Vuelve el Día de los Inocentes en Cuenca, tras dos años de pausa
El 6 de enero, los cuencanos vuelven a disfrazarse y a preparar sus chistes más finos para salir a la avenida Huayna Cápac en la Mascarada del Día de los Inocentes.
Personas en la estación San Francisco del Metro de Quito, el 21 de diciembre de 2022.
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Hay un día en el que los cuencanos pueden convertirse en el personaje que quieran: el alcalde de turno, el obispo de la ciudad, el goleador del año, el presidente del país, una drag queen, una estrella de rock, un superhéroe que acaba de estrenar película.
Y no solo eso. Tienen licencia para burlarse y reírse de sus autoridades, de las leyes recién aprobadas, de las series del momento, de los artistas de culto, de los personajes populares. De cualquier acontecimiento que haya marcado el año anterior.
El 6 de enero es cuando en Cuenca celebra el Día de los Santos Inocentes con un tradicional evento de Mascaradas o Comparsas y que en 2023 vuelve a disfrutarse, tras dos años de suspensión por la pandemia.
Qué son las Mascaradas
Son una tradición que nació en 1956, cuando el radiodifusor Daniel Pinos convocaba, a través de radio Cuenca, a los ciudadanos a disfrazarse y presentar pequeñas dramatizaciones cargadas de sátira.
Su hijo, Kléver Pinos, cuenta que su padre se inspiró en la costumbre que ya existía en Cuenca de disfrazarse, usar máscaras y hacer bromas en la temporada de Inocentes, que iniciaba el 28 de diciembre.
"Era un evento en el que afloraba la cultura de los cuencanos, se sumaban las universidades, la Policía, los Bomberos, la Cámara de Comercio, hasta el Municipio sacaba comparsas", dice Pinos.
Daniel Pinos (ya fallecido) y otros amigos, como el fotógrafo Vicente Tello, el pintor Víctor Arévalo, el radiodifusor Ricardo Merchán y sus familiares estuvieron al frente de las Mascaradas durante tres décadas. Después, Amistad Club se hizo cargo de la organización.
Décadas atrás, las Mascaradas se desarrollaban en distintos sitios del centro de Cuenca, como el Parque Calderón, María Auxiliadora y San Francisco. Empezaban a las 14:00 y se extendían hasta la medianoche.
Con los años, la tradición empezó a convocar a más gente. Se sumaron familias enteras, más universidades, colegios, empresas privadas, instituciones financieras y otras organizaciones sociales que le pusieron un espíritu más competitivo.
Y las calles del centro se quedaron pequeñas para la gran cantidad de gente que sale cada 6 de enero a disfrutar de la sátira y el humor.
Hoy las Mascaradas se desarrollan en la avenida Huayna Cápac, en la que se reúnen más de 100.000 personas.
Una fiesta de creatividad
René Martínez tiene 75 años y la mayor parte de su vida ha sido parte de las Mascaradas. Narra que, cuando era 'guambra' (joven) acudía con amigos y familiares a la casa del pintor Víctor Arévalo, en el centro de Cuenca.
"Con su habilidad nos pintaba la cara a todos", recuerda Martínez y después de eso salían a caminar por las calles "a sacarle carcajadas a la gente".
Hoy, son los propios participantes los que se encargan del vestuario, el maquillaje y la escenografía.
Martínez, por ejemplo, hizo por su cuenta los trajes y accesorios que necesita para presentar una parodia relacionada con el Mundial de Catar.
El concurso se volvió un desafío para las universidades, que se preparan como si fuera una gran producción teatral. En las comparsas participan más de 200 personas, hay grandes escenarios, trajes coloridos, música, iluminación y personajes.
Los temas más recurrentes son políticos, sobre todo este año, que el Día de los Inocentes será en medio de un ambiente electoral. También habrá en escena asuntos sociales, ambientales y culturales.
"Las mascaradas son un derroche de creatividad, de arte y cultura", dice César Banegas, presidente de Amistad Club. Todo eso combinado con los elementos más importantes de esta tradición: la ironía y la sátira.
El 6 de enero de este 2023, los cuencanos volverán a disfrazarse y a preparar sus chistes más finos para salir a la avenida Huayna Cápac, en donde el evento iniciará a las 18:00.
Habrá dos tarimas en las que los participantes deben presentar su disfraz y su dramatización. La primera estará en la intersección de las avenidas República y Huayna Cápac, y la otra en el puente de El Vergel.
Hay cuatro categorías: institucional, comparsas, infantil e individual. Los premios varían, el más alto es de USD 4.000. Los recursos provienen del Municipio de Cuenca, que entrega anualmente USD 30.000 para la organización y la premiación.
Los ganadores también se llevan la máscara dorada, que es uno de los premios más representativos porque simboliza el arte y la sátira que predomina en esta celebración.
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