Jóvenes diseñadores brillan en la pequeña "Quinta Avenida" de Guayaquil
Fulgore, fundada en 2011, es una de las primeras tiendas que abrió en la avenida Circunvalación de Urdesa en Guayaquil.
Karla Pesantes
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En Urdesa, una de las ciudadelas más comerciales del norte de Guayaquil, hay un sector llamado “la pequeña Quinta Avenida de la ciudad”. Salvando las distancias con la avenida original ubicada en Nueva York, los compradores identifican así a un grupo de cuadras donde encuentran ropa, zapatos, carteras o accesorios hechos localmente.
La zona se llama Circunvalación y comienza al bajar el puente de Miraflores (al norte de la ciudad). A partir de allí conviven cafeterías, restaurantes, clínicas, farmacias y tiendas de moda femenina y masculina.
Uno de estos negocios es Luzmila Signature, inaugurado en noviembre del 2018. Su propietaria Luzmeli Rodríguez lleva15 años en la industria de confección de ropa bajo pedido. Comenzó con un atelier en la vía Samborondón (Guayas), para luego mudarse a un local en la Vía a la Costa en Guayaquil.
Pero desde el año pasado instaló su local en la popular avenida Circunvalación de Urdesa. “Si hay competencia yo quiero estar ahí, para que los clientes vean la diferencia de mi trabajo”, dice sobre la cantidad de negocios dedicados a la venta de ropa en la misma zona.
En este local abundan los vestidos de novia y los trajes de noche, que son la especialidad de la diseñadora guayaquileña. También se encuentran blusas de chifón y algodón en los colores de la temporada: coral y turquesa.
El precio de un diseño exclusivo de Luzmeli empieza en USD 280 y puede seguir subiendo.
Un emprendimiento pionero
Al comienzo de la avenida Circunvalación se ubica Fulgore. Bertha Serrano abrió el local en 2011 y fue uno de los primeros en la zona.
El éxito de Bertha ha sido objeto de estudio en varias universidades, pues inició el emprendimiento cuando tenía 20 años y mientras hacía lazos para el cabello y los vendía a sus amigas.
No ha parado desde entonces y ahora diseña carteras, zapatos y ropa femenina. Gran parte de las telas son nacionales, al igual que la mano de obra. Y los costos son bastante accesibles. En su local es posible encontrar una cartera en USD 20, o una blusa en USD 30.
Sombreros pintados bajo demanda
Solaz es el nuevo en la avenida. Fue inaugurado apenas un día antes del pasado Día de la Madre. Todo inició como un proyecto de marketing en la universidad de Steven Lascano.
La idea era vender sombreros de paja toquilla con valor agregado. Cada cliente elige el sombrero y plasma los diseños que desea con pintura acrílica. Hay quienes han pedido el logo de su equipo preferido o hasta el rostro de su mascota.
Los diseños más comunes son los sombreros con nombres y rosas. Tienen un precio referencial de USD 50 en adelante. El negocio ya lleva dos años y ya lanzó el esquema de venta bajo pedido a través de redes sociales.
Camisas raras
Desde hace cinco años, la moda masculina especialmente de camisas se mueve entre colores vivos, formas geométricas y prints de todo tipo.
Es una apuesta peligrosa, porque aún los hombres guayaquileños prefieren la típica camisa azul frente a un estilo “hawaiano”.
En este negocio sobresalen dos tiendas en Circunvalación: Imbrao Clothing Store y Bamboo Store.
En la primera encontramos a Fabricio Rodríguez (30 años), graduado como ingeniero de negocios y quien aprendió de texturas y colores con el tiempo.
El local de Imbrao se inauguró en 2016 y al igual que Solaz nació como un proyecto universitario.
Poco a poco, Fabricio pasó de diseñar camisetas a incluir billeteras, relojes, gorras y pulseras tejidas para hombres. Su último paso fue el lanzamiento de una colección de alpargatas de tela.
Por cada par vendido, valorado en USD 45, la tienda dona otro a la Fundación Ecuador Libre de Drogas. “Queremos darle sentido social al negocio”, dice Fabricio.
Frente a Imbrao se encuentra una tienda “multimarca”, es decir alberga varias marcas de ropa y accesorios masculinos.
Se trata de Bamboo Store, que tiene una línea propia de relojes y accesorios hechos de bambú. También hay prendas casuales y corbatas de marcas aliadas.
La tienda cuenta con una línea de cosméticos para caballeros, como jabones y productos para mantener la barba. La idea nació hace siete meses de la mente de Farid Basilio (26 años), quien antes era paramédico en una institución pública.
Una de las marcas presentes en Bamboo es WilliamZ Men's Accessories, de William Zeballos. Dice que en el país solo existen dos corbateros o personas especializadas en elaborar este accesorio.
Contrario a lo que se piensa un sastre no tiene la habilidad para hacerlo. William asegura que trabaja con uno de estos dos corbateros y que la seda por lo general es importada. Cada corbata cuesta entre USD 40 y 50.
A los caballeros les dice que la corbata ya no tiene que combinar con el pañuelo como en los tiempos de los abuelitos, aunque "la idea es no desentonar".
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