Cuenca: 10 casos de justicia por mano propia, en menos de una semana
Los actos de “justicia por mano propia” se vuelven más frecuentes en Cuenca. A las autoridades y a los dirigentes barriales les preocupa que la violencia se salga de control.
Habitantes de la calle Lamar capturan a un presunto delincuente en el centro de Cuenca, el 20 de abril de 2023.
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Con golpes, agua fría, ortiga y palos, los habitantes de Cuenca han empezado a enfrentar por su cuenta a presuntos delincuentes. Luego de la golpiza, los entregan a la Policía y les advierten que si regresan “serán quemados”.
Desde inicios de abril de 2023, los habitantes de barrios y parroquias rurales de Cuenca salieron a las calles para advertir a los delincuentes que, si son detenidos, serán castigados. Y las amenazas empezaron a cumplirse.
En la última semana, han ocurrido unos diez casos de "justicia por mano propia" en diferentes sectores de la capital azuaya.
El último caso ocurrió la noche del lunes 24 de abril. Tres sujetos, acusados de robar celulares, recibieron una golpiza de los moradores de la Avenida de las Américas y Don Bosco, en el sur de la ciudad.
Los enojados ciudadanos intentaron quemar a los sospechosos y fue necesaria la presencia de un fuerte contingente policial para evitarlo.
Horas antes, unos 100 habitantes de los cantones El Pan, Sevilla de Oro y Guachapala retuvieron un camión en el que, presuntamente, iban dos delincuentes con ganado robado.
Los moradores ataron al conductor a un poste de luz y amenazaron con quemarlo vivo para obligarlo a devolver lo robado. La Policía evitó que eso ocurra, pero los ciudadanos quemaron el camión.
El 21 de abril, comerciantes del mercado El Arenal, ubicado al noroeste de la ciudad, capturaron a un presunto ladrón, lo bañaron con agua fría y ortiga antes de entregarlo a la Policía.
Ese mismo día, moradores de la parroquia Baños quemaron la motocicleta de un presunto extorsionador. Horas antes, en otros dos sectores de Cuenca, los vecinos dieron una paliza a supuestos ladrones.
A estas acciones se suman los patrullajes que hacen los vecinos en barrios y parroquias, en los que activan sirenas y lanzan advertencias a los supuestos delincuentes.
Desconfianza en la Justicia
Estas agresiones preocupan a las autoridades y a los propios dirigentes barriales. “No estamos de acuerdo en hacer justicia por mano propia, vivimos en un estado de derecho”, dice Víctor Quito, presidente de la Federación de Barrios de Cuenca.
“Pero entendemos la desesperación de la gente cuando le roban algo que le ha costado trabajar conseguir”, añade el dirigente barrial. Él sostiene que la desconfianza en la Policía y la Justicia es la razón que ha llevado a los ciudadanos a tomar medidas drásticas.
“La gente no confía en el sistema judicial. En el mejor de los casos, el juez da medidas sustitutivas a los delincuentes”.
Víctor Quito
En una asamblea que reunió a 200 dirigentes barriales de Cuenca, ellos contaron las razones por las que ya no confían: la Policía no siempre llega a tiempo cuando hay emergencias o los sospechosos quedan en libertad y vuelven a delinquir.
Además, Quito lamenta que a Policía no tiene los equipos adecuados. Los barrios incluso hacen colectas para adecuar las Unidades de Policía Comunitarias y solventar otras necesidades que tienen los uniformados.
El gobernador del Azuay, Matías Abad, también considera que hay un problema en el sistema judicial. En varias ocasiones, ha reclamado cuando los presuntos delincuentes que son detenidos en operativos quedan en libertad.
"Todos los miembros del Estado debemos estar sintonizados contra la inseguridad, incluyendo a jueces y fiscales", sostiene.
Agresiones pueden ser un delito
La Policía del Azuay destaca que la justicia por mano propia no está permitida y que las acciones violentas en contra de los presuntos delincuentes, incluso, puede tener consecuencias para los ciudadanos.
"Las personas pueden retener a los delincuentes y ponerlos a las órdenes de la autoridad, pero no pueden agredir", sostiene Robin Camacho, coordinador de la Policía Judicial del Azuay.
"La ciudadanía no puede hacer justicia por mano propia porque eso también puede convertirse en un delito"
William Egas
William Egas, delegado de la Subzona de Policía del Azuay, pide a la población confiar en la institución y trabajar de forma coordinada.
"Si hay sospechosos, la gente debe llamar inmediatamente a la Policía Judicial o al ECU 911, para que la institución adopte el procedimiento correspondiente", dice Egas.
Para responder a los reclamos ciudadanos, la Gobernación del Azuay ha reforzado los operativos de seguridad. En las últimas dos semanas, en las calles de Cuenca se ven más policías y militares.
Los uniformados aseguran que recorren los sitios consideramos más inseguros en la capital azuaya: mercado El Arenal, Nueve de Octubre, Terminal Terrestre, Zona de Tolerancia.
Pero también hay operativos en las parroquias rurales que han alertado de la presencia de delincuentes, como Tarqui, Turi y Baños.
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