El 3% de los 7.000 inmuebles patrimoniales de Quito está deteriorado
El Municipio de Quito prevé invertir unos USD 4 millones en la rehabilitación y mantenimiento de casas, edificios y monumentos patrimoniales.
Una casa patrimonial en el Centro Histórico de Quito, el 21 de enero de 2022.
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Las 375 hectáreas que conforman el Centro Histórico de Quito concentran la mayor cantidad de bienes inmuebles patrimoniales que tiene la ciudad.
Según el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), en esa ciudad hay unas 7.000 casas, edificios, monumentos, iglesias y haciendas consideradas como patrimoniales. De las cuales, 5.000 están ubicadas en el casco colonial.
La directora del IMP, Angélica Arias, explica que el 80% de esos inmuebles está en manos privadas, mientras que los restantes son propiedad del Municipio de Quito y del Gobierno Central.
"Esto significa que los propietarios son quienes deben dar mantenimiento a las construcciones". Algo que no siempre sucede, lo que ha hecho que cerca 200 inmuebles estén actualmente en mal estado.
Eso equivale a un 3% de los 7.000 inmuebles inventariados.
"La falta de mantenimiento se agudizó en los dos últimos años, sobre todo en los bienes que son propiedad del Municipio", agrega.
Ante esa realidad, el Instituto Metropolitano de Patrimonio decidió implementar un programa para la rehabilitación de construcciones patrimoniales, con un presupuesto de USD 4 millones.
Arias dice que ese dinero se utilizará a lo largo de 2022. "En primer lugar, vamos a intervenir 30 bienes que estamos por elegir. En esta fase se usarán USD 2 millones".
Cuando termine esta etapa, iniciará otra con una inversión de otros USD 2 millones. "Son intervenciones en casas, edificios, iglesias, haciendas y monumentos de alto nivel patrimonial".
Dos posibles soluciones
El Instituto Metropolitano de Patrimonio prepara un plan de incentivos para que los propietarios de bienes inmuebles patrimoniales tengan beneficios que les permitan realizar mantenimiento a sus propiedades.
La directora de la entidad, Angélica Arias, explica que el plan tendría tres ejes:
- Arreglos en áreas interiores. El Municipio paga el 100% de los arreglos y el propietario, a su vez, podría pagar ese monto en cuotas con el pago del impuesto predial.
- Intervención en fachadas. El Municipio aporta con el 50% del presupuesto necesario y los propietarios el otro 50%.
- Arreglos en cubiertas. Los dueños pagan el 70% del mantenimiento y el Municipio, el 30%.
La concejala Luz Elena Coloma y el vocero del colectivo ciudadano Quito Patrimonio Sostenible, Esteban Albán, creen que a esa modalidad se puede agregar otra. Ambos proponen que la solución apunte al comodato.
Coinciden en que colectivos culturales o sociales y organizaciones no gubernamentales, podrían "hacerse cargo de algunos espacios con propuestas que ayuden a su rehabilitación, así como a la recuperación de la ciudad".
Coloma dice que es necesario que el Municipio tenga la voluntad política de aplicar esta solución para evitar una mayor pérdida de construcciones patrimoniales.
Colectivo cuestiona cifra de bienes deteriorados
Esteban Albán, vocero del colectivo Quito Patrimonio Sostenible, cuestiona la cifra municipal que habla del 3% de bienes patrimoniales deteriorados. Ese colectivo estima que al menos un 30% de los bienes patrimoniales de Quito están abandonados, dañados y no reciben manteamiento.
"Este dato se desprende de un estudio que hicimos con una consultora en 2020 en el que reveló que hay inmuebles deteriorados en toda la ciudad, incluso en parroquias rurales", dice.
La concejala Luz Elena Coloma, presidenta de la Comisión de Áreas Históricas, dice que "es muy poco el mantenimiento que se da a las construcciones, tanto privadas como públicas, porque no hay presupuesto que alcance".
Pone como ejemplo al edificio en el que funcionaba el Hospital San Lázaro, en el Centro Histórico. "Esa construcción está abandonada hace 10 años. Se hizo una rehabilitación, pero nuevamente se está dañando porque está sin uso y no hay un plan de mantenimiento".
Coloma dice que no es el único caso. "Hay casas en el barrio de La Ronda que quedaron abandonadas y ahora se han convertido en guaridas de delincuentes", se lamenta.
La concejala considera que "el Municipio ha caído en un error histórico" relacionado con el mantenimiento de los bienes patrimoniales.
"El Municipio invierte mucho dinero en una restauración, pero no se hace un seguimiento técnico. Esto ocasiona que los bienes rehabilitados se vuelvan a deteriorar", dice.
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