La rentabilidad limita las concesiones viales en el sur de Ecuador
A diferencia de las provincias de la Costa y del norte de la Sierra, en el sur no existen concesiones que ayuden a mantener en buen estado la red vial. Ese ha sido un reclamo recurrente de las autoridades locales y de los sectores productivos.
El kilómetro 39 de la vía Cuenca-Girón-Pasaje, donde se reactivaron las fallas geológicas por un socavón, en marzo de 2022.
Cortesía.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
La atención a la vialidad se ha vuelto un reclamo recurrente en el sur del país. Ante la falta de inversión del Gobierno, los gremios productivos y las autoridades electas han planteado alternativas de gestión, como las concesiones de las carreteras a empresas privadas.
Pero esa propuesta no resulta tan fácil. La mayoría de las vías que están en el sur del Ecuador son poco atractivas para los proyectos de concesión vial. Entre las razones está el bajo tráfico vehicular y la geografía complicada.
Eso ocurre con carreteras como la Cuenca-Molleturo, Cuenca-Riobamba y las que conectan a la Sierra con la Amazonía.
El modelo de servicio bajo concesión o delegación es complicado en el sur y la Amazonía del país por el tráfico promedio diario anual (TPDA), explica Luis Mario Barzallo, subsecretario zonal 6 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
El tráfico promedio de esta zona no es lo suficientemente atractivo para ser considerado por empresas financistas.
Luis Mario Barzallo, subsecretario zonal 6 de Transporte y Obras Públicas
Uno de los determinantes para acceder a una concesión es el retorno de inversión. “Las empresas no solo tienen que recuperar lo que invierten, necesitan utilidad”, detalla Barzallo.
Además, el Estado subsidia una gran parte del mantenimiento de las vías concesionadas para que los peajes tengan un costo accesible, indica el subsecretario de Transporte.
"De no ser así, en muchos lugares, los peajes no costarían solo USD 1, sino mucho más. Por eso se hace un análisis exhaustivo para ver cuánto le toca al Estado", añade.
Esa es la razón por la que el Gobierno prioriza los proyectos más atractivos para los inversores al momento de buscar alianzas.
"Además, colocar un peaje tiene un alto costo político", afirma Barzallo. Explica que en el Austro hay antecedentes de que esa modalidad se ha convertido en un problema con la población.
Potencial para las concesiones
En el Austro hay dos vías con un alto potencial para ser concesionadas, según los datos del Ministerio de Transporte y Obras Públicas:
- Cuenca-Girón-Pasaje, con un TPDA de 16.000 vehículos. Esta carretera, que conecta al Azuay con El Oro, es importante porque es usada por el sector productivo que se moviliza hacia Puerto Bolívar.
- Cuenca-Biblián-Zhud-Cochancay, con un TPDA de 20.000 vehículos. En esta carretera, el flujo vehicular se incrementó desde que empezó a ser utilizada como alterna a la Cuenca-El Empalme-Molleturo.
El Ministerio de Transporte descarta la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme, que ha sido la más conflictiva en el Austro del país. Hay varias razones para ello: su TPDA es bajo, circulan entre 3.500 a 4.000 vehículos por día y no está permitido el paso de vehículos pesados.
Esa carretera está llena de taludes inestables que provocan deslizamientos frecuentes y requiere una alta inversión para su mantenimiento.
Según cálculos del Ministerio, se requieren más de USD 60 millones solo para intervenir en los puntos críticos, pero eso no garantiza que los trabajos duren a largo plazo.
Una situación similar ocurre con las vías que llevan a la Amazonía. Su geografía es complicada, además tienen problemas legales con las empresas que estuvieron a cargo de su intervención.
Vía Cuenca-Riobamba
La Troncal de la Sierra, conocida también como vía Panamericana, está concesionada desde Carchi hasta Riobamba a la empresa Panavial. Son 425 kilómetros con 10 peajes.
Pero desde Riobamba a Loja no hay tramos concesionados y el estado de las carreteras se deteriora cada vez más. El flujo vehicular en esta carretera es más bajo a comparación de otros ejes viales. Circulan unos 8.000 vehículos al día.
Eso la vuelve menos atractiva para la inversión privada, pero sí tiene potencial para ser concesionada, asegura el subsecretario de Transporte y Obras Públicas.
Una alternativa en esta carretera es la concesión por tramos. Por ejemplo, un proyecto de tesis de la Escuela Politénica del Chimborazo identificó que el tramo Riobamba-Alausí sí es viable para la colocación de un peaje.
La investigación indica que la circulación vehicular en ese trayecto es superior a 4.000 vehículos y que la inversión se puede recuperar en un periodo de siete años.
Proyectos que serán concesionados
El Gobierno de Guillermo Lasso ha priorizado la construcción de nuevas vías en el programa de concesiones. Ahí se encuentran la nueva carretera Cuenca-Guayaquil, cuyos estudios estarán a cargo de una empresa pública surcoreana.
En el programa de alianzas público privadas se incluye también la ampliación de las carreteras El Descanso-Gualaceo-Paute (en Azuay) y Loja-Catamayo.
Aunque no constan como priorizadas para este año, en la lista de vías para concesiones también se encuentran la Cuenca-Riobamba y la Cuenca-Biblián-Zhud-Cochancay.
Compartir: