Cuenca duplicó el número de contagios en un mes de desconfinamiento
Cuenca tardó un mes exacto en duplicar el número de casos de Covid-19 que se reportaron oficialmente durante los tres primeros meses de confinamiento. El 25 de mayo de 2020, las autoridades sanitarias reportaron 681 casos, mientras que el 25 de junio la cifra fue de 1.362 casos.
Área donde de atiende a pacientes con Covid-19 en el hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca, el 29 de junio de 2020.
Coordinación Zonal 6 Ministerio de Salud
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Ese 25 de mayo coincide con el día en que la capital azuaya cambio el semáforo epidemiológico a amarillo y flexibilizó las restricciones.
Los reportes diarios de contagios indican que Cuenca aún no alcanza su pico, pues el 29 de junio fue el de mayor número de casos confirmados en un solo día desde el inicio de la pandemia, con 74 contagios.
El 3 de julio Cuenca reportó 1.656 casos positivos de Covid-19 con 109 personas hospitalizadas, mientras que Azuay ha reportado oficialmente 65 muertes por esta enfermedad, la mayoría en Cuenca.
Estos números tienen al sistema sanitario de la ciudad trabajando a tope, con el agravante de que los hospitales Vicente Corral Moscoso, del Ministerio de Salud, y José Carrasco Arteaga, del IESS, son regionales y reciben a pacientes graves de Cañar y Morona Santiago.
En el último mes también se duplicó la ocupación hospitalaria. Con el semáforo en rojo, el Ministerio de Salud reportaba un promedio de 40 a 45 pacientes diarios en los hospitales Vicente Corral Moscoso y José Arteaga, actualmente el promedio es 90.
Un médico del hospital José Carrasco Arteaga, quien solicitó el anonimato porque el personal de salud no está autorizado a dar declaraciones, contó a PRIMICIAS que las últimas semanas han sido extenuantes: trabajan en turnos rotativos de 24 horas y las unidades de cuidados intensivos están ocupadas al 95 o el 100%, "tenemos temor de pronto no poder atender a más pacientes".
El médico cuenta que el personal que atiende a pacientes regulares vive una situación similar, porque las emergencias se han incrementado desde que la ciudad asumió el semáforo amarillo.
Relata que además el malestar por la falta de insumos persiste.
"Nos dan una mascarilla para 15 días, por lo que debemos comprarlas nosotros para protegernos mejor".
Los gerentes de los dos hospitales centinela admiten que funcionan al máximo de su capacidad. Las dos casas de salud cuentan con 220 camas de hospitalización y 44 unidades de cuidados intensivos para el tratamiento de la Covid-19.
Para generar esa capacidad, los hospitales trasladaron la mayor parte de sus atenciones a otros espacios. El Vicente Corral Moscoso deriva a los pacientes a otras casas de salud con las que firmó convenios y el José Carrasco Arteaga atiende ocho especialidades en un nuevo local.
Expertos consultados por PRIMICIAS coinciden en que la rápida propagación del coronavirus en Cuenca en el último mes tiene tres explicaciones: el incremento de la movilidad, la disminución de las restricciones y el relajamiento de la población.
Antes de asumir oficialmente el color amarillo, la ciudad ya tenía una dinámica más activa que cuando inició la cuarentena. A mediados de mayo, el tráfico vehicular se incrementó, había aglomeraciones en los mercados y puestos improvisados en las veredas de diferentes sectores.
Con el semáforo aún en rojo, el COE nacional aprobó la reactivación progresiva de los sectores industrial y comercial. Cuando el COE cantonal oficializó el color amarillo del semáforo epidemiológico, esas reglas ya funcionaban de facto en la ciudad.
Desde el inicio del sistema de semaforización la movilidad se ha recuperado mucho más rápido, según un análisis efectuado por el investigador Daniel Orellana, experto en Geoinformación.
Al inicio del confinamiento, la movilidad en Azuay disminuyó en un 80%. Pero en los últimos días esa reducción alcanza apenas un 37% en relación al promedio previo a la emergencia sanitaria.
Según este análisis, los lugares donde más se ha incrementado la movilidad desde el cambio de semáforo son los supermercados y farmacias; los espacios de trabajo; los almacenes y sitios de recreación, que son precisamente los lugares que se han convertido en focos de contagio.
Ese aumento de la movilidad es uno de los mecanismos que hace que la propagación del virus sea rápida, recuerda Andrés Guncay, coordinador de Vigilancia Epidemiológica de la zonal 6 de Salud.
Añade que los cuencanos llegaron al semáforo amarillo con una sensación de que todo está pasando y mejorando.
Ese relajamiento se pudo ver los días siguientes al cambio de semáforo: hubo aglomeraciones en el tranvía (que da un servicio gratuito en modo prueba), aumentaron las reuniones familiares y de amigos, la presencia de libadores en los espacios públicos, gente practicando deportes grupales, incluso fiestas, resume el intendente de Policía, Jorge Cabrera.
"El incremento de los casos era previsible", dice epidemióloga
Aunque las autoridades de salud aseguran que la causa del crecimiento acelerado de contagios en Cuenca es la indisciplina ciudadana, la epidemióloga cuencana Andrea Gómez sostiene que el incremento de casos era previsible.
“Las medidas aplicadas en Ecuador para controlar la pandemia son deficientes y el cambio de semáforo no se ha tomado bajo criterios epidemiológicos”.
Gómez explica que a la par de flexibilizar las medidas restrictivas, el país debía mejorar su respuesta a la pandemia: aumentar la capacidad de diagnóstico y el número de pruebas, efectuar un aislamiento efectivo del virus, fortalecer el sistema de salud y mantener una campaña de comunicación masiva.
En Cuenca se han aplicado aproximadamente 13.000 pruebas PCR, lo que equivale al 1,5 % de una población de aproximadamente 700.000 habitantes. Además, 14.000 pruebas rápidas. La experta asegura que ese es uno de los principales problemas: “Sin un testeo masivo no se puede aislar efectivamente al virus”.
Científicos difieren con la flexibilización
Cuenca recibió en ese contexto las nuevas reglas del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, emitidas esta semana.
La decisión preocupa a la comunidad científica y académica de la ciudad, que difundió una carta abierta dirigida al alcalde Pedro Palacios, al prefecto Yaku Pérez y al Secretario del COE Nacional, Rommel Ulises Salazar, firmada por 328 académicos locales.
Los profesionales piden una acción inmediata de las autoridades “para evitar el desencadenamiento de un escenario inmanejable de casos graves y muertes” y recomiendan una serie de acciones que se pueden aplicar.
Loja triplicó los contagios desde que pasó a amarillo
La pandemia en Loja tiene un desarrollo parecida a lo que pasa ahora en Cuenca y lo que ya vimos en Quito, explica la epidemióloga Andrea Gómez. El incremento de casos en esta ciudad también se aceleró desde que cambió a semáforo amarillo, el 21 de mayo.
Hasta ese día, Loja había reportado oficialmente 258 casos. Un mes después, ese número se duplicó hasta 539. Mientras que hasta el 3 de julio, el Ministerio de Salud reportó 858 casos positivos de Covid-19, más del triple del primer día en semáforo amarillo.
El Hospital Isidro Ayora de esa ciudad implementó un plan de contingencia para responder al incremento de emergencias respiratorias, que en la última semana de junio saturó el sistema de salud.
Esta situación obligó al COE cantonal a sesionar en cuanto se conocieron las últimas disposiciones del COE nacional.
“Me he quedado sorprendido de las resoluciones. Por un lado da elasticidad en las medidas y por otro agudiza la situación en el tema sanitario", dijo el alcalde de Loja, Jorge Bailón.
El COE local resolvió solicitar que el toque de queda en esta ciudad sea de 18:00 a 05:00 y no desde las 23:00 como rige a nivel nacional para los cantones en amarillo.
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