Beneficiarios del Banco de Alimentos aumentan debido a la pandemia
Dos voluntarias del Banco de Alimentos preparan los kits de comida, el 29 de octubre de 2020.
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En abril de 2020 más de 50.000 personas de escasos recursos de fundaciones y casas hogar recibieron comida y productos de primera necesidad del Banco de Alimentos.
"Ese mes fue el de mayor demanda a raíz de la emergencia sanitaria que vive el país", dice José Luis Guevara, director ejecutivo de la organización que funciona en el sur de Quito desde 2003.
Agrega que, conforme la pandemia del Covid-19 avanza en el país, la necesidad de alimentos crece.
Es así que hasta septiembre de 2020, el Banco de Alimentos ya ha entregado 642 toneladas de comida a 226.000 personas en todo el país.
Estas cifras son mayores a las de años anteriores, en los que se repartieron un máximo de 437 toneladas a unas 180.000 personas.
Donaciones de alimentos también suben
Guevara señala que los alimentos provienen de empresas que donan productos próximos a caducarse para que no se desperdicien. "El Banco de Alimentos los vende a las fundaciones y casas hogar a un 10% del valor comercial, explica.
Asegura que el objetivo es no incentivar la mendicidad.
El propietario de una empresa, que prefirió mantener la reserva de su nombre, dice que la donación de alimentos constituye "una forma de luchar contra la desigualdad social".
Por otra parte, en los primeros meses del confinamiento alrededor de 60 empresas donaron alimentos y productos. Mientras que en otros años el número no pasaba de las 30.
Pero este número de donaciones se redujo desde junio de 2020, cuando el país retomó parcialmente la actividad económica y comercial.
Un trabajo de voluntarios
Los alimentos que llegan al Banco pasan por un control de calidad para verificar que son aptos para el consumo humano. Unos 15 voluntarios realizan este trabajo en jornadas desde 12 hasta 14 horas diarias.
"El Covid-19 nos obligó a prescindir de voluntarios para reducir el riesgo de contagio", expresa Guevara.
Agrega que antes de la pandemia trabajaban con 45 personas, pero ahora es necesario cumplir con el distanciamiento social.
Pese a las complicaciones por la emergencia, el Banco de Alimentos se ha mantenido operativo para no privar de recursos a las fundaciones.
Una de ellas es la Fundación de Desarrollo Social Tecnológico. Su representante, Porfirio Jiménez, dice que durante la emergencia sanitaria la institución ha entregado 800 kits alimenticios.
También han adquirido productos para preparar desayunos y almuerzos, que los entregan a personas en situación de pobreza.
Filas interminables
Durante los primeros meses de la pandemia unas 300 personas diarias llegaban hasta las instalaciones del Banco de Alimentos.
Las aglomeraciones obligaron a que el Banco suspenda la entrega directa para evitar la propagación del virus.
Todavía hay personas que se acercan a la entidad, y por ello Guevara dice que el Banco sigue cerrado al público.
"Estamos trabajando en una metodología que permita distribuir directamente los alimentos cumpliendo con las medidas de bioseguridad", añade.
Lo que se busca, según indica, es reducir el desperdicio de alimentos, que llega a unas 930.000 toneladas anuales en Ecuador. Esta última cifra se desprende de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
El representante de la entidad en Ecuador, Agustín Zimmermann, señala que los desperdicios evitarían que 1,5 millones de personas pasen hambre. Esto además solucionaría, en parte, la desnutrición que golpea dos de cada cinco niños en el país.
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