'Combatir' las ventas informales, la prioridad de los metropolitanos
Guayaquil tiene 590 agentes metropolitanos, cuya tarea principal es "evitar la invasión" de zonas específicas de la ciudad por parte de los comerciantes informales. Un video que captó la agresión de ocho uniformados hacia un vendedor reactivó el debate sobre la forma en la que cumplen este rol.
Una mujer vende limones el 14 de abril de 2020 en las calles de Guayaquil, una ciudad con altos índices de informalidad y afectada por la crisis del coronavirus.
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Un video registró el abuso que vivió un comerciante informal por parte de ocho agentes metropolitanos de Guayaquil el 8 de noviembre de 2020. Los uniformados decomisaron de forma violenta la carretilla con frutas del vendedor.
El hecho ocurrió en el centro de la ciudad y fue filmado por transeúntes.
La grabación muestra cómo, desde el suelo, el hombre forcejea con los uniformados hasta que uno de ellos lo arrastra. Finalmente, se llevan la carretilla en una camioneta municipal.
En Twitter, donde el video se viralizó, los usuarios calificaron la acción de los uniformados como violenta y cruel.
Inmediatamente, el Municipio de Guayaquil reaccionó y afirmó que los agentes serían sancionados.
La alcaldesa Cynthia Viteri escribió en su cuenta de Twitter:
"Reprochamos este tipo de acciones ante cualquier persona, comerciante, formal o informal. He dispuesto una sanción máxima a los agentes involucrados, ponderando ante todo, la tolerancia, el respeto y el trato humanizado".
Sin embargo, para Jaime Dávalos, Director del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Guayaquil, no existió ninguna agresión por parte de los uniformados. "Lo que existió es un acto de resistencia a la autoridad municipal por parte del vendedor", asegura.
No obstante, el vendedor resultó con lesiones tras la incautación de sus bienes y actualmente utiliza una muleta para caminar.
Dávalos dice que la sanción que recibirán los agentes la impondrá la Dirección de Recursos Humanos. Pero no queda claro por qué recibirían una sanción si, a criterio de la máxima autoridad de los metropolitanos, no incurrieron en ninguna falta.
Función de los metropolitanos
Según la página del Municipio de Guayaquil, la función de la Policía Metropolitana es “evitar la invasión de las calzadas, aceras, entornos de los mercados, varios sectores del norte, centro, sur y zonas regeneradas por parte del comercio informal”.
En otras palabras, uno de los objetivos principales de los agentes es cuidar que los vendedores ambulantes no circulen por determinadas zonas de la ciudad.
El verbo que se utiliza desde el Municipio es invadir. Según el diccionario de la Real Academia Española, invadir es “ocupar anormal o irregularmente un lugar”. Pareciera que para el gobierno local de Guayaquil, este grupo es considerado como algo ajeno a la ciudad.
Pero Dávalos lo pone de otra forma. Al ser preguntado por PRIMICIAS sobre la principal función de los agentes metropolitanos, explicó que consiste en:
“Mantener el orden en los espacios públicos y colaborar con las entidades de seguridad ciudadana”.
En total, hay 590 agentes metropolitanos para estos fines.
El Director del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano dice además, que las atribuciones de los metropolitanos incluyen el realizar el retiro temporal de los productos, carretillas, charolas, triciclos que se encuentran en la vía pública “sin la respectiva autorización municipal”.
Asimismo, pueden retener delincuentes que son encontrados en delito flagrante. Posteriormente son entregados a la Policía Nacional para el trámite correspondiente, afirma Dávalos.
El protocolo
¿Cuál es el protocolo que deben cumplir los agentes metropolitanos con los comerciantes informales? Jaime Dávalos explica que consiste en solicitar con firmeza al comerciante que abandone el espacio público tantas veces como sea posible.
Ante la persistente negativa de abandonar el área, de acuerdo al reglamento correspondiente —dice Dávalos— se procede al retiro temporal de las pertenencias de los comerciantes, las mismas que son ingresadas a la bodega bajo inventario.
Por ello, insiste en que en este caso no hubo agresividad y que es el vendedor quien voltea la carreta.
“Eso es lo que hacemos por parte del Municipio: imponer el orden en las calles de Guayaquil con firmeza, pero sin agresiones ni abuso de autoridad”.
Jaime Dávalos, Director del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano
Pero el Consejero del Consejo de Participación Ciudadana, Hernán Ulloa, no coincide con eso. Este 10 de noviembre de 2020, Ulloa presentó una denuncia ante la Fiscalía.
Tras el trámite, el abogado dijo ante los medios que los agentes encontraron al vendedor en una calle en la que no estaba prohibida su circulación. Pero que lo impulsaron, intimidándolo, a avanzar a una zona restringida.
Asimismo, aseguró que además de la carretilla, los uniformados tomaron USD 70 de las ventas del comerciante, aunque no deberían haberlo hecho.
Ulloa denunció, además, que algunos miembros de la Policía Metropolitana solicitan a los informales dinero para dejarlos circular. "Ya basta de estos actos que generan corrupción", dijo.
Tampoco el Comité Permanente de Defensa de los Derechos Humanos (CDH) de Guayaquil comparte la visión de Dávalos.
Abraham Aguirre, abogado del CDH, dijo a través de las redes sociales que la organización solicitará información e investigaciones sobre este caso. “No es aislado, es parte de la política represiva instaurada desde hace muchos años en Guayaquil”, escribió.
Capacitación y sanciones
Los agentes reciben una capacitación permanente sobre los procedimientos que deben seguir para poder cumplir con sus tareas, asegura Jaime Dávalos.
Esto incluye la preparación teórica y práctica previa a su salida a operar, así como períodos de entrenamiento específicos.
Antes de este caso mediático, ha habido otros en los que han resultado sancionados los agentes. "La política es tolerancia cero a las faltas disciplinarias", dice Dávalos.
Sin embargo, no se proporcionó desde la Dirección un número determinado de sanciones, solo se indicó que esta cifra varía aleatoriamente.
De acuerdo con Dávalos, las faltas más comunes en las que incurren los metropolitanos son los atrasos y "realizar un mal servicio por permitir la presencia de informales en el área de su responsabilidad".
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