"Mi hija ya no irá a la escuela", la odisea de las madres en Monte Sinaí
Pese a que la pandemia terminó, los estudiantes en Monte Sinaí, uno de los enclaves más pobres y peligrosos de Guayaquil, tuvieron que volver temporalmente a clases virtuales, debido a las balaceras y asesinatos.
Dos niños caminan por un barrio de Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, en julio de 2022.
AFP
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El día de la balacera en el centro de salud de Ciudad Victoria, en Monte Sinaí (noroeste de Guayaquil), la hija de Cristina (nombre protegido) se lanzó al piso, dejó botados sus cuadernos y al igual que sus compañeros se cubrió la cabeza con sus manos.
La niña tiene nueve años y asiste a una escuela ubicada frente a este centro médico, donde miembros de una banda delictiva ingresaron a la fuerza, aquel 20 de septiembre. Exigían que uno de los doctores atienda a un sujeto herido.
Desde aquel episodio de violencia, la pequeña no asiste a la escuela. "No la puedo enviar, porque las balaceras en ese centro son todos los días", dice Cristina, una ama de casa que también cuida de su otra hija de tres años.
Desde el 27 de septiembre, alrededor de 9.000 niños y adolescentes de seis escuelas de Monte Sinaí iniciaron un llamado plan de retorno seguro, luego de una suspensión temporal debido a los altos índices de inseguridad.
Monte Sinaí se sitúa en el distrito Nueva Prosperina, el más violento de Ecuador y cuyos niveles de asesinatos solo son comparables con los crímenes en zonas mexicanas controladas por el narcotráfico.
En este sector, la propia Policía estima que el 16% de los estudiantes tiene alguna relación con bandas delictivas, y que incluso las extorsiones ocurren al interior de los planteles.
La interrupción de clases presenciales fue dictada por el Ministerio de Educación en seis planteles de Guayaquil y seis más de Durán, otro cantón de Guayas aquejado por las muertes violentas y donde su alcalde, Luis Chonillo, sufrió un atentado.
Pero las clases virtuales no fueron una alternativa válida para madres como Cristina, que debió dejar sus empleos eventuales para estar al pendiente de su hija.
Y ahora, con la posibilidad de que regrese presencialmente, la niña tampoco irá por el miedo y zozobra en que convive la comunidad.
Este es el testimonio de Cristina, que prefiere ocultar su nombre y hasta borrar los mensajes en la plataforma de WhatsApp, para que su vida no corra peligro:
"Fue una balacera terrible, porque en el sector hay cuatro escuelas y desde la primera ya se iban dando bala.
Se metieron al centro, aunque la Policía diga que no, para que le salven la vida a uno de los de la banda.
Y ayer (miércoles) tuvieron una reunión, los mismos hombres (de la balacera), son los que controlan el sector, porque esto cada día está peor.
"Los niños no están asistiendo a las clases, realmente no salen a las calles porque todo está muy crítico".
Cristina, madre de familia de Monte Sinaí.
Así me digan que mi hija ya puede regresar, no lo haré, porque en ese centro de salud, cerca de la escuela, siempre llevan a los delincuentes.
Hay madres que queremos clases virtuales, pero, en cambio, no hay internet en la casa ni cómo enseñarles, porque algunas deben salir de casa, ir a trabajar, y otras tenemos que buscarnos la vida.
"Yo tengo internet, pero se va por ratos, y cuando están en clases virtuales, a veces los profesores no mandan las tareas y me toca estarles rogando para que les pasen las materias".
No sé qué pasará en nuestro barrio, porque aquí hubo 10 muertos en un día, y la prensa no se enteró".
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