Tribunal de Quevedo ordena al SNAI reparación y disculpas públicas para Carolina Llanos
Según la resolución de primera instancia del Tribunal Penal de Quevedo, el SNAI deberá hacer una reparación integral a Carolina Llanos, pareja del exlegislador Galo Lara. La entidad apeló el fallo.
Carolina Llanos, sentenciada por el caso Quinsaloma, fue declarada inocente en septiembre de 2021.
Foto: Primicias
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El Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) deberá pedir disculpas públicas a Carolina Llanos, pareja sentimental del exlegislador Galo Lara, quien estuvo ocho años detenida por un triple crimen ocurrido en Quinsaloma (Los Ríos), el 4 de agosto de 2011.
Así lo decidió en primera instancia un Tribunal Penal de Quevedo, la mañana del 17 de mayo de 2024, luego de seis meses de haber presentado una acción de protección a favor de Llanos por haber sido detenida en estado de gestación.
Además, la defensa de Llanos pidió una reparación integral material e inmaterial o compensación económica, cuyo monto lo deberá determinar el Contencioso Administrativo, a partir de pruebas como gastos médicos, psicológicos, entre otros.
El SNAI apeló el fallo del Tribunal, aunque Dolores Miño, abogada de Llanos, considera que las pruebas sobre la detención de Llanos son contundentes y que ella no debió haber sido capturada en estado de embarazo y no haber recibido atención médica oportuna.
"La apelación no suspende los efectos de la sentencia, por ejemplo se podrían dar las disculpas públicas. Técnicamente se podría", aseguró Miño.
El 29 de septiembre de 2021, un Tribunal de Revisión de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) “restableció”, por unanimidad, el estado de inocencia de Llanos.
Lara también fue sentenciado como autor intelectual del triple asesinato, pero 10 años después su inocencia fue ratificada.
La pesadilla en la cárcel
Llanos fue detenida el 16 de enero de 2012 por el crimen de su primo Carlos Humberto Llanos Avendaño, de 37 años; la esposa Silvia Alexandra Parco Valverde, de 29; y su hijo de cuatro años, cuyos cuerpos fueron hallados en la finca María José, en el recinto Balcerío.
La Fiscalía de ese entonces, dirigida por Galo Chiriboga, construyó el caso y encontró tres responsables del delito:
- El exasambleísta Galo Lara y la madre de sus hijos, Carolina Llanos, como autores intelectuales.
- Gilbert Llanos, hermano de Carolina, como cómplice.
Los agentes de la Policía capturaron a Llanos en un centro comercial de Guayaquil, donde ella compraba ropa para sus hijos.
La mayor tenía 13 años y los mellizos cinco meses de nacidos. Los niños se quedaron con la niñera en el carro de Carolina. La Fiscalía de Quinsaloma giró la boleta de captura en contra de Llanos el 22 de diciembre de 2011, a las 16:55.
Luego de varias audiencias, Llanos, quien ya sospechaba que esperaba otro hijo de Lara, llegó a la cárcel de mujeres de Guayaquil el 17 de enero. Dos días después, a las 08:00, Carolina limpiaba los baños de la celda cuando una turba de internas entró violentamente.
Una de ellas intentó sacar un cuchillo, pero este se enredó en su chompa. Mientras intentaba destrabarlo, sus compinches la golpearon sin piedad. Llanos alcanzó a patear a una de sus agresoras y logró encerrarse en el baño.
Pero los rodillazos en el vientre fueron tan fuertes que le provocaron terribles dolores durante varios días. El 16 de febrero, Llanos solicita a la fiscal Inés Barco que designe a un médico legista para que le practicara una prueba de embarazo.
Esto fue confirmado por Daysi Trejo Valdez, especialista acreditada por el Consejo de la Judicatura.
El sangrado y el intenso dolor producido por los golpes hicieron que recién el 8 de marzo se comunicara a la entonces directora de la cárcel, María Belén Chérrez, quien dispuso a Victoria Sánchez de Vera, médico del centro penitenciario, que realizara una evaluación.
Ella sugirió que se trasladara de urgencia a Llanos al centro de salud Santa Marianita de Jesús para una ecografía obstétrica. Sin embargo, Chérrez negó la salida de Llanos y pidió otra opinión médica. La ambulancia tuvo que retirarse y Carolina regresó a la celda.
La hemorragia no paró y los abogados de Llanos insistieron en llevarla a un hospital. Como ya no había ambulancia, Carolina tuvo que ser trasladada a la Santa Marianita en un vehículo particular, según el parte del subteniente Leyver Mestanza Andrade.
Cuando Llanos llegó al lugar, se comprobó que el embrión de 8,5 semanas no tenía signos vitales, ya que la "atención médica fue extemporánea".
Los médicos le suministraron medicamentos para expulsar el feto, pero la directora de la cárcel determinó su inmediato retorno, aún con el embrión inerte en su cuerpo.
Al día siguiente, los dolores fueron insoportables. De inmediato regresó a la Santa Marianita, pero necesitaba atención especializada en el Hospital Enrique C. Sotomayor de Guayaquil, donde le diagnostican "aborto incompleto con sospecha de perforación uterina".
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