito, se abrieran, pero la gente ya esperaba ansiosa para conocer, por primera vez, el interior del sistema de transporte.
No había nada que los ahuyentara: ni el solazo -bajo los 19 grados centígrados- ni la fila que se había formado. Querían ingresar. Y así lo hicieron el 21 de diciembre de 2022.
A las 11:00, como un acto protocolario, un funcionario del Metro de Quito, vestido con una chompa rojísima como el logo oficial, salió a dar instrucciones: mantengan el orden, sigan al guía educativo. ¡Adelante!
Quitó una cinta y la primera en bajar unos escalones que la llevaron a la taquilla fue Silvia Romero. "Es impactante", dijo tras recorrer una parte de la estación en compañía del guía Frank Parra, un muchacho que recitaba de memoria todas las ventajas del sistema.
Lo seguían unos 30 hombres y mujeres. Y hasta un chihuahua dentro de una maleta. Seguro fue el primer perro que entró a esta parada. Y quizás al metro.
Algunos escuchaban atentos -otros con la boca abierta- lo que Parra detallaba: "Esta es la fase uno del proyecto: conocer las estaciones. Pasa en todo el mundo". Entretanto, los conducía hacia las entrañas del metro: a unos 20 metros de profundidad.
Fotografías e información
Al descubrirse el centro de la estación, con luces, letreros, cables, ductos de ventilación, las personas caminaban con los celulares en las manos mientras grababan todo lo que veían a su paso, como si fueran turistas asiáticos. "Mira eso". "Mira aquello". "¡Mira las gradas!".
Estaban asombrados. Parecía que iban a recibir un juguete nuevo, el mejor regalo para Navidad de 2022. Pero no. "Aún no lo pueden usar", recordó el guía. Pues los 18 trenes que constituyen el Metro de Quito funcionarán a partir del 5 de enero de 2023.
Pero dio igual. "Teníamos mucha expectativa", dijo Henry Avilés. Él aseguró que sí sabe de metros en el mundo, porque vivió 12 años en Alemania, Europa, y, sin embargo, también hizo fila para darse una vueltita por la estación de la Universidad Central.
Esta es una de las cinco paradas multimodales junto a El Labrador, Magdalena, El Recreo y Quitumbe, explicó el guía. Tienen paredes blancas. Y, además, su distinción es porque sirven de conexión con el Corredor Occidental, el Seminario Mayor y otros puntos.
Cerca de los andenes por donde pasan los coches, Silvia Romero adelantó que serán necesarias más capacitaciones para el uso del metro, ya que puede resultar confuso para quienes nunca se han subido a uno.
El guía fue muy preciso. Les repetía que deben fijarse en los letreros. Que hay trenes que van hacia el norte y otros hacia el sur. Todos decían: ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! Pero habrá que tomarles la lección una vez que empieza a rodar 'el más esperado'.
Las dudas
Sí hubo más preguntas que certezas. "¿Cómo vamos a pagar?". "¿Habrá baños?". "¿Hasta qué hora funcionará?". "¿Habrá seguridad?". "¿Qué pasa si me roban?".
El guía, con toda la paciencia y el conocimiento, respondió que el costo del pasaje será de USD 0,45. Se abrirá desde las 05:00 hasta las 23:00. Habrá un distrito policial propio. Hay cámaras por todos lados y se pueden accionar botones de seguridad.
Sobre los baños, no existirán dentro de las estaciones, dijo el guía, porque estos pueden ser un foco de violencia, acoso, otros delitos, y hasta de plagas.
Otro de los cuestionamientos de los ciudadanos era el tiempo que iba a tardar el metro en ir desde Quitumbe, en el sur, hasta El Labrador, en el norte. El guía educativo contestó: serán 34 minutos en 22 kilómetros.
Para Génesis Fuel, estudiante de la Universidad Central, es un beneficio. Ella vive en Quitumbe y llegar a la universidad le toma, en el tráfico, al menos una hora y cuarenta minutos. Con este sistema, tardará unos 20 minutos.
"El metro en la capital es increíble por la magnitud de la obra y la inteligencia arquitectónica", dijo. Y destacó que, tal como lo pintan, parece ser un lugar seguro.
Al terminar el recorrido, la gente se marchó con muchas expectativas.
Magdalena, en el sur de Quito
En el sur, en la estación Magdalena, la gente también tenía curiosidad. Jordan Medina, el guía educativo, condujo a un grupo de unas 10 personas al interior.
Virgilio Tapia, un economista de 68 años, no perdió la oportunidad de pasearse por los andenes de esta obra, cuyos trenes tendrán la capacidad de trasladar a 1.230 personas en un viaje dentro del túnel y a 38 kilómetros por hora.
"Me parece bien que primero se socialice. Han pasado varias administraciones y ya era hora de que lo inauguren", asintió el hombre, quien aseguró que el metro dinamizará la economía de la capital. Y, por supuesto, aliviará la congestión en las horas pico.
Adriana Castillo, por su parte, destacó la seguridad, la pulcritud y la política de 'Cero Acoso' con las que pretenden iniciar la operación este sistema.
El Ejido
Luego del mediodía, Micaela Olmedo aguardaba a que las personas se juntaran para ingresar a la estación de El Ejido, en el centro-norte de la ciudad. No esperó mucho, porque oficinistas, estudiantes y quienes cruzaban por allí se unieron al grupo en menos de cinco minutos.
"Esta es la única parada con entrada de luz directa", refirió la guía educativa mientras señalaba a unas claraboyas en el pasillo principal.
Ella también recitaba los beneficios del metro: hay extintores cada 500 metros, la estructura es antisísmica y puede soportar hasta un terremoto de 8,5 grados en la escala de Richter.
Y entonces soltó un dato que desconcertó a muchos. "Quienes ingresen deberán hacerlo con un código QR", sostuvo. No muchos entendían cómo funcionará, pero sí hubo cuestionamientos sobre el uso del celular. "¿Y si se me apaga?". "¿Y si no tengo celular?". "¿Y si no tengo señal?".
La guía respondió que habrá personas en las taquillas que podrán ayudarlos. Además, habló de que están pensando en sacar al público una tarjeta para el acceso al metro. Es algo que todavía se está analizando.
Al finalizar el recorrido, Héctor García y Germán Sea salieron satisfechos. "Todo está bien", dijeron con seguridad. Se tomaron las últimas fotos. Gritaron para una cámara: "El metro te conecta". Y se marcharon.
Los recorridos se realizarán desde las 11:00 hasta las 15:00, todos los días.
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