Alumnos se capacitan para protegerse de balaceras cerca de las escuelas
La Policía Comunitaria realiza patrullajes en los exteriores de más de 300 escuelas de las 1.550 que hay en Guayaquil, para evitar que los estudiantes sean víctimas de asaltos y robos.
La escuela fiscal Carlos Calderón Chico es una de las 20 escuelas remodeladas por el Municipio de Guayaquil, 9 de mayo de 2022.
Cortesía Municipio de Guayaquil
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Era casi mediodía del 9 de junio. Se acercaba el segundo recreo de la jornada de clases y la hija de 10 años de Alejandra Morales estaba feliz porque ya era hora de salir a jugar.
El timbre sonó unos minutos antes de la hora esperada y la profesora gritó “¡todos al piso!, mi hija no sabía qué estaba pasando, sus compañeras lloraban”, mientras trataban de usar los pupitres como escudo contra un ataque que no entendían en ese momento.
La rápida acción del colegio se activó porque afuera del establecimiento, dos ladrones en moto intentaron asaltar a un padre de familia. Empezaron a disparar y los docentes dijeron a los estudiantes que se trataba de un simulacro y que todos se tiraran al piso.
“Mi hija llegó a la casa en un estado de pánico, no quiere ir a clases, algunos padres hemos pedido que regresen a la virtualidad, pero el colegio ha dicho que no”, dice Alejandra.
Lo que ocurrió en este centro educativo, al sur de Guayaquil, se relaciona con la inseguridad que se vive en toda la ciudad. El 25 de mayo, en el sector de Socio Vivienda 2, al suroeste de Guayaquil, cientos de estudiantes y docentes vivieron una escena de guerra.
Dos bandas delictivas, que operan en ese sector, libraron una balacera alrededor del centro educativo. El sonido de las balas retumbaban en los contenedores de lata de la escuela.
En una escena similar, los estudiantes y profesoras se lanzaron al piso y se arrastraron hasta la puerta del aula para intentar escapar, mientras las personas que viven alrededor gritaban “¡salgan de ahí, que se va a poner peor!”.
En un momento de incertidumbre, cuando no saben lo que pasa afuera, los docentes decidieron huir con los alumnos cuando la lluvia de balas sobre el techo del colegio cesó por unos instantes.
Capacitación policial
Es lo que se debe hacer, explica el jefe de la Policía Comunitaria, Rovinson Sánchez, quien dice que desde esa unidad se socializan medidas de seguridad en caso de robo y ahora también han incluido las balaceras.
“La recomendación es tirarse al piso, no salir corriendo, porque puede haber una bala perdida. En la medida de lo posible, mantener la calma, no levantar la cabeza hasta que ya no se escuchen las detonaciones y que una persona avise que es seguro salir”, recomienda Sánchez.
La Policía reconoce que la violencia con la que actúan los delincuentes ha superado a otras épocas, en las que las mismas bandas se ponían límites, como no atacar a menores de edad.
Por eso informan a la comunidad y a los centros educativos qué hacer en caso de una balacera o robo. Por ejemplo, dice Sánchez, “si un estudiante es asaltado es mejor no poner resistencia, no actuar de cualquier forma, porque esas personas ya no respetan a nadie”.
Según el jefe de la Policía Comunitaria de la Zona 8, han iniciado una serie de capacitaciones en visitas permanentes a escuelas y colegios para hablar de estas recomendaciones y prevención de consumo de drogas con los estudiantes.
"A veces estamos hasta más de una semana en un colegio de más de mil estudiantes, porque queremos llegar con un mensaje, no solo cumplir", explica Sánchez.
Patrullajes afuera de las escuelas
Además, de 1.550 unidades educativas en Guayaquil, en por lo menos 340 hacen patrullajes al ingreso y salida de los estudiantes.
“Esas 336 instituciones se han priorizado porque han tenido problemas de delincuencia, de venta de sustancias en los alrededores, porque no nos alcanzamos a cubrir 1.550 escuelas”, dice Sánchez.
Son escuelas y colegios de barrios del sur de Guayaquil, pero también patrullan los planteles educativos de Pascuales y Durán.
En este último cantón hicieron una capacitación a casi 1.000 estudiantes de un colegio fiscal, donde un estudiante de 14 años fue encontrado con un revólver calibre 32, el pasado 7 de junio.
"Posterior a ese hecho, hicimos una casa abierta, en la que participaron varias instituciones para hablar sobre los peligros de las armas".
Rovinson Sánchez, jefe de la Policía Comunitaria.
Pero lo que ocurre en las unidades educativas es responsabilidad del Ministerio de Educación, por lo que la Policía espera que esta cartera de Estado emita un protocolo de actuación en casos de balaceras que debe socializarse con toda la comunidad educativa.
PRIMICIAS solicitó esa información al Ministerio de Educación el 3 de junio y ofrecieron dar una entrevista el 21 de junio para explicar el plan de acción en casos de tiroteos.
La información sobre qué hacer en una balacera es desconocida para las familias que sobrellevan los traumas con temor. Los padres de los estudiantes de Socio Vivienda evalúan la opción de cambiarlos de escuela.
"A mí, que soy una adulta, me genera miedo e incertidumbre, no puedo imaginar el temor que siente mi hija cada día que va a la escuela y me dice 'mamá, no me quiero morir'", relata Alejandra, quien buscan canales para conversar con su hija sobre la inseguridad.
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