Un final feliz: Alejandro Bueno, el héroe ecuatoriano del Darién, logra asilo en Estados Unidos
Alejandro Bueno, el migrante ecuatoriano que ayudó a un niño venezolano a cruzar el Darién, finalmente llegó a Nueva York, Estados Unidos.
El migrante ecuatoriano que cruzó el Darién, Alejandro Bueno, en entrevista desde Nueva York, 5 de junio de 2024.
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El periplo migratorio de Alejandro Bueno Tenesaca ha terminado. La historia del joven ecuatoriano fue conocida tras caminar por 10 horas en la peligrosa selva del Darién, y especialmente, por rescatar a un niño pequeño venezolano en el trayecto.
Alejandro llevó en sus hombros al pequeño migrante Keiler, de cuatro años, después de que su madre le pidió auxilio en medio de la selva panameña. Lo dejó en Bajo Chiquito con personal de Unicef, y el ecuatoriano siguió su camino porque, cómo había indicado a la cadena Telemundo, su meta era llegar hacia Estados Unidos.
Y así ocurrió, tras cruzar la frontera estadounidense el pasado 12 de abril de 2024, Alejandro finalmente hoy está en Nueva York, una ciudad convertida en refugio de miles de migrantes, incluyendo los ecuatorianos.
En entrevista con el periodista cuencano Christian Sánchez, el joven nacido en Sucúa (Morona Santiago) hace 19 años cuenta que su travesía tuvo un final feliz. Este es su testimonio:
"Fue muy duro, nunca había estado en algo parecido, porque me llevaban esposado de pies y manos (...) pero la fe en Dios me dijo que todo se va solucionar y así fue. Me dieron el asilo en Estados Unidos, algo que mucha gente no consigue y gracias a Dios me lo dieron".
Según comentó Alejandro, quien lucía una camiseta con la leyenda 'Live in New York', estuvo detenido en cuatro prisiones distintas, luego de entregarse a la patrulla fronteriza de Estados Unidos en abril pasado.
En total, el migrante ecuatoriano estuvo retenido 1.500 horas y en las prisiones de los estados de Texas, Lousiana, Misisipi, y Atlanta Georgia, donde contó que fue esposado y caminaba con cadenas en los pies y manos.
"Nunca había estado en algo parecido, me llevaban esposado en los aviones como si hubiera cometido un delito, pero sí nos dijeron que las cadenas eran por seguridad porque no somos criminales, solo estamos siguiendo un proceso".
Alejandro Bueno Tenesaca, migrante ecuatoriano.
¿Qué sigue en la vida de Alejandro?
En su breve entrevista, Alejandro dijo que seguirá peleando en las cortes de Estados Unidos para regularizar su situación legal, y conseguir el tan ansiado permiso de trabajo.
También tiene deseos de reencontrarse con el pequeño Keiler y su madre, puesto que conoce que ambos lograron cruzar la frontera y ya están en Nueva York.
"Sé que están en un albergue y eso me da mucha felicidad, porque todos cumplimos el sueño de haber llegado", agregó el migrante ecuatoriano.
Sobre aquella acción heróica con el niño venezolano, Alejandro indicó que en sus entrevistas para lograr el asilo, nunca contó a los agentes migratorios sobre su travesía en el Darién.
Pero consideró que fue Dios quien lo "premió por hacer algo bueno".
La historia de Alejandro se diferencia de muchos otros ecuatorianos, que buscan llegar a Estados Unidos. Algunos mueren en el camino, son abandonados por coyoteros, y otros son deportados, sin poder contar su caso y lograr el asilo.
De hecho, tras la nueva orden ejecutiva del presidente Joe Biden, la más estricta en su gobierno demócrata, miles de ecuatorianos que no cumplan con los requisitos podrán ser expulsados de inmediato, sin tener acceso a la entrevista migratoria.
Por ello, Alejandro le envía un último mensaje a las autoridades de Ecuador: "Hagan algo en el país, porque muchos de los migrantes que salen es por falta de oportunidades en el país".
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