Los cierres de paradas de la Ecovía se extenderán hasta 2023
El 26 de octubre de 2022 dejará de funcionar el andén de Bellavista, que al día recibe a 3.000 personas, debido a trabajos de mejoramiento. Algunos usuarios han expresado su malestar. Hasta el próximo año se intervendrán 16 paradas.
El andén Naciones Unidas está cerrado.
Emerson Rubio / PRIMICIAS
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La parada Bellavista de la Ecovía, situada en la avenida 6 de Diciembre, norte de Quito, se cerrará a los usuarios desde el 26 de octubre de 2022 debido a trabajos de mejoramiento de la infraestructura, informó la Empresa de Transporte de Pasajeros.
Al menos, 3.000 personas por día ingresan a esta parada, unas de las más importantes del circuito que va desde la avenida Río Coca hasta La Marín.
Los usuarios podrán recurrir a los andenes Eloy Alfaro, por el norte, y San Martín, por el sur.
No es la única parada en mantenimiento.
Juan Carlos Nájera, subgerente de la empresa, explica que los trabajos para mejorar las paradas Casa de la Cultura y Naciones Unidas empezaron desde hace un mes. La primera estará lista para el 29 de octubre y la segunda para el 2 de noviembre.
Posteriormente, se intervendrá el andén Baca Ortiz, que es utilizado en promedio por 5.500 usuarios al día. Cuando se cierre, los pasajeros podrán acceder a las paradas
Orellana, por el norte, y Manuela Cañizares, por el sur.
En total, se van a mejorar 16 paradas hasta 2023, en dos etapas.
Demora
"Como estamos levantando las plataformas con hormigón, necesitan secado. La lluvia nos ha estado complicado un poquito y eso retrasó un poco los trabajos", dice Nájera.
Pero asegura que están dentro del cronograma.
En este proceso de mejoramiento, solo mantienen dos paradas cerradas a la vez. Explica que el objetivo es no perjudicar a los usuarios. Sin embargo, hay algunos que sí han expresado su malestar a la hora de tomar un bus de la Ecovía.
Por ejemplo, en las Naciones Unidas, unos jóvenes estudiantes reclamaron el 26 de octubre porque deben caminar más para acceder al servicio.
Intervención necesaria
La Ecovía funciona desde 2001. Las paradas fueron construidas en función de los buses que entonces circulaban. Pero, debido a la tecnología, los nuevos articulados tienen otra altura y, por tanto, no encajan con los andenes.
Es por ello que han debido usar gradas o rampas para compensar. Eso genera un problema, sobre todo para las personas con movilidad reducida.
Actualmente, detalla Nájera, subgerente de la empresa de Pasajeros, están elevando las plataformas al nivel de las unidades. Además, mejorarán el techado, las cabinas de recaudación y las luminarias.
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