Cuenca espera aval para licitación de planta de aguas residuales
Desde 2015, Cuenca necesita una segunda planta de tratamiento de aguas residuales. Aunque cuenta con el financiamiento, la licitación lleva 19 meses detenida.
La planta de tratamiento de aguas residuales de Ucubamba, en Cuenca.
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La licitación de una nueva planta de tratamiento de aguas residuales en Cuenca lleva 19 meses en pausa. Este procesó inició en junio de 2021 y la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (Etapa), responsable del proyecto, aún no ha logrado la adjudicación.
Desde noviembre de 2021, la empresa municipal espera el aval del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que es uno de los financistas, para continuar con la adjudicación de la obra civil y la fiscalización.
La nueva planta de tratamiento de aguas residuales de Guangarcucho está presupuestada en USD 70 millones. De concretarse, este será el proyecto más costoso de Cuenca luego del tranvía, cuya inversión superó los USD 300 millones.
Las obras civiles tendrán un costo de USD 56 millones. El presupuesto incluye también la compra de los terrenos, estudios y todos los demás procesos requeridos en el proyecto.
Para la construcción de la planta, Etapa consiguió dos créditos internacionales y un aval de garantía soberana del Gobierno Central, firmado en 2019.
El 24 de enero de 2023, se cumplieron tres años de la firma del contrato de financiación con el Banco Europeo, que entregará la mitad de los recursos para el proyecto. A Etapa le queda un año más para empezar a usar el crédito, según consta en el documento.
El contrato también establece el pago de una comisión por no utilización del crédito, a partir de los seis meses desde la firma del documento. Ese pago se debe cumplir cuatro veces al año.
El otro 50% corresponde a un crédito con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). La institución ya inició los desembolsos y ha entregado cerca de USD 350.000. Esos recursos se usan para los estudios complementarios del proyecto.
Una licitación bajo la lupa
Pese a contar con el financiamiento, el proceso para la contratación no ha sido fácil. Etapa hizo la convocatoria para el proceso internacional de licitación en junio de 2021. En noviembre de ese año recibió las ofertas para la construcción civil y la fiscalización.
Pero la selección de los contratistas tuvo algunos inconvenientes. La primera comisión técnica encargada de la revisión de las ofertas emitió un informe que luego fue cuestionado por sus propios integrantes.
Etapa conformó una nueva comisión para la selección.
Eso llevó a que en el Concejo Cantonal de Cuenca se inicie un proceso de fiscalización a la licitación de la planta. Incluso, los concejales emitieron un informe sobre el tema a los organismos financiadores.
En medio de esos cuestionamientos, los procesos han avanzado, sostiene el gerente de Etapa, Rubén Benítez. “En el caso de la fiscalización existe una empresa pre-adjudicada y estamos en la fase final de evaluación de ofertas para la construcción de la obra civil”, asegura.
Benítez sostiene que la demora para la adjudicación obedece a que la fase de evaluación es un proceso complejo: “Se revisó minuciosamente los requisitos que debe cumplir cada oferente en todos los aspectos: experiencia general, experiencia específica y equipo técnico”.
Además, al tener un crédito del Banco Europeo Internacional, Etapa debe cumplir ciertas condiciones. “Se avanza únicamente cuando se cuenta con el aval del banco”, añade el gerente de la empresa.
Ahora, el temor en el Concejo Cantonal de Cuenca es que el proceso quede en suspenso y el financiamiento se pierda, como ya ocurrió en 2014.
Una necesidad postergada
Estudios de Etapa, realizados en 1999, determinaron que en 2015 Cuenca necesitaría una nueva planta de tratamiento de aguas residuales. A la actual planta, en Ucubamba, se le han hecho adecuaciones para extender su vida útil, proyectada al 2030.
Pero la nueva planta de tratamiento también es necesario para recibir las aguas servidas de los sectores que han crecido rápidamente en Cuenca, como Challuabamba, Nulti y Capulispamba.
Esta no es la primera vez que se intenta licitar la planta de Guangarcucho.
En 2014, la administración de Paúl Granda adjudicó el proyecto a una empresa internacional. El financiamiento, de USD 22 millones, provenía de un crédito del Banco del Estado.
Pero cuando Marcelo Cabrera asumió la Alcaldía, el proyecto fue suspendido porque, según los administradores de la época, la tecnología que se pensaba implementar no era la adecuada.
En ese periodo, la empresa municipal contrató nuevos estudios, que estuvieron listos en 2020 con los diseños definitivos del proyecto que ahora se prevé construir.
Si el proyecto se concreta, hay una condición que debe cumplir Etapa: la revisión de las tarifas del servicio de tratamiento de aguas residuales, previo al inicio de operaciones de la nueva planta.
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