Concejales señalados por nepotismo podrían ser destituidos
Entre los familiares de los concejales aparecen hijos, primos y cuñados, quienes tuvieron salarios que iban entre los USD 800 y USD 3.000.
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, durante una sesión del Concejo Metropolitano, el 7 de diciembre de 2021.
Municipio de Quito
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El alcalde Santiago Guarderas se pronunció respecto al informe de Contraloría que señala un presunto caso de nepostismo en el Concejo Metropolitano de Quito.
El funcionario recordó que esta figura está prohibida en la Constitución y en la Ley Orgánica de Servicio Público. "Es responsabilidad de aquellos concejales que han incurrido en esta falta", dijo Guarderas.
Agregó que "el hecho de que falte un mes para concluir su período, no significa que no se puedan establecer las sanciones que pueden llegar a la destitución. Si eso sucede, estarían impedidos de ejercer cargos públicos por dos años", puntualizó.
Guarderas se refiere a los concejales Orlando Núñez, Mónica Sandoval y Fernando Morales quienes, según la Contraloría, habrían incurrido en la figura de nepotismo.
A ellos se suman los concejales Soledad Benítez, Andrea Hidalgo, Heidi Moreno y Amparito Narváez
La Contraloría asegura que cuñados, primos e hijos de los siete concejales trabajaron en el Municipio entre 2017 y 2022.
Uno de ellos es Juan Dávalos Benítez, hijo de la concejala Benítez y exvocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
Según la Contraloría, Dávalos trabajó en el despacho del concejal de la Revolución Ciudadana, Luis Reina, con un salario de USD 3.000 mensuales entre 2017 y 2018.
En su informe, la entidad de control también señala que en algunos casos hubo más de un familiar del mismo concejal que ingresó al Municipio en calidad de "servidor municipal".
Es el caso de dos primos del concejal Morales. Ellos trabajaron en la institución entre noviembre de 2019 y enero de 2022.
Sobre los salarios que percibieron los familiares, la Contraloría determinó que oscilaron entre los USD 800 y los USD 3.000, ocasionando que el Municipio destine cerca de USD 150.000 para pagar a tres de estas personas.
Esos pagos se hicieron a funcionarios que ocuparon cargos directivos y que corresponden a los familiares de Sandoval, Núñez y Benítez.
La Contraloría agrega que esos directivos trabajaron en el Municipio de Quito, a pesar de que "se observó que no existen procesos de selección ni informes técnicos para el ingreso de los ciudadanos".
Esta responsabilidad recae en manos de los departamentos de Recursos Humanos y de las unidades de Ejecución.
¿Mentiras para ingresar al Municipio?
La Contraloría dice que, antes de ingresar al Municipio, los familiares de los concejales aseguraron "no encontrarse incurso en nepotismo e inhabilidades y prohibiciones previstas en la Constitución de la República y el ordenamiento vigente".
Y explica que la Ley Orgánica del Servicio Público prohíbe a toda autoridad nominadora: designar, nombrar, posesionar y contratar en la misma entidad, institución, organismo o persona jurídica a sus parientes comprendidos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, a su cónyuge o con quien mantenga unión de hecho.
Además, aclara que esta prohibición se extiende a los parientes de los miembros de cuerpos colegiados o directorios de la institución.
La Contraloría dice que los concejales incurrieron en nepotismo, pues son parte del Concejo Metropolitano, que es un cuerpo colegiado.
Además, "no notificaron, ni alertaron de las condiciones en las que se encontraban dichos funcionarios a la Dirección Metropolitana de Recursos Humanos".
¿Qué dicen los concejales?
PRIMICIAS intentó comunicarse con los siete concejales señalados por la Contraloría, pero solo obtuvo respuesta de Fernando Morales, Mónica Sandoval y Heidi Moreno.
Moreno aseguró que no tiene conocimiento del informe. Aunque agregó que "en mi calidad de concejal nunca fui autoridad nominadora". Se refiere a que durante su período de funciones no contrató a su primo.
Una respuesta similar es la que brindó Sandoval. "Existe nepotismo cuando hay relación entre el nominador y el designado. Estas son tareas administrativas y no son competencias de los miembros del Concejo", dijo.
Agregó que "la facultad nominadora es exclusiva del Alcalde como titular. Esta facultad es delegada al administrador general y a las administraciones zonales".
Mientras que Morales dijo que no tuvo injerencia en la contratación de sus familiares, pues no tiene capacidad para contratar a personas para que trabajen en el Municipio.
Dijo que no pudo haber realizado contrataciones durante la administración del exalcalde Jorge Yunda, "con quien no tengo ninguna relación ni cercanía".
Además, señaló que la Contraloría no le ha solicitado ninguna información ni documento. "Tampoco tengo alguna sanción", dijo.
Aseguró que, en diciembre de 2022, pidió al director Metropolitano de ese entonces que "arbitre las medidas constitucionales, legales y normativas que correspondan", con relación al vínculo laborar de sus familiares con el Municipio.
En esta misma línea, los concejales Soledad Benítez y Orlando Núñez justificaron las contrataciones de sus familiares, según consta en el informe de la Contraloría.
Sin embargo, la entidad de control insiste en que los concejales incurrieron en nepotismo, pues son parte de un cuerpo colegiado y tuvieron responsabilidad en esas contrataciones.
Esta noticia fue publicada originalmente el 10 de abril de 2023 y actualiza del 14 de abril con las declaraciones del alcalde Santiago Guarderas.
Compartir: