Más de 70 millones de personas viven como refugiados en todo el mundo
Más de 70,8 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra o la violencia, la mayor cifra tras la II Guerra Mundial. Ellos son este jueves 20 de junio de 2019, los protagonistas del Día Mundial de los Refugiados, en un momento en que esa crisis que no deja de crecer.
Los ciudadanos afganos han buscado refugio tras la llegada de los talibanes al poder
EFE
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El aumento de la cifra de quienes huyen se ha duplicado en las dos últimas décadas, hasta adquirir un carácter global, mientras el mundo desarrollado se aleja cada vez más de las políticas solidarias que podrían combatir el fenómeno.
Muchos países de África, Oriente Medio y Asia han tomado el relevo de lo que en otro tiempo fueron Europa o EEUU, pero no son naciones ricas ni con medios y necesitan el apoyo de la comunidad internacional, como recuerda la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Un tercio de los refugiados es de África
Casi un tercio del total de la población refugiada que existe en el mundo huyó de un país de África subsahariana: Sudán del Sur, Somalia, Sudán o la República Democrática del Congo (RDC) ocupan los primeros puestos de una lista donde solo se figura por necesidad.
No obstante, de los algo más de 7 millones de refugiados subsaharianos, las naciones africanas acogen a unos 6,3 millones. Según datos de Acnur en 2018, casi cuatro de cada cinco refugiados viven en países vecinos al suyo de origen.
Es el caso de Uganda, el tercer país del mundo que acoge a más población refugiada debido a una política de puertas abiertas.
Asimismo, las políticas europeas y estadounidenses han forzado que los procesos de reubicación se hayan ralentizado, dice el portavoz del Consejo Noruego de Refugiados (NRC), Geno Teofilo.
En África la población refugiada es mayoritariamente femenina y menor de edad. Marie (nombre ficticio) huyó de Burundi con toda su familia, o con la que le quedaba. Después de que matasen a su marido y a su hermano, fueron a su casa a buscarla y amenazaron con matar a sus hijos, por lo que se vio forzada a escapar.
Oriente Medio desestabilizado por las guerras
El conflicto en Siria es el más grave de Oriente Medio, pero no el único, pues la violencia en Irak y Yemen también desestabiliza una de las principales zonas de acogida del mundo. Y a ellos hay que sumar a 6 millones de refugiados palestinos.
Desde que comenzó la guerra siria en 2011, 6,6 millones de personas se han desplazado internamente, mientras que más de 5,5 millones han huido del país. De estos, más de 900.000 se encuentran en el Líbano, según Acnur, aunque las autoridades elevan esa cifra por encima del millón y medio.
Su situación es muy difícil: más del 70 % vive debajo del umbral de la pobreza con menos de cuatro dólares al día", explica a Efe Lisa Abu Jaled, portavoz de Acnur en Líbano.
En Jordania también hay más de dos millones de refugiados palestinos, siendo el país que más palestinos acoge.
En Irak hay alrededor de 3 millones de desplazados internos aunque solo unos 360.000 están refugiados en otros países. Una cifra similar de extranjeros, unos 300.000, fundamentalmente sirios han encontrado refugio en esta nación árabe.
Yemen, el país con la peor catástrofe humanitaria, cuenta con unos 3 millones son desplazados internos y decenas de miles han huido en los últimos años a países como Somalia, Arabia Saudí o Jordania.
7,7 millones de refugiados en Asia y Pacífico
Esta región alberga a 7,7 millones de personas registradas por Acnur: 3,5 millones de refugiados, 1,9 millones de desplazados internos y 1,4 millones de apátridas.
Un total de 8 millones de afganos no viven en sus hogares, de los cuales la inmensa mayoría son refugiados (1,8 millones son desplazados interno). Una buena parte se encuentra en el vecino Pakistán, donde Acnur tiene en marcha un programa de repatriación voluntaria, pero en 2018 solo 14.000 optaron por el regreso.
Además, de acuerdo a los datos ofrecidos por Acnur, los refugiados procedentes de Birmania (Myanmar) representan "el cuarto grupo de población más grande por país de origen".
