La cerveza artesanal vive un burbujeante 'boom' en Guayaquil

Diego Reyes es el creador de la cerveza Bajamar y dueño del bar El Tap, ubicado en un centro comercial de Vía a la Costa en Guayaquil.

Desde joven está vinculado al mundo de la cerveza. Se educó en el colegio alemán Humboldt, luego se convirtió en ingeniero en alimentos y posteriormente realizó un máster en producción de cerveza en España.

A su regreso en 2017 sacó al mercado Bajamar y en la actualidad tiene una planta con capacidad para producir 2.000 litros mensuales.

El 80% de la bebida se comercializa en el bar y lo restante se distribuye en restaurantes de la ciudad. Los amantes de la cerveza artesanal encontrarán algunas variedades en El Tap como 'larger', 'scotch', 'ale' o 'imperial stout'.

Ganando espacio un vaso a la vez

En Guayaquil se toma cerveza para refrescarse de las altas temperaturas, en un mercado, hasta ahora, dominado por empresas multinacionales. En este escenario la cerveza artesanal apela a otro consumidor.

Juan Zurita, conocido como 'beerman', o embajador de la cerveza, cuenta que se trata de un gusto por lo local, "por valorar nuevas experiencias, de saber que en la variedad hay calidad".

Zurita, propietario del bar The Beerman, inició se emprendimiento de cerveza artesanal con USD 300 y en su vivienda. Desde 2017 se especializa en organizar festivales de cerveza artesanal en Guayaquil, Salinas y Manta.

Al principio, cuenta que iban 900 personas, y en cada edición la cifra aumentaba hasta llegar a los 3.000. En los eventos hay música de bandas nacionales que tocan en vivo.

Los próximos 12 y 13 de julio del 2019 se realizará un nuevo festival en el Centro de Convenciones, y se espera la llegad de 4.000 asistentes.

El hábito cervecero nace en Quito 

El 'boom' de la cerveza artesanal tuvo su origen en Quito y se extendió a ciudades como Guayaquil, Machala, Manta , Cuenca y a localidades más pequeñas pequeñas como Vilcabamba (Loja).

Carlos Pinos es gerente general de cerveza Santa Rosa. Vende su producto principalmente en Quito, y ha incursionado en Guayaquil con su producto estrella: una lata de medio litro.

Escogió ese envase porque "conserva mejor una bebida, que por ser artesanal, requiere mayor cuidado de almacenamiento", dice.

Pinos transporta la cerveza desde Quito y vela porque se guarde rápidamente en un lugar refrigerado. Al mes produce 5 .000 litros de la bebida.

Para la cerveza artesanal el calor es mortal. El clima fresco de la capital ha sido una de las ventajas para que el crecimiento de esa tendencia.

En la oferta de la cerveza artesanal de Guayaquil hay otras marcas como Morisca, Odisea y Hopfen.