Cotopaxi: En Las Pampas no quieren minería y en Palo Quemado están divididos por consulta ambiental
Del 16 al 27 de marzo, técnicos del Ministerio del Ambiente tendrán un centro de información en Palo Quemado, previo a la consulta por la explotación minera en esta parroquia de Cotopaxi.
En las Pampas, Cotopaxi, sus habitantes le dicen no a la minería con leyendas pintadas en las paredes, el 14 de marzo de 2024.
PRIMICIAS
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El proyecto minero La Plata ha dividido a los habitantes de las parroquias vecinas: Las Pampas, Palo Quemado y Alluriquín, en el cantón Sigchos, Cotopaxi.
Según la página web del Ministerio de Energía y Minas, se explotarían 144,38 hectáreas de tierras, que representan el 1,2% de la superficie en la parroquia Palo Quemado, sitio escogido para una futura explotación minera de oro, plata, cobre y zinc.
La explotación ocurriría siempre y cuando los habitantes de la parroquia digan sí a la consulta ambiental que se espera realizar y que en la actualidad está en la fase informativa por parte del Ministerio del Ambiente.
Pero si la explotación será en Palo Quemado, ¿por qué afecta a las parroquias vecinas?
En Las Pampas aseguran que ya tienen experiencia en explotaciones realizadas en la década de los 60, cuando sus terrenos se vieron afectados y sus ríos contaminados.
A cinco minutos del centro de Palo Quemado están las bodegas temporales de lodo de perforación de la empresa minera La Plata, subsidiaria de la empresa canadiense Atico Mining Corporation.
La inversión prevista en la construcción de la mina es de USD 100 millones.
PRIMICIAS acudió al sitio para hablar con sus representantes, pero un guardia mencionó que no estaban autorizados a brindar información. La empresa busca los permisos requeridos para la extracción de los minerales en esta parroquia de Sigchos.
El proyecto minero La Plata ha estado pendiente desde 2023 debido a la oposición de los grupos antimineros y de movimientos indígenas. Junto a La Plata, también hay otros dos proyectos mineros 'congelados'.
En Las Pampas le dicen no a la minería
Para llegar a estas dos parroquias desde Sigchos se debe viajar unas tres horas por un camino lastrado y zigzagueante.
Las Pampas es una parroquia en la que no existe desempleo y tampoco sufre de hambre, aseguran sus directivos. Sus más de 5.000 habitantes se dedican a la ganadería y a la producción de panela, que exportan a España e Italia.
Esta localidad, a la que se llega desde Sigchos, parece suspendida en el tiempo, por sus casas coloniales, pero bien cuidadas y pintadas.
Rubén Balseca, presidente del Gobierno Parroquial de Las Pampas, explicó que la localidad tiene más de 120 años de fundación y 70 años como parroquia. Aquí, al menos 800 familias se dedican a la producción de la panela.
Cada semana producen mínimo 1.000 quintales semanales de panela e incluso pueden llegar a los 3.000 para la exportación y distribución directa en la Sierra centro de Ecuador.
Se estima que al menos 3.000 litros de leche salen desde esta parroquia hacia Santo Domingo de los Tsáchilas, ubicada a dos horas de distancia.
El presidente del Gobierno Parroquial asegura que en el sitio hay quienes tienen hasta 2,5 hectáreas de caña, pero que todas las familias se dedican a la ganadería y a la agricultura, cultivando naranjillas, plátanos y otros productos agrícolas.
Juan Carlos Carvajal asegura que desde 2012, cuando ingresó la explotación minera ilegal, detectaron problemas en sus propiedades.
Aunque en Las Pampas nunca han permitido el ingreso de la minería, sus habitantes aseguran que las perforaciones en Palo Quemado les afectará. En este sitio se registraron enfrentamientos antimineros protagonizados por comunidades indígenas, el 11 de marzo.
Recuerda que las primeras mineras comenzaron a llegar en 1965, pero se quedaron poco tiempo. En 2005 regresaron y las afectaciones se sintieron en zonas cercanas, como La Florida y Galápagos.
En 2012 estuvieron por diez años "y la tierra empezó a producir poco". El pasto micay, usado para la alimentación de ganado lechero y de engorde, comenzó a escasear, por lo que tuvieron que adaptar otra variedad.
También buscaron nuevas variedades de caña, porque la blanca, la nativa del sector, ya no producía.
Nunca utilizaban químicos para cultivar papas o alguna fruta, pero “desde que quitaron el mineral, la tierra se quedó sin vida. Aunque no explotaron en Las Pampas, sí nos afectó”, aseguró Carvajal, un defensor del agua y la vida.
"¿Si las minerías no destruyen y dejan riquezas, entonces por qué en Zaruma siempre hay afectaciones?", se pregunta Carvajal, quien anunció que en Las Pampas no apoyarán la explotación minera en Palo Quemado, porque a ellos también les afectaría.
En Palo Quemado están divididos
En Palo Quemado hay voces a favor y en contra de la minería. Guadalupe Gavilánez, de 65 años, asegura que al permitir el ingreso a la minera, los jóvenes tendrían fuentes de empleo seguro.
Y la propuesta de la minera canadiense es que se abrirían unas 900 fuentes de empleo. Pero Alicia Uribe pide que les entreguen un documento firmado donde les garanticen que no habrá contaminación.
Víctor Tocte, presidente de la Junta de Agua, pidió a la población que escuche todos los argumentos antes de pronunciarse.
La ingeniera Ambiental y docente universitaria, Kathalina Estupiñán, aseguró que "toda empresa debe utilizar químicos y maquinarias para realizar el proceso. Por eso deben analizar si lo que van a ganar tiene el mismo peso que lo que perderían”.
De su parte, Evelyn Puga, del Ministerio del Ambiente, sostuvo que se encuentran en el proceso de socialización previo a la consulta ambiental para el proyecto de concesión minera La Plata.
Durante una semana, técnicos del Ministerio del Ambiente entregarán información en el Coliseo de Palo Quemado, para que los habitantes estén informados.
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