Challuabamba pasa de zona agrícola a ser el 'Cumbayá' de Cuenca
Challuabamba es una de las zonas más cotizadas de Cuenca para vivir y para la instalación de negocios. Hace unos 30 años era un sector destinado a la agricultura y para vacacionar.
A un costado de la vía Cuenca-Azogues están las urbanizaciones privadas de Challuabamba, en Cuenca,
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En la vía que une a Cuenca y Azogues se levanta una de las zonas más exclusivas de la capital azuaya: Challuabamba. Un pequeño valle ubicado a 15 kilómetros del Centro Histórico, en el noreste de la ciudad.
La puerta de entrada a este sector es una zona comercial que se extiende por dos kilómetros.
Tiene dos supermercados y sucursales de las cadenas de farmacias más grandes del país, concesionarias de vehículos de alta gama, panaderías gourmet, cafeterías, restaurantes, agencias bancarias, tiendas de ropa y otros servicios.
Esa dinámica comercial es un reflejo del estilo de vida que hoy en día tiene Challuabamba. Hasta hace 30 años, era una zona de terrenos agrícolas y de casas vacacionales, que pertenecía a la parroquia rural de Nulti.
La construcción de la vía Cuenca-Azogues, en la década de los noventa del siglo pasado, fue el motor que cambió a Challuabamba, porque facilitó el acceso y redujo los tiempos de traslado hacia el área urbana de Cuenca.
En esos años iniciaron los primeros proyectos inmobiliarios, provocando un fenómeno urbanístico y socioeconómico, explica Josué Vega, exdirector de Planificación del Municipio de Cuenca.
Challuabamba se convirtió en una aspiración de la clase media alta y alta de la ciudad, para establecer su residencia en urbanizaciones cerradas, similares a las de Cumbayá o El Valle de los Chillos, en Quito; o Samborondón, en Guayaquil.
Aunque eso también conllevó una suerte de "expulsión" de sus habitantes originales.
"Las haciendas empezaron a convertirse en villas", relata Vega. Como la zona empezaba a crecer, en 2009 el Municipio de Cuenca decidió urbanizar a Challuabamba y gran parte de su territorio pasó a ser parte de la parroquia Machángara.
El motor inmobiliario
Desde el 2009, cuando el Municipio aprobó el plan urbanístico para Challuabamba, los proyectos inmobiliarios aumentaron. Los terrenos ganaron plusvalía y sus propietarios empezaron a venderlos.
En la actualidad es uno de los sectores con los terrenos y viviendas más costosas de Cuenca, según los datos de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces del Azuay.
Al interior de las urbanizaciones privadas, los lotes vacíos cuestan, en promedio, entre USD 250 y USD 300 por metro cuadrado. Estos terrenos usualmente tienen una extensión de entre 400 y 800 metros cuadrados.
El metro cuadrado de las viviendas en Challuabamba está entre USD 900 y 1.000 dólares. Hay propiedades que, por los acabados o los servicios, llegan hasta los USD 1.400 el metro cuadrado, según los portales inmobiliarios.
La gente prefiere las viviendas al estilo villa, con terrenos para adecuar jardines, zonas de parrilla y piscinas, pues tiene una temperatura algo más cálida que Cuenca. Una casa con esas condiciones, con 600 metros cuadrados de construcción, puede superar los USD 500.000.
Al un costado de la carretera, en el sentido Cuenca-Azogues, están las urbanizaciones más exclusivas. Desde la vía solo son visibles los grandes portones donde resaltan palmeras, pinos y grandes árboles bien cuidados.
En algunos terrenos sobresalen los tejados naranjas de teja artesanal, que le dan un toque tradicional a las grandes casas que se edifican en la zona. Eso sí, la mayoría de los caminos son de tierra y en los que hay asfalto, las veredas son pequeñas.
En las calles secundarias hay varios proyectos habitacionales en construcción y los letreros de 'Se vende' son muy frecuentes. La mayoría de las urbanizaciones están cerradas con muros altos o grandes arbustos.
Las personas que llegan a vivir a este lugar tienden a autoaislarse, explica Josué Vega. "Tienen transporte privado y condiciones económicas para abastecerse hasta por 15 días, entonces no viven una dinámica urbana de proximidad", añade.
Un buen ambiente y varias necesidades
Esta expansión no fue planificada. "La gente llegó a vivir antes de que Challuabamba esté preparada", asegura Gustavo Lloret, administrador de la panadería El Mercado, ubicada en la zona.
Lloret explica que, pese al crecimiento que ha tenido el sector, hay necesidades que aún no están cubiertas. "Hay mucha interrupción del servicio de agua, no hay veredas, hay polvo, porque las calles no están asfaltadas", detalla.
Josué Vega explica que se requiere una inversión pública muy alta para dotar de todos los servicios a las zonas en expansión, como Challuabamba, en donde además la densidad poblacional es aún baja.
"Pero la idea de que estamos en Challuabamba, el mejor lugar para vivir, mitiga esas necesidades", sostiene el experto.
Es un valle y tiene dos grados más de temperatura que la parte central de Cuenca. "Es un lugar muy tranquilo y está a pocos minutos, en vehículo, de la ciudad".
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