Cinco consejos para evitar contagios mientras Ecuador supera el rebrote

Una de las recomendaciones que hacen los médicos para las próximas dos semanas es que las personas eviten salir de sus casas, salvo para actividades esenciales como comprar alimentos o trabajar. El epidemiólogo Daniel Simancas dice que "este no es momento para reuniones sociales ni eventos con personas fuera de su entorno". El experto exhorta a los padres de familia a que no envíen a sus hijos a otras viviendas a jugar con sus amigos. "Tampoco deben asistir a lugares que ofrezcan juegos infantiles". Además, dice que las personas que se han contagiado de Covid-19 deben realizar un aislamiento de 10 días, mientras que sus contactos estrechos deberían hacerlo durante siete días, hasta descartar un posible contagio.

Debido a la rápida propagación de la variante ómicron, el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, dice que la "ciudadanía debe olvidarse de las mascarillas de tela". El médico explica que las mascarillas N95 o NK95 son las que brindan mayor protección contra el Covid-19, sobre todo en espacios como mercados, supermercados, centros comerciales o transporte público. "Si queremos usar una mascarilla de tela debe ser sobre una mascarilla N95 o sobre una quirúrgica de tres capas", agrega. Sobre el transporte público, el epidemiólogo Daniel Simancas agrega que las personas deben viajar con las ventanas abiertas. "La ventilación es fundamental para evitar contagios". A esto se suma el lavado constante de manos y el distanciamiento social.

Los espacios cerrados son los más propicios para el contagio de Covid-19. La Federación Médica Ecuatoriana sugiere a los ciudadanos realicen compras para al menos dos semanas, como al inicio de la pandemia. En esto coincide el epidemiólogo Daniel Simancas, quien plantea que las personas acudan a tiendas de barrio o a espacios pequeños y abiertos para evitar aglomeraciones. Otra opción es hacer compras en locales comerciales que ofrezcan servicio a domicilio. Los médicos recomiendan que quien recoja las compras use doble mascarilla, sin olvidar lavarse las manos antes de guardar los alimentos. El presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, dice que "las personas deben pensar como si estuviésemos en los momentos más críticos de la pandemia. Si compramos alimentos para dos o tres semanas saldremos menos de casa y el riesgo será menor".

Antes de la llegada de la variante ómicron, una parte de la ciudadanía retomó costumbres como el saludo con beso, abrazo o con un apretón de manos. Ante la actual situación, los médicos sugieren que se retome "el saludo lejano con un simple movimiento de la mano". Esta recomendación nace de la capacidad que tiene ómicron de reproducirse rápidamente:  una persona contagiada con esta variante puede contagiar a otras 16. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si dos personas conversan o se saludan sin mascarilla tienen un alto riesgo de contagio y más aún si se encuentran en espacios cerrados.

Las vacunas se han convertido en la principal herramienta contra el Covid-19. En Ecuador, alrededor de 13 millones de personas mayores de cinco años ya cuentan con el esquema completo, de un grupo objetivo de 16 millones. De ellas 1,8 millones de personas ya han recibido la dosis de refuerzo o tercera dosis. El problema es que aún hay tres millones que solo tienen una dosis y otras 2,1 millones que no han recibido ninguna. El Ministerio de Salud detalla que las personas que no han completado el esquema o que no se han vacunado tienen mayores posibilidades de requerir hospitalización o cuidados intensivos. Actualmente, el 80% de pacientes que permanecen en cuidados intensivos corresponde a personas que no se han vacunado, o que tienen el esquema incompleto. El presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, dice que las personas deben acudir a vacunarse para que "el cuerpo tenga una mejor respuesta inmunológica frente al Covid-19". El experto recuerda que entre mayor sea el número de ciudadanos vacunados, menor será la posibilidad de que el sistema sanitario se vea desbordado.