Proyecto apuesta por el auto muestreo para prevenir el cáncer de útero
Cuenca es parte de un proyecto de investigación internacional en el que se buscan estrategias nuevas para prevenir y tratar el cáncer de cuello uterino.
Bernardo Vega, María José Tinoco y Elizabeth Camajarca en el Centro de Innovación Médica de la Universidad de Cuenca.
Xavier Caivinagua para PRIMICIAS
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Cuando María, una mujer de 49 años, fue al ginecólogo para que le practicaran un papanicolaou, el procedimiento le pareció horrible e invasivo: “El doctor no me explicó nada. Me dijo: 'Acuéstate (en la silla ginecológica) y yo tomo la muestra’. Después tuve miedo de ir”.
María contó su testimonio a un grupo de investigadores de Cuenca, que busca facilitar diagnóstico del virus del papiloma humano (VPH) y la detección temprana del cáncer de cuello uterino y que no sea una experiencia traumática, para algunas mujeres.
Ella es una de las mujeres que nunca -o rara vez- se habían hecho un tamizaje de cáncer de cuello uterino y que fueron reclutadas durante las consultas ginecológicas en el hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) en Cuenca.
Los investigadores les ofrecieron una alternativa más amigable: pruebas de auto muestreo para detectar el virus del papiloma humano (VPH).
Bernardo Vega, director de la investigación, explica que uno de los objetivos es cambiar el enfoque del diagnóstico para aumentar la detección del cáncer de cuello uterino.
En Ecuador, la investigación está a cargo de la Universidad de Cuenca, pero en el proyecto trabajan investigadores de universidades de Brasil, Portugal, Bélgica y Alemania. Esta investigación busca nuevas estrategias para el diagnóstico temprano del cáncer y su tratamiento adecuado.
El auto muestreo
Para la investigación, se usaron dos pruebas que funcionan con ADN: un dispositivo de autotoma de muestras, que tiene un hisopo en la punta y se usa de forma similar al tampón.
Las mujeres pueden, por su cuenta, introducir el hisopo y recoger células del cuello uterino. La muestra se lleva a un laboratorio y los resultados se obtienen en pocos días.
Hay países en donde los laboratorios envían los dispositivos por correo y reciben la muestra de la misma forma.
La segunda prueba es la muestra de orina. Varios estudios han demostrado que tienen una alta capacidad de diagnóstico, que llega al 95%.
Las mujeres que fueron parte de la investigación tuvieron una reacción más positiva a las pruebas de auto muestreo. Les pareció que son más fáciles de usar, rápidas y cómodas que el papanicolaou.
Además, dijeron que las pruebas de orina y autotoma son menos dolorosas y vergonzosas.
Diferencia con el papanicolaou
"Las técnicas médicas actuales para prevenir el cáncer de cuello uterino se enfocan en la detección del virus del papiloma humano (VPH), en lugar del papanicolaou", explica Bernardo Vega, de la Universidad de Cuenca.
El papanicolaou permite detectar células que podrían convertirse en cáncer si no se tratan de forma adecuada. Las pruebas de VPH, en cambio, detectan la presencia del virus, que indica un riesgo de cáncer.
La capacidad de diagnóstico, del papanicolaou llega a un 60%; en cambio, las pruebas de biología molecular para detectar VPH tienen una sensibilidad de hasta 95%, explica el investigador.
Este proyecto es parte de tres investigaciones internacionales, en las que participa la capital azuaya, con la Universidad de Cuenca. El objetivo es reducir la mortalidad por cáncer de cuello uterino, que en Ecuador es el segundo cáncer más común en las mujeres.
Cuenca es la primera ciudad en la que se aplican las pruebas de auto muestreo. Primero, como parte de la investigación, en 130 mujeres. Pero ahora, también las oferta el Centro Médico de la Universidad de Cuenca.
La investigación sobre el VPH se replica en Brasil, Bélgica, Alemania, Portugal.
Barreras para el diagnóstico
En Ecuador, cuatro de cada 10 mujeres nunca se han realizado un papanicolaou o prueba diagnóstica para detectar VPH. La investigación profundizó en las causas de esa realidad.
Las mujeres entrevistadas consideraron que las principales barreras para aplicarse ese examen son:
- Largos tiempos de espera
- Inadecuada comunicación médico-paciente
- Percepción de la prueba de papanicolaou como un procedimiento doloroso y vergonzoso.
También detectaron barreras culturales y machismo. Una de las doctoras que participó en la investigación detalló que hay comunidades rurales donde las mujeres deben pedir permiso a los esposos para practicarse el examen.
“Fui al hospital para que me examinaran. Esperé uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis meses por los resultados, pero nunca llegaron, y el médico dijo que me va a tomar otra muestra”
Mujer de 35 años-
Las participantes incluso dijeron que temen ser maltratadas o abusadas sexualmente durante la consulta. Algunas mujeres mencionaron que hay médicos coquetean durante las consultas y otras expresaron el temor de ser abusadas.
Masificar uso de pruebas
Con las pruebas de auto muestra se pueden disminuir esas barreras, explica el investigador Bernardo Vega. Por ello, una vez que la investigación ha dejado resultados positivos, en Cuenca empiezan a extender su uso.
El Centro de Innovación Médica de la Universidad de Cuenca y la clínica privada Santa Ana ya ofrecen estas pruebas de VPH (se espera que se apliquen 800 en los próximos meses). El siguiente paso es que el Ministerio de Salud adopte también este enfoque.
Los resultados de esta investigación servirán para la validación clínica que se requiere para que las pruebas sean utilizadas a nivel nacional.
Actualmente, la estrategia nacional de prevención del cáncer cervicouterino de Ecuador recomienda el tamizaje basado en citología (papanicolaou) cada tres años, para mujeres sexualmente activas entre 21 y 67 años.
La estrategia global de la Organización Mundial de la Salud sugiere que, para reducir la mortalidad relacionada con el cáncer de cuello uterino, hasta el 70% de todas las mujeres deben someterse a una prueba de alto rendimiento al menos dos veces durante su vida.
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