Cuenca soporta ola de asaltos organizados en zonas residenciales
Grupos delictivos que operan con una decena de hombres armados han cometido asaltos en diferentes sectores residenciales de Cuenca. Estos hechos han despertado temor en la ciudadanía y puesto presión en las autoridades a cargo de la seguridad.
Los patrullajes policiales se incrementaron en Cuenca en junio de 2022.
Xavier Caivinagua
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Los vecinos del exclusivo barrio de Puertas del Sol, en el suroeste de Cuenca, están temerosos desde hace dos semanas. La madrugada del 9 de junio, un grupo de 15 hombres armados asaltó una vivienda, tras someter a sus propietarios y a los guardias de una urbanización privada.
Los delincuentes se llevaron un lote de joyas valorado en USD 50.000, además de dinero en efectivo y otros objetos de valor.
Génesis García trabaja en una plaza comercial, ubicada junto a esa vivienda, relaa que en los dos años que frecuenta este sector, es la primera vez que ocurre un hecho delictivo de esas proporciones, "estamos atemorizados".
La misma sensación tiene Deysi Espejo, quien trabaja en otro local de la zona. Ella cuenta que, tras el robo, los propietarios de las viviendas y los negocios empezaron a organizarse para mejorar la seguridad.
Puertas del Sol es considerado un sector seguro de Cuenca, pues se trata de una exclusiva zona residencial en la que cada urbanización, e incluso algunas viviendas particulares, tienen su propia guardianía.
Algo similar ocurre en Challuabamba, una zona de expansión en las afueras de Cuenca donde hay urbanizaciones privadas, donde ese mismo día un grupo delictivo asaltó dos locales comerciales con el uso de ametralladoras.
La población de Challuabamba ya se encontraba en alerta, pues el 31 de mayo una banda delictiva hizo explotar un cajero automático ubicado en una gasolinera y el 1 de junio 10 hombres ingresaron a una vivienda del sector y se llevaron objetos de la caja fuerte.
El primer robo bajo esta modalidad ocurrió en abril. Un grupo de 15 delincuentes ingresó a un patio de venta de vehículos y tras someter al guardia, robaron USD 15.000 en efectivo y cinco autos de alta gama, entre ellos un BMW.
Aunque las cifras de la Policía indican que los delitos en general en Azuay tienen una reducción del 2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, esta modalidad de asalto es relativamente nueva en Cuenca.
Así los admiten las autoridades de la Gobernación y del Municipio. Además, de estos atracos en lo que va del año se han cometido tres crímenes al estilo sicariato y se ha reportado un aumento de femicidios.
Bandas delictivas que operan en todo el país
El jefe de la subzona de Policía del Azuay, Walter Villarroel, explica que quienes están detrás de estos hechos “no son delincuentes típicos que aprovecha la oportunidad para delinquir”, sino bandas bien organizadas que normalmente actúan en todo el país.
“Por el modo de operar, incluso tienen influencia de delincuentes del exterior”, detalla y pone como ejemplo la modalidad de robos en cajeros con detonaciones de explosivos. En Cuenca han ocurrido cinco en lo que va del año, tres intentos y dos concretados.
Tras el último robo, la Policía capturó a la banda que se dedicaba a esta actividad. Entre los integrantes estaban personas que ya habían sido detenidas en Guayaquil y Quito por el mismo delito.
“Es algo que se va trasladando a las diferentes ciudades del país. Estos grupos también hacen sus labores de inteligencia, ven dónde actuar, planifican y ejecutan”, detalla Villarroel.
Este año la Policía ha desarticulado 13 bandas delictivas en Azuay, que se dedicaban principalmente al robo a personas, robo a domicilios y microtráfico.
La disputa por la seguridad
El tema de seguridad en Cuenca ha sido motivo de roces entre el Municipio y el Ejecutivo.