La mayoría de los refugiados de Birmania fueron rohinyás recibidos por Bangladesh (906.600) al final del año. Otros países que han acogido son Malasia (114.200), Tailandia (97.600) e India (18.800), según un informe global de esa agencia de la ONU.
"Estas cifras demuestran una vez más la generosidad del Gobierno de Bangladesh", dijo el representante de Acnur en ese país, Steven Corliss, para instar a aumentar las ayudad a Dacca, que ha acogido a los rohinyás que huyeron de un genocidio en Birmania.
Del cerca del millón de rohinyás que viven en los campamentos, más de la mitad son niños sin acceso formal a la educación.
América marcada por el éxodo venezolano y la violencia de Centroamérica
México y Costa Rica fueron los países que más solicitudes de asilo recibieron en 2018, con 57.600 casos. En de Latinoamérica, región donde más de 7 millones de personas están en condición de desplazamiento, 4 millones de ellos venezolanos, cuyo éxodo se ha convertido en una de las crisis migratorias más complejas.
Según Acnur, las peticiones de asilo se han disparado y tres de los 10 países de los que proceden más solicitantes de asilo en todo el mundo son latinoamericanos: Venezuela, El Salvador y Honduras.
En 2018, México con 29.600 peticiones y Costa Rica con 28.000 fueron los países de Latinoamérica que más solicitudes de asilo recibieron, mientras que entre las principales nacionalidades del continente que solicitaron asilo en EEUU están El Salvador (33.400), Guatemala (33.100), Honduras (24.400) y México (20.000).
Venezuela, uno de los países con más reservas de petróleo, atraviesa desde 2014 una crisis económica y social que ha provocado el éxodo de unos 4 millones de ciudadanos que se dirigen principalmente a países como Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.
En 2018, el mayor número de nuevas solicitudes de asilo en el mundo correspondió a venezolanos con 341.800.
Estados Unidos y Europa
Bajo el gobierno de Donald Trump se han endurecido las medidas migratorias, con decisiones como la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS), que beneficiaba a inmigrantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua, las deportaciones masivas y la salida del Pacto Mundial de la ONU para la Migración.
Otras decisiones han sido levantar un muro en la frontera con México y la aplicación de la política de "tolerancia cero", por la que se ha separado a más de 2.000 menores de sus padres indocumentados, en lo que las organizaciones humanitarias consideran un de los mayores escándalos de refugiados en los últimos tiempos.
En la Unión Europea (UE), el número de ciudadanos no comunitarios que viven legalmente supera los 20 millones, a los que hay que sumar otros 10 millones de indocumentados, cifra similar a la que soporta EEUU, según datos oficiales de 2018.
El Mediterráneo es el foco dramático de la emigración a Europa y Médicos sin Fronteras (MSF) cifra en 1.151 las personas fallecidas en 2018 en el mar, donde entre enero y mayo de 2019 ya han muerto 519 personas, según la Organización Internacional de las Migraciones.
Uno de los principales receptores es Grecia, donde, cuatro años después del estallido de la crisis migratoria, la situación de hacinamiento sigue siendo dramática, sobre todo en Lesbos y Samos. Las cinco islas del Egeo que sirven de principal punto de entrada a Europa acogen a más de 16.000 migrantes, el doble de su capacidad, mientras en el continente hay más de 50.000 personas.
En la zona oriental de Europa, algunos de cuyos países fueron los más afectados por la crisis de los refugiados de 2015, la llegada a la vida política y el poder de grupos utranacionalistas ha provocado la adopción de medidas para reducir drásticamente la inmigración.
Es el caso de Austria, Hungría, Bosnia, Croacia o Eslovenia.
Diferente es el caso de Turquía, el país que acoge el mayor número de refugiados del mundo, con cerca de 4 millones de personas, el 90 % de ellas de nacionalidad siria, así como a unos 365.000 refugiados de otras nacionalidades, en su mayoría de Irak, Irán y Afganistán.
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