Esta es la 'receta' de Aquiles Álvarez para reducir las inundaciones

Extender la red de alcantarillado y rediseñar el sistema de canalizaciones ante una mayor incidencia de inundaciones por el cambio climático.

Esa es una de las soluciones y desafíos que enfrenta la administración del alcalde electo Aquiles Álvarez para mitigar las inundaciones en Guayaquil.

La segunda medida de adaptación es la instalación de jardines de lluvia en el centro de la ciudad. Es decir, jardineras que ayuden a retener agua durante lluvias intensas, para reducir las corrientes y la presión sobre el drenaje en marea alta.

Aquí también consta la implementación de tejados y de techos verdes en edificios, con la misma finalidad.

Las inundaciones en la ciudad son ocasionadas por episodios de fuertes lluvias en períodos de marea alta. Esto obstaculiza el desfogue en ríos y esteros en un efecto de remanso.

Y la situación se agrava por la falta de capacidad de descarga de los sistemas de drenaje.

En tercera instancia se plantea la construcción de una o varias estructuras híbridas para la retención de lluvia y reducción de riesgos, que almacene el agua durante condiciones de marea alta y precipitación.

Puede ser un estanque o zonas de biorretención que estarían sumergidas en los períodos de lluvias intensas. Pero durante la época seca podrían convertirse en parques de uso público.

Estudio de la CAF

Las tres salidas o soluciones frente a las inundaciones en Guayaquil constan en el estudio “Diagnóstico y proyección de vulnerabilidades frente a la variabilidad y cambio climático en la ciudad de Guayaquil”. Y el documento es parte de la hoja de ruta del nuevo alcalde.

Se trata de un informe de 2017 de la Corporación Andina de Fomento (CAF). De hecho, la entidad viene haciendo sugerencias a la ciudad desde 2015. 

Aquiles Álvarez, quien asumirá como alcalde de Guayaquil el próximo 14 de mayo, cuestionó que pese a las numerosas recomendaciones “ninguna se ejecutó por parte de las dos últimas alcaldías socialcristianas”.

También indicó que se requiere ir “priorizando lo urgente”, a tono con la recomendaciones de la CAF que sugerían ir implementando proyectos de forma gradual. Aunque algunas de las obras debieron implementarse desde 2022, según el informe.

Álvarez señaló que se necesitan USD 112 millones para poner en marcha "una solución integral al problema" y corregir un sistema de alcantarillado "obsoleto"

De hecho, ese es el presupuesto estimado por la CAF para implementar la nueva red de alcantarillado en las zonas que aún tienen carencias, incluida Monte Sinaí (noroeste). El costo estimado en 2017 ascendía a USD 55 millones.

En segundo lugar se requieren otros USD 57 millones para adaptar el sistema de canales y de drenaje pluvial existentes a las nuevas condiciones climáticas.

Inundaciones en Guayaquil

Guayaquil registró, el 8 y 23 de marzo de 2023, inundaciones con la capacidad de colapsar la ciudad. Se trata de escenarios que se no registraban desde 2017.

Y luego han continuado las afectaciones puntuales durante las lluvias intensas, que se prevé que se extiendan todo el mes de abril.

Cada nuevo aguacero mantiene en alerta a los habitantes de sectores del norte y noroeste de Guayaquil, los más afectados.

Aquiles Álvarez advirtió además sobre un posible desarrollo del Fenómeno de El Niño a partir de julio, lo que podría ocasionar nuevos episodios de lluvias fuertes.

“La respuesta a las inundaciones pasa por una replanificación, no se trata de tocar un botón y que las cosas cambien. Tenemos que planificar una nueva Guayaquil”.

Aquiles Álvarez, alcalde electo de Guayaquil.

Stéphane Hallegatte, economista estudioso de desastres naturales y asesor del Banco Mundial, ubicó en 2013 a Guayaquil como la cuarta ciudad costera del mundo que mayores pérdidas económicas tendría en un contexto de cambio climático.

Y calculó las pérdidas por inundaciones para la ciudad en USD 3.000 millones para 2050, si no se toman acciones para evitarlo.

Hallegate simuló escenarios de un aumento promedio mundial del nivel del mar, de 20 centímetros (nivel medio) o 40 (aumento máximo). 

Y es que Guayaquil está a cuatro metros sobre el nivel del mar, en promedio. Pero las máximas mareas de sicigia del año, conocidas como aguajes, aumentaron el nivel de marea a 5,15 metros el pasado 23 de febrero, lo que, unido a las lluvias, colapsó a la ciudad. 

Lo inquietante es que esa pleamar se ubicó entre 30 y 45 centímetros por encima del nivel de los más recientes aguajes, que ocurren cada 15 días. Pocos centímetros hacen la diferencia.

Financiamiento de obras

La actual administración de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) cifró en USD 250 millones las necesidades de financiación ante el problema.

Y recomienda el estudio de cuatro grandes embalses o estanques para retener agua lluvia, en distintos sitios de la urbe, siempre que el suelo permita su construcción.

Fidel Valdivieso, gerente de Emapag, informó que el costo de los proyectos impidió iniciar antes con las grandes obras de drenaje.

Además, las dos últimas administraciones municipales decidieron priorizar agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas y la cobertura de agua -por ejemplo- pasó de 35% al 98% en los últimos 20 años. 

“Se avanzó en ciertas obras de drenaje, pero se priorizó el crecimiento y el mejoramiento de la distribución de agua potable, donde había grandes necesidades".

Fidel Valdivieso, gerente de Emapag.

La Municipalidad tendrá que buscar créditos ante organismos multilaterales para emprender las obras para en control de inundaciones en Guayaquil. Entre las opciones están la propia CAF y el Banco Mundial.

También se podría recurrir a organismos como a la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones o el Banco Interamericano de Desarrollo.

De hecho, el estudio de diagnóstico de la CAF sugiere también explorar líneas presupuestarias nacionales o internas del propio municipio.

Además, se recomienda aplicar a financiamiento internacional mediante fondos climáticos bajo el marco de la Convención Marco de Naciones Unidas.

Se trata de multilaterales que buscan incrementar la resiliencia de los países frente a los efectos del cambio climático. Entre ellos están el Fondo de Adaptación, el Fondo Verde para el Clima o el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.