En 10 cantones en semáforo verde, el virus “ha mutado, se autolimita”
Ciudadanos esperan en línea guardando la distancia mínima para evitar contagios de Covid-19 en Daule, el pasado 12 de mayo.
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Los cantones con semáforo en verde representan apenas el 4,5% del país. Mientras que los demás municipios están en rojo (19) y mayoritariamente, en un amarillo problemático, como Quito.
De esa decena de ciudades en verde, más de la mitad está en Guayas: Marcelino Maridueña, Lomas de Sargentillo, Naranjito, Salitre, Yaguachi y Daule. Este último es el más poblado de los que están con semáforo verde, con casi 170.000 habitantes y una actividad comercial retomada casi al 100%.
Su alcalde, Wilson Cañizares, dice que ya cumplieron seis semanas con semáforo verde. El cantón registra 757 casos positivos, según datos del Ministerio de Salud.
"No tenemos casos mortales en este tiempo y al momento no hay pacientes de Covid-19 ingresados en ninguno de los dos hospitales de Daule”, indicó Cañizares.
El cambio de semáforo se dio el 2 de junio de 2020. Aunque con temor inicialmente, la población retomó la actividad de forma paulatina. Un equipo de PRIMICIAS recorrió parte de la zona urbana y sus alrededores.
Daule, considerada la capital arrocera de Ecuador, limita con Guayaquil y Samborondón en varios sectores. En esos límites, por ejemplo, se levanta uno de los centros comerciales más grandes de Ecuador, El Dorado.
La afluencia de clientes llega casi los números habituales, sobre todo por los supermercados, farmacias y otras tiendas.
Hay también peluquerías llenas y un optimismo general. “Hay confianza en la gestión del COE cantonal de Daule”, responde el Alcalde.
Y destaca que el Municipio “sigue realizando brigadas médicas con dos clínicas móviles. Estamos regresando poco a poco a la normalidad”.
Baños en el río, ciclopaseos y tricimotos
Muy cerca de Daule está el cantón Salitre, con poco más de 65.000 habitantes. Allí, si no fuera por unas cuantas personas en la calle con mascarillas, no se evidencian rastros de una pandemia.
Están abiertos los locales al pie del río en la cabecera cantonal. Hay bañistas, no se respetan los protocolos de distanciamiento social y los ciclistas de la zona han retomado las rutas habituales.
Una aparente normalidad o descuido que, según las cifras oficiales, no ha provocado -al menos no por el momento- un repunte de casos de la Covid-19.
Panorama similar hay en Lomas de Sargentillo, en la vía que conecta a Guayas con Manabí.
El cantón, con casi 24.000 habitantes, tiene abierto todos sus negocios y en el transporte público más común, las tricimotos, no se respeta el distanciamiento y la mascarilla no es obligación.
“Una mutación de cuatro meses”
Para la epidemióloga Catalina Yépez, especialista en Gerencia de Servicios de Salud, existe una clara mutación de Covid-19 en la Costa.
Explica que la pandemia inició en Guayaquil de una forma explosiva y la curva creció rápidamente.
"Existe ya una evidencia científica de que el virus ha venido sufriendo diferentes mutaciones a lo largo de estos cuatro meses de pandemia".
Catalina Yépez, especialista en Gerencia de Servicios de Salud.
Según la especialista, el virus va encontrando cada vez menos personas susceptibles al contagio.
“Entonces pierde fuerza de alguna forma. Es un comportamiento susceptible, normal de la curva de contagio, pero que también está sostenido a un tema de confinamiento y sujeto al tema de percepción de riesgo”, añade.
En esa misma línea traza su criterio Washington Alemán, clínico-infectólogo, miembro del COE cantonal de Guayaquil y experto en el área.
“Las enfermedades virales, en general, tienen un comportamiento limitado. Después de haber tenido una expresión muy alta, también se autolimita ", dice Alemán.
Indica que mientras más alto fue el crecimiento de Covid-19, también pudo caer de forma abrupta. Esto sería el curso normal en las infecciones virales. "Gran parte de dichas infecciones pueden ser estacionales o también llamadas cíclicas”, añade Alemán.
“La Covid-19 viaja como un tornado”
El infectólogo Alemán hace un parangón para entender la dimensión de la pandemia. Explica que la enfermedad viaja como cualquier ciclón o tornado, y que Guayaquil fue una de las primeras ciudades en América Latina en ser contagiadas.
"De ahí en adelante lo que ha hecho el virus es ir viajando, afectando ciertas ciudades. No es lo mismo que se afecte a un alto número de población en un corto tiempo", expresa Alemán.
En la Sierra, en cambio, no se afecta tanta población, pero va a durar más tiempo. Por ello el experto considera que esa región del país no tendrá un pico alto de la enfermedad.
En los casos de los 10 cantones con semáforo verde, Alemán resalta que son ciudades pequeñas y más dispersas.
"Lo que pasó en Guayas es que se contagió mucha gente en muy poco tiempo. Eso generó una inmunidad transitoria", dice el médico. Pero advierte que nadie sabe cuánto tiempo va a durar esta inmunidad.
Al momento, según el médico Juan Molina, jefe de emergencias del Hospital Ceibos en Guayaquil, ha disminuido el número de pacientes atendidos por coronavirus.
"De 200 pacientes que teníamos en abril, en el pico de la pandemia, ahora hay 20 en julio", dice Molina.
El médico asegura que el virus al menos en estas semana está controlado y que la mayoría de enfermos proviene de cantones cercanos de Manabí y El Oro.
¿Es posible un rebrote en agosto?
Investigadores del King’s College de Londres examinaron anticuerpos de más de 90 pacientes. El estudio, publicado este martes 14 de julio, muestra que el 60% de ellos dio una respuesta potente en las primeras semanas posteriores a la infección.
Pero tres meses después, solamente el 16,7% mantenía un nivel alto.
Los expertos consultados, más el cálculo matemático, alertan de una posible ola de contagios en la Costa en agosto próximo, particularmente en Guayaquil y los cantones circundantes (ahora en verde).
Esta posibilidad ya fue advertida también por la alcaldesa de la ciudad, Cinthya Viteri.
De allí que el especialista Washington Alemán reitera que Guayaquil, aunque en amarillo, se mantiene alerta y sin definición sobre el cambio del semáforo a verde.
“Hay la disposición de seguir al máximo los cuidados de bioseguridad porque esta inmunidad al virus puede ser pasajera", indica el experto.
Según expresa, hay denuncias de relajación de la comunidad y aquello no debería pasar. "Necesitamos superar esta pandemia con vigilancia activa. No hay que bajar la guardia", concluye.
Compartir: