Así es como las rifas y los sorteos populares son usados como vehículos de extorsión
El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado halló, durante la realización de un estudio, que la extorsión se implementa también a través de la compra obligatoria de rifas. Se trata de una práctica que se puede manifestar en sitios con alta presencia criminal.
Un bingo multitudinario con más de 100.000 en premios se realizó en el cantón minero de Camilo Ponce Enríquez, en Azuay, el 10 de marzo de 2024.
Facebook José Sánchez
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En América Latina, la experiencia dicta que incluso algo tan simple como la entrega de un recibo de parqueo por estacionar en una zona pública enmascara una práctica extorsiva. Los grupos criminales también usan rifas y sorteos populares como una forma de extorsión.
Se trata de rifas ficticias, grandes bingos o sorteos que pretenden pasar por “solidarios”, cuya compra es obligatoria e incluye la cuota extorsiva. Además, la sola venta o entrega de las boletas le proporciona a las bandas criminales información para establecer luego ‘vacunas’.
En un trabajo de campo sobre la afectación a las empresas, el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) halló sectores de Lago Agrio (Sucumbíos), Nueva Prosperina (Guayaquil, Guayas) y Tulcán (Carchi) donde la extorsión se manifiesta a través de sorteos.
Sin embargo, se trata de una práctica que bien se puede presentar también en otros espacios con “presencia criminal significativa”, advierte Renato Rivera, director del Observatorio.
“Las experiencias con rifas en Colombia evidencian que detrás de esta estrategia está generar ‘inteligencia’ en los barrios y negocios para luego extorsionarlos, aunque también se usa para la regulación del orden con homicidios selectivos”, agrega Rivera.
Y es que el crimen organizado no solo busca aumentar su poder a través de la extorsión, y diversificar actividades delictivas, sino también consolidar su control territorial, explica.
El estudio en mención, la Encuesta Nacional de Victimización de Casos de Extorsión Empresarial de OECO, determinó que un 32% de las empresas sufre el flagelo en el país; casi cuatro de cada 10 en el caso de las empresas pequeñas.
Por el nivel de penetración, “la extorsión se está encaminando en Ecuador a convertirse en un impuesto de índole criminal”, según el especialista en economía del crimen organizado.
De “bingo millonario” a doble crimen
Los grandes sorteos en zonas mineras del sur del país también han encendido las alertas de la Policía.
Las prevenciones giran en torno al origen de los recursos con los que se impulsan grandes rifas o bingos y a la configuración de un posible lavado de activos en cantones donde opera la banda criminal de Los Lobos, según un oficial de Policía consultado.
En el cantón de Camilo Ponce Enriquez (Azuay), población afectada por la minería ilegal y ubicada entre Guayas y El Oro, se realizan tradicionalmente grandes rifas y bingos. Una empresa que realiza rifas en cantones, Sorteo Ganador La Ponce, tiene su sede allí.
Pero el “bingo millonario” del pasado 10 de marzo lo impulsó el propio alcalde del cantón, José Sánchez (+), empresario minero de la zona.
La tabla se vendió en USD 10 y los premios consistían en dos camionetas, un auto, cinco motos, cinco solares, una veintena de electrodomésticos y USD 40.000 en efectivo.
Según Sánchez, el bingo, con más de USD 100.000 en premios, tenía como objetivo recaudar recursos para invertir en obras y celebrar al cantón.
Con este tipo de actividades el empresario ya había construido un graderío para el estadio de la liga cantonal y parte de una casa comunal, explicó en su momento. Los vehículos y electrodomésticos se exhibieron en el cantón desde enero, meses antes del juego.
A pesar de la controversia por el bingo -en principio carecía de permisos de la Intendencia de Policía y ocasionó un fuerte congestionamiento de la vía Guayaquil-Machala-, el evento se realizó ante miles de personas en una explanada de ingreso al cantón.
El alcalde, también conocido como "Jushico", había prometido proteger al río Gala de la minería ilegal. En octubre de 2023 -cinco meses después de su posesión- su casa fue atacada a disparos, tras amenazas.
El alcalde fue asesinado al mes siguiente del bingo millonario, la noche del 17 de abril de 2024. Sánchez trotaba con su guardaespaldas en el sector de la Nueva Ponce cuando sujetos en una camioneta y prendas militares los atacaron a disparos. El crimen sigue en investigación.
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