Autopista y centro de acopio: Ecuador y su rol en el narcotráfico
Más producción de estupefacientes en Colombia, incremento de demanda del mercado europeo y el cambio del rol de Ecuador en esta industria delictiva. Así se mueve el narcotráfico en medio de la pandemia.
Operativo internacional para decomiso de drogas entre Ecuador, Perú y Estados Unidos, el 4 de octubre de 2020.
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El narcotráfico ha sufrido varias adaptaciones en Sudamérica. Iniciativas regionales y nacionales de control han obligado a los grupos delictivos dedicados a esta actividad a reinventarse constantemente.
Pasó, primero, entre 2004 y 2005. La presidencia de Álvaro Uribe, en Colombia, planteó la destrucción de cientos de hectáreas de cultivos de coca. En esa época se asentaban, sobre todo, en la frontera de ese país con Venezuela.
Según los reportes de la época, los cárteles colombianos y mexicanos que operaban en esa zona tomaron la determinación de mover el negocio hacia el sur: en la frontera entre Colombia y Ecuador.
Así, además, nació una nueva ruta de tráfico hacia Centro y Norteamérica. Desde la frontera norte de Ecuador, la mercancía ilegal se llevó a puertos ecuatorianos para transportarla a través de embarcaciones.
A finales de 2019, la organización InSight Crime catalogó a Ecuador como la autopista de la cocaína en la región. Según sus cálculos el 30% de la droga que se producía en Colombia pasaba por el país.
En 2020, con la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, el negocio del narcotráfico se adapta otra vez. Ahora se profundiza un fenómeno que ya se registraba años atrás.
Mario Pazmiño, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Política de Seguridad (OCSI) y exjefe de inteligencia militar, explica que Ecuador se ha convertido en el centro de acopio de la droga que se produce en Colombia.
Esto se explica porque las rutas y las principales plataformas de exportación de la droga (pistas y puertos clandestinos) están en Ecuador, según el analista. Es decir en varios puntos de Ecuador se acopia la droga antes de que ser enviada a su destino final.
Está problemática se refleja, también, en el volumen de decomisos de droga que se ha hecho en el país en 2020. Hasta mediados de noviembre, el país ya superó las 110 toneladas de incautaciones, como lo expresó el subdirector de Antinarcóticos Erik Benítez.
Narco y violencia
En medio de la pandemia, además del incremento en la incautación de drogas, Ecuador vive una crisis de inseguridad reflejada, sobre todo, en el aumento de muertes violentas.
El principal foco del incremento es Guayaquil. Entre enero y octubre, en esta ciudad hubo 279 muertes de este tipo.
Cynthia Viteri, alcaldesa de la ciudad, considera que gran parte de esta ola de crímenes corresponde a la disputa de grupos dedicados al narcotráfico. Y los expertos coinciden en esa lectura.
Claudia Navas, experta de la consultora internacional Control Risks, explica que la pandemia y el rol que Ecuador cumple en la economía criminal del narco son un "caldo de cultivo" para los brotes de violencia.
Por un lado, dice la experta colombiana, con la pandemia se ha hecho difícil transportar la droga a nivel internacional por vía aérea y terrestre, quedando disponible la vía marítima. Y, por esta razón, la droga está llevándose e incautándose más en ciudades portuarias como Guayaquil.
Mientras que los grupos delictivos locales, que por la emergencia han reducido sus prácticas ilegales, optan por apropiarse por la parte logística del narcotráfico (transporte y acopio). En ese afán se producen disputas violentas con otros grupos.
El exjefe de Inteligencia, Pazmiño, comenta además que la pandemia fue una oportunidad para el narcotráfico. El secuestro y ejecución en cautiverio de un equipo periodístico en 2018 provocó mayor presencia militar en la frontera y eso limitó la posibilidad de transportar droga.
Pero con la emergencia esos refuerzos se trasladaron a la ciudad para controlar las medidas de seguridad y aislamiento. Nuevamente las sustancias se empezaron a enviar en grandes cantidades.
A eso se suma, dice Navas, que en Colombia si bien se han reducido las hectáreas de sembríos de coca, los grupos del narco han logrado aumentar la producción cultivando tres veces al año, y no dos como se hacía antes.
Eso explica la mayor cantidad de decomisos. Ambos expertos indican que los grupos delictivos requieren más logística y por ello hay más disputas violentas.
Europa, el destino
Otra variación en el narcotráfico de la región es el incremento de consumo de cocaína en Europa. Antes, el mayor destino de la producción de la región eran Estados Unidos y México.
El reporte 2020 del Centro Europeo de Seguimiento de las Drogas y las Drogodependencias (Emcdda, por sus siglas en ingles) indica que América del Sur es una de las zonas más importantes de origen de cocaína que entran en ese continente.
Erik Benítez, subdirector de Investigación Antinarcóticos de la Policía Nacional, explicó en efecto a PRIMICIAS que el 80% de la droga que está saliendo del país se dirige a Europa. Se lo está haciendo a través de grandes embarcaciones que transportan los productos de exportación.
Los grupos del narco rompen los seguros de dichas embarcaciones, contaminan sus bodegas con drogas y las vuelven a cerrar con candados propios. En el destino, antes del desembarque de los productos, los receptores de la droga sacan la mercancía ilegal.
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