La manifestación mostró la otra cara del Centro Histórico de Quito
Calles desoladas, algunos comercios abiertos, cercos policiales, perros adiestrados, vecinos limpiando las vías y ciudadanos entregando agua se veían el miércoles 9 de octubre en el Centro Histórico de Quito.
Un niño entregaba agua a miembros de la Policía y a manifestantes el 9 de octubre.
Gabriela Coba/Primicias
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Antes del arribo de los grupos sociales y de los manifestantes, los moradores del centro de Quito limpiaban las calles. A las 08:30 algunos ciudadanos y miembros de la Policía barrían las calles y recogían los escombros que dejaron las protestas.
"En 50 años no hemos visto tanto vandalismo", dijo una de las personas que recogía piedras frente a su hogar, en las calles Esmeraldas y Venezuela.
Fueron pocos los comercios que abrieron sus puertas la mañana del miércoles. Solo estaban atendiendo al público algunos centros de abastos, tiendas, restaurantes, ferreterías, una tienda de mascotas, una peluquería y un gimnasio.
Otras personas no abrieron sus locales y buscaron alternativas para ganar dinero. "Tuvimos que salir a vender en la calle", dijo una pareja de comerciantes, que sostenía una canasta con alimentos, cerca de la Plaza del Teatro.
Sin turismo
El Centro Histórico, que es uno de los puntos de mayor atracción turística de la ciudad, estaba vacío.
"Tenemos cancelaciones hasta mañana", dio a conocer un trabajador del Hotel Patio Andaluz. El Hotel Casa Gangotena, ubicado en la Plaza de San Francisco, cerró sus puertas este miércoles.
También, las iglesias y los museos del sector cerraron desde temprano a causa de las protestas.
Además, el olor a basura inundaba el ambiente de las esquinas y plazas del centro. Las bolsas que contenían desperdicios rebozaban los contenedores.
Esto se debe a que los camiones de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo) no ha podido ingresar al centro por las manifestaciones.
El concejal Bernado Abad anunció que los agentes de seguridad y control del Municipio, conjuntamente con policías, patrullarán en la noche la capital y dijo que realizarán trabajos de limpieza de las 20:00 a las 05:00, horas señaladas "de restricción en la libertad de movilización de la ciudadanía", según el Decreto Ejecutivo 888.
Se espera que 1.400 policías metropolitanos y 700 agentes de control del Municipio se incorporen a las labores de seguridad ordenadas por el Municipio.
Los héroes de la protesta
Habitantes del barrio La Tola en Quito brindaron vasos de agua tanto a los miembros de la Policía como a sus perros adiestrados y a los manifestantes.
"Todos son pueblo", respondió Lidia. Ella estuvo acompañada de dos de sus tres hijos, quienes le ayudaron a repartir el líquido.
En ese mismo sector ocho perros de la Policía se encontraban acompañando a los uniformados. "Estos animales están entrenados en control del orden público", explicó un oficial.
Entre los perros estaba el Pastor Alemán de seis años de edad, Aron, que daba la pata a los manifestantes que se acercaban a acariciarlo en la calle Flores.
Además, unidades de socorro y estudiantes de medicina recorrían las calles para brindar atención a quienes resultaban heridos o se descompensaban a causa de los gases lacrimógenos.
El ruido concentrado
Mientras en el centro de la ciudad las manifestaciones han sido parte de la rutina desde hace siete días, en el norte de la capital la realidad es otra. La calma se evidencia en los parques y calles de la ciudad.
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