El alcalde Pedro Palacios ha reclamado reiteradamente al Gobierno Central atención a este tema, incluso lideró una marcha por la paz -calificada como política por algunos sectores-, con la que buscó llamar la atención del presidente Guillermo Lasso.
Ante los cuestionamientos del alcalde, el gobernador del Azuay, Matías Abad, le recordó que los municipios son corresponsables en seguridad. Incluso, mencionó que los gobiernos locales que cobran la tasa de seguridad, como Cuenca, tienen más responsabilidades.
Pero los últimos hechos delictivos lograron que las autoridades y diferentes sectores de la sociedad se sienten para hablar de la seguridad.
El 10 de junio, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, llegó a Cuenca y se reunió con alcaldes del Azuay, concejales, asambleístas, rectores de las universidades, representantes de la Fiscalía, Judicatura, del sector productivo y líderes barriales.
De esa reunión salió la hoja de ruta para trabajar en la seguridad de la provincia, asegura el gobernador: “A partir de este encuentro se harán mesas técnicas de trabajo, para ir aterrizando las propuestas específicas”.
Aunque existen compromisos del Gobierno y del Municipio local, todavía no hay un plan integral que incluya esas propuestas y acciones concretas. El Gobernador admite que una de las metas es “construir un programa de seguridad integral entre todos”.
Tampoco hay un calendario fijado para las mesas técnicas, que por el momento están en espera por el paro nacional.
Ciudadanos esperan acciones
Representantes de diferentes sectores ciudadanos esperan acciones concretas y cuestionan el manejo político de la seguridad.
Víctor Quito, presidente de la Federación de Barrios de Cuenca, expresa que, aunque cada institución tiene sus competencias definidas, “debemos unirnos y dejar de decir esto no es mío”.
Añade que los barrios no están exentos de esas responsabilidades y que también pueden aportar a mejorar la seguridad. Según el Consejo de Seguridad Ciudadana, en los barrios de Cuenca que están más organizados ocurren menos delitos.
Para Jaime Moreno, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cuenca, “en este tema no podemos empezar a tener discursos políticos, es un tema que debe convocar a todos los actores”.
El dirigente recuerda que en el 2019 ya hubo una asamblea ciudadana por la seguridad en la que se plantearon ideas para saber qué necesitaba Cuenca. Asegura que en la ciudad no hay instituciones que son fundamentales para la lucha y prevención del delito.
“Cuenca no tiene una dirección de investigación de delitos de la propiedad o una unidad de inteligencia antidelincuencial. Entonces, por más presencia de efectivos que podamos tener, no vamos a poder hacer el trabajo de manera adecuada”, sostiene.
Los ofrecimientos que no se concretan
Mientras el Gobierno ofrece incorporar 500 policías a los 1.900 existentes en Azuay, instalar una base aérea para el servicio del aeropolicial y asignar los recursos que corresponden a seguridad, el Municipio tiene un plan de cuatro ejes:
- Fortalecer la prevención.
- Dar apoyo logístico y operativo a la Policía Nacional.
- Una reforma a la estructura orgánica de la Ley en materia de seguridad.
- Combate de las desigualdades sociales.
Los dos primeros son competencia directa del gobierno local, pero los dos últimos dependen de otras instancias. Froilán Salinas, director del Consejo de Seguridad Ciudadana, considera que es necesario el trabajo articulado con las demás instituciones del Estado para desarrollar estos ejes.
Salinas dice que las estadísticas muestran en qué temas se puede trabajar para prevenir los delitos. Por ejemplo, el 40% de los crímenes que ocurren en Azuay son por violencia intrafamiliar o consumo de alcohol, según los datos de la Policía.
El director del Consejo de Seguridad explica que en Cuenca es necesario un trabajo fuerte para prevenir la violencia intrafamiliar, que es el delito con mayor prevalencia de los últimos tres años.
Actualmente, el Municipio de Cuenca está en proceso de adquirir, con recursos que provienen de la tasa de seguridad ciudadana, cámaras de seguridad para el ECU-911, motos y camionetas para la Policía.
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