Temor al contagio retrasa el calendario de vacunación de los niños
Una enfermera toma el tamizaje neonatal a un bebé en el centro de salud 9 en Guayaquil, el 23 de abril de 2020.
@Salud_CZ8
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El aislamiento y el temor al contagio empiezan a represar otros problemas en la salud pública. Los padres de niños pequeños han decidido aplazar la aplicación de vacunas, para evitar las visitas a los centros de salud.
Eso genera una eventual nueva fuente de problemas, pues millones de niños quedan expuestos a enfermedades erradicadas, o casi erradicadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef calculan que 117 millones de niños están actualmente en riesgo por el retraso en la aplicación de las vacunas contra el sarampión.
Pero no es la única vacuna cuya aplicación se está aplazando. "Esta asombrosa cifra no tiene en cuenta el número de lactantes que corren el riesgo de no ser vacunados debido al impacto de Covid-19", añade el informe.
En Ecuador la situación no es ajena y provoca preocupación en los padres. María Fernanda Fabre tiene a un bebé de cinco meses y medio. "A los cuatro meses le tocaba recibir la dosis sextuple contra la polio, rotavirus y neumococo, pero no pude ir por la cuarentena", lamenta esta joven madre.
Ella rechaza la idea de acudir a un centro de salud público al sur de Guayaquil por miedo al coronavirus. "La ciudad estaba convulsionada y la pediatra me recomendó esperar", añade.
Guayaquil, es considerada el epicentro de Covid-19 en Ecuador. Según cifras oficiales, el 24 de abril Guayas registró 15.300 contagios, lo que representa el 67,6% del total nacional.
Roxana Valverde también ha retrasado el calendario de vacunación de su bebé. "Ya son 17 días que no le he puesto la vacuna, tengo terror de sacar a mi hijo a la calle", expresa.
¿Qué pasa si las vacunas se retrasan? La OMS dice que la inmunización previene enfermedades, que ya han sido erradicadas como la polio, tos ferina o sarampión. Por ello si un niño no las recibe a tiempo, corre el riesgo de contagiarse, porque su sistema inmune aun es débil.
Hay vacunas, pero faltan pacientes
El centro de salud de Sauces 3, al norte de Guayaquil, es uno de 25 puntos habilitados en la ciudad para vacunar a los niños menores de un año. Pero también dan atención a pacientes sospechosos de Covid-19, así que la entrada está custodiada por dos médicos cubiertos con trajes de protección.
La Coordinadora de Salud Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) confirma que el proceso de vacunación no se ha interrumpido en la pandemia. Pero la aplicación de las dosis ha bajado.
Según esa coordinación, en Guayaquil el promedio diario de vacunación era de entre 2.500 y 3.000 usuarios, pero por la emergencia bajó a un promedio de entre 200 y 280.
La cobertura de vacunas en los niños menores de un año en circunstancias sanitarias normales aún no llega al 100%.
¿Vacunas a domicilio?
Pese al riesgo, la OMS ha recomendado a los países paralizar temporalmente las campañas masivas de inmunización, siempre que no exista un brote activo de sarampión o rubéola.
Pero también aconsejan dar facilidades a los padres para que puedan asegurar las dosis en sus hijos. Una alternativa, que ha sido puesta en marcha en España, es vacunar a los niños en los estacionamientos de centros médicos o en los domicilios.
En Guayaquil, el pediatra Jhonny Álava tiene una empresa familiar de vacunas a domicilio. El costo del servicio es de USD 85 por cada inmunización.
Álava explica que las vacunas son urgentes dependiendo del contexto social del bebé. "Si el niño está rodeado de personas que padecen tuberculosis u otra enfermedad las necesita".
El equipo de Álava visita las casas con los trajes de protección y asegura que tras la declaratoria de emergencia las llamadas para solicitar el servicio han aumento.
Pero esa alternativa es costosa. Si Roxana Valverde, la madre que teme sacar a su hijo a la calle, desearía vacunarlo con ese servicio debería pagar USD 255 porque son tres dosis. Mientras que en los centros de salud la aplicación de las vacunas es gratuita.
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