Prostitución y microtráfico invaden el centro histórico de Ambato
Siete cuadras del centro de Ambato se han convertido en un refugio de delincuentes, que comercializan drogas en las calles y hasta en hostales.
Agentes de la Policía recorren en centro de Ambato para controlar el orden público.
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“No me queda otra que instalar mi negocio en casa. Me han amenazado e incluso en la puerta de mi local mataron a dos personas en 2022”, relata Juan. Su negocio está en las calles Mera y Juan Benigno Vela, en el Parque 12 de Noviembre, en el corazón de Ambato, capital de Tungurahua.
Esta zona es considerada un foco de inseguridad en la ciudad. Son al menos siete cuadras, en torno al parque, donde los comerciantes y sus habitantes viven en zozobra.
Las calles Mera, Juan Benigno Vela, Maldonado, 13 de Abril, Marieta Veintimilla, Martínez y Lalama, que están cerca al parque, son zonas donde, en especial por la noche, los transeúntes prefieren pasar corriendo si es posible por el temor a la delincuencia.
En honor a los patriotas
Este parque fue construido en 1923, como símbolo de patriotismo por la gesta libertaria del cantón. Era el centro del comercio porque cerca pasaba la línea del ferrocarril.
El historiador Gerardo Nicola narra en su libro sobre la historia de la ciudad, que el parque 12 de Noviembre fue un punto de jolgorio hace unos 80 años.
Luego empezaron a construir viviendas para alquilar piezas o cuartos por las actividades comerciales, estar cerca a la estación del tren y, como tenía todos los servicios básicos, era un lugar ideal para que los foráneos se hospedaran.
“Hace unos 20 años empezó a verse la presencia de las meretrices alrededor del parque, pero no había delincuencia. Sin embargo, con la pandemia y el ingreso de muchas personas indocumentadas se puso fea la cosa”, comentó Rómulo Bustos, quien vive en la calle Olmedo.
Drogas hasta en las cañerías
En 2021 y 2022, los alrededores del Parque 12 de Noviembre se convirtieron en un ‘campo de disputa’ para trabajadoras sexuales y los microtraficantes.
En 2022 hubo más muertes violentas. De las 41 que se contabilizaron durante todo el año, 10 ocurrieron en las siete cuadras conflictivas cercanas a la arboleda, todas por la disputa del territorio en la venta de drogas, cuenta el coronel William Calle, jefe de la Subzona de Policía.
Los operativos son permanentes por estos sectores de la ciudad, pero el problema continúa.
Esta zona se ha convertido en un centro de distribución de marihuana y cocaína, muchos utilizan a las meretrices para que vendan las dosis.
“Ofrecen libremente las drogas a cualquier hora del día y los consumidores las buscan. O ingresan a los hostales donde hacen el intercambio. Esto es un problema que no permite a los comerciantes honrados que trabajemos libremente en este sector de Ambato”, protestó Juan.
Operativos para salvar el centro
En septiembre, las autoridades realizaron dos operativos entre Gobernación, Intendencia, Policía Nacional, SRI y el Consejo de Seguridad Municipal (Comseca), que estuvo dirigido a hostales y licoreras.
Se decomisaron porciones de drogas que estaban ocultas en medio de las ventanas, los colchones, en las aceras y hasta en las cañerías de agua potable.
Calle informó que el 6 de septiembre decomisaron 30 kilos de drogas que estaban enterradas en el patio de una casa en el sector de Letamendi.
Pero según Inteligencia eran 60 kilos, ya que esos 30 faltantes se distribuyeron en menos de dos meses en Ambato.
La zona centro de la ciudad es considerada como el mayor centro de distribución de microtráfico. En un mes han capturado al menos a 20 personas sospechosas de venta de drogas al granel.
“Esta es una zona histórica y turística de la ciudad. Aún podemos recuperarla, pero el trabajo no solo es de las autoridades, sino también de la comunidad, que debe denunciar. Los hostales no deben admitir a indocumentados”, recalcó el coronel.
El director del Comseca, Sebastián Balarezo, mencionó que tienen un plan municipal que ejecutarán con todos los organismos de seguridad.
Uno de ellos es exigir a los dueños de hostales que alquilan habitaciones para el servicio sexual, que cambien de actividad o se vayan del sitio.
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