La ansiedad y el estrés de la pandemia se enfrentan con déficit de psicólogos
Para atender a los pacientes que sufren estos trastornos, Ecuador tiene apenas 1.582 psicólogos. "Las acciones de salud mental deben ser consideradas como esenciales en la respuesta nacional frente al Covid-19", exige la OMS.
Pacientes con sospecha de Covid-19 esperan por atención en un hospital temporal del IESS en Quito, el 15 de julio de 2020.
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Xavier estuvo contagiado de Covid-19 en abril, uno de los meses más duros de la pandemia en Guayaquil. Estuvo internado en el área de Cuidados Intensivos del hospital Los Ceibos del Seguro Social durante más de dos semanas.
Vio morir a su esposa y a muchos amigos a su alrededor a causa del virus. Superó la enfermedad y, aunque respira con dificultad, cuenta que su mayor problema ahora es el insomnio. "No puedo dormir por más cansado que esté y me levanto asustado pensando lo peor", dice este padre de tres hijos.
A pesar de su trastorno del sueño, Xavier conversó con un psicólogo solo una vez desde que regresó a casa del hospital. Fue una consulta telemática a través de la línea de emergencia 171 del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Pero el hombre desistió porque "se tardaban mucho en atenderme y sinceramente no creo me ayudó mucho". Desde marzo hasta mayo de 2020, la línea 171 ha realizado 41.478 consultas de telepsicología.
En Ecuador, hay 1.582 psicólogos, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). El 83% trabaja en el sector público y el resto, en el privado.
Si bien ha existido un aumento de profesionales de esta rama entre 2010 y 2018, el país tiene 0,93 psicólogos por cada 10.000 habitantes.
Según el Atlas de la Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este déficit de psicólogos y psiquiatras es una regla en la mayoría de los países. Menos del 1% de todos los especialistas médicos en el mundo son psicólogos. Esto equivale a 10 profesionales por cada 100.000 habitantes.
Y esto es preocupante en tiempos de pandemia, porque la OMS en un informe de mayo de 2020 pide a los gobiernos "que las acciones de salud mental deben ser consideradas como esenciales en la respuesta nacional frente al Covid-19".
La importancia de un psicólogo
Si el sistema de salud de los países estaba en emergencia cuando llegó el virus, la atención mental estaba en cuidados intensivos por el bajo presupuesto.
La OMS explica que los países con medianos y bajos ingresos, como Ecuador, destinan menos de USD 2 per cápita a los hospitales mentales.
En medio de estas carencias, la doctora Paola Suárez, de la Asociación Ecuatoriana de Psicología y Psicoterapia, expresa que la labor de estos profesionales no es considerada como prioritaria en el sistema de salud público.
"Muchos colegas se dedican a la rama de recursos humanos o dan clases por la falta de oportunidades en los hospitales", dice Suárez, quien junto a otros 800 psicólogos atendieron voluntariamente a más de 1.000 pacientes en la pandemia.
Según Suárez, una persona que pasa por episodios de ansiedad, estrés o trastornos del sueño debería consultar a un psicólogo una vez a la semana.
"Un ser humano necesita conversar con un profesional que lo ayude a canalizar esos sentimientos de tristeza o irritabilidad derivados de la pandemia", señala Suárez.
A través de la sesiones terapéuticas, el paciente se desahoga y obtiene herramientas o recursos para superar el episodio traumático.
Cristian M., quien prefiere obviar su apellido, indica que recibió asistencia de dos psicólogos luego de contraer Covid-19 en marzo de este año. Cuenta que había superado la enfermedad, pero luego se descompensó por el miedo.
"La recuperación es lenta y he llegado a medirme la temperatura como 40 veces en el día".
Testimonio de Cristian, paciente de Covid-19.
Agrega que las consultas de telepsicología le ayudaron en su proceso de recuperación, "no solo conversaba sobre la enfermedad sino que me daban apoyo y hablábamos de otras cosas".
El impacto será a largo plazo
La primera vez que se escuchó del estrés postraumático fue luego de la Guerra de Vietnam, un combate que duró desde 1955 hasta 1975.
"Ahora eso es lo que estamos viendo, síntomas graves de estrés postraumático como disnea y presión en el pecho", indica el médico clínico Jorge Carriel.
Él reside en Madrid y asegura que además de secuelas físicas del Covid-19, las psicológicas serán a largo plazo. "Muchos pacientes que estuvieron cerca de la muerte y padecen de estos episodios de ansiedad y miedo de enfermarse otra vez", señala Carriel.
Ese miedo de salir a la calle o de incluso trabajar es lo que siente Juan Castro, de 41 años. Él estuvo en terapia intensiva 28 días y otros siete más en recuperación. Tuvo un colapso del 75% de sus pulmones.
"Trato de llevar una vida normal, pero ha sido difícil porque tengo miedo de reintegrarme a la vida social. También siento el rechazo de mis compañeros de trabajo".
Juan Castro, paciente recuperado de coronavirus.
La cuarentena también golpea
El otro rostro de la salud mental en la pandemia son aquellos que no han padecido Covid-19, pero sí han estado en cuarentena.
"La pandemia irrumpe en la cotidianidad de las personas, no pueden salir, jugar fútbol, reunirse con amigos y eso les genera ansiedad", explica el psicólogo clínico David Suéscum.
Según Suéscum, no todas las personas pueden canalizar estos sentimientos de tristeza o la ansiedad de una forma positiva.
"Cada ser humano es único y hay quienes si no les permiten ir al gimnasio hacen yoga en el patio de la casa. Otros se deprimen por no poder salir".
David Suéscum, psicólogo clínico.
El médico lamenta que los ecuatorianos aún no tengan una cultura de ir al psicólogo debido a estereotipos culturales. Dice que aún se piensa que solo un loco o aquel que ve fantasmas debe pedir ayuda.
Esto ocasiona que recurran a la automedicación para poder dormir o elevar su estado de ánimo. Advierte que "los fármacos no son la respuesta".
¿Cuándo pedir ayuda?
El psicólogo Suéscum da algunas pautas para conocer cuándo pedir un apoyo psicológico:
- Preocupación diaria: cuando la persona tiene una idea rígida en la mente que le impide concentrarse en otras actividades.
- Sudoración y dolores de cabeza persistentes.
- Insomnio.
- Signos de taquicardia.
- Tristeza recurrente y ganas de llorar.
- Pensamientos suicidas.
En la actualidad, hay varias opciones para que los ecuatorianos recurran a la atención psicológica. Una de ellas es la línea gratuita 171 del MSP, opción 6.
Mientras que la Asociación Ecuatoriana de Psicología mantiene consultas telemáticas a un precio reducido.
También el consultorio virtual de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) ha habilitado una línea especial para la atención psicológica gratuita.
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