Militares 'irrumpen' en la cotidianidad de los barrios quiteños
Con armas largas y de imprevisto, así ingresan los militares a los barrios de Quito. Abordan a personas al azar en busca de armas y tatuajes que los delaten como integrantes de bandas criminales.
Un equipo militar recorrió los barrios del Sur y el Centro de Quito, la tarde del 15 de enero de 2024.
PRIMICIAS
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Son las 15:10 del 15 de enero de 2024. Cuatro camionetas circulan a 80 kilómetros por hora por el carril exclusivo de la Ecovía. A bordo de los vehículos están 19 militares de tropa y un oficial. El equipo de combate salió del Fuerte Militar Epiclachima, en el sur de Quito.
Desde que el presidente Daniel Noboa declaró la existencia de un conflicto armado interno, el 9 de enero de 2024, ese es uno de los sitios de concentración de los militares en la capital. Desde ese predio militar, tres equipos de combate salen a patrullar las calles de la ciudad.
Cada uno recorre varios barrios y zonas -consideradas calientes- por tres horas en cada turno. Por seguridad, las Fuerzas Armadas no revelan a qué hora, ni en dónde se hacen los operativos.
La tarde del 15 de enero de 2024, un equipo de PRIMICIAS acompañó a los uniformados en un recorrido de rutina.
Minutos antes de empezar el operativo, los uniformados se agrupan en el Fuerte Militar. Se dividen en las cuatro camionetas y reciben las instrucciones finales. Cada uno tiene un fusil, un chaleco y un casco de protección balística.
Están preparados para disparar.
Solo el oficial a cargo del recorrido conoce los sitios que visitarán. Por eso, su camioneta encabeza la caravana. El recorrido tiene puntos fijos, pero también el oficial puede ordenar la detención cuando observen a personas sospechosas.
Con la orden del presidente Daniel Noboa, ahora los militares están facultados a actuar en las calles. El Teniente a cargo explica que ya no solo revisan armas y explosivos, como lo hacen normalmente. Ahora, apuntan a miembros de bandas terroristas buscando tatuajes y otros indicios.
Tras cinco minutos de recorrido, la caravana militar deja la vía exclusiva y se interna en la avenida Pedro Vicente Maldonado.
En una de las entradas que lleva a Chillogallo, los vehículos se detienen abruptamente. Dos motocicletas son el objetivo. Los agentes descienden rápidamente y piden a los ocupantes de esos vehículos que levanten sus manos y las apoyen contra la pared.
Los revisan exhaustivamente, les piden las cédulas de ciudadanía y luego que repitan de memoria el número de identificación. No encuentran nada. Los transeúntes miran con atención y asombro la escena.
Los militares suben a los vehículos y siguen el recorrido. Uno de los agentes que forma parte de la patrulla explica que "las cosas en Quito han estado tranquilas", en los días posteriores a la declaratoria de conflicto armado.
En busca de terroristas
La caravana militar avanza por el sur de Quito. Uno de los sitios donde se detiene es Nueva Aurora, un barrio de Quito que en los últimos meses se había convertido en una de las zonas de influencia de bandas como los Lobos.
En julio de 2023, en una peluquería ocurrió un triple asesinato. La Policía señaló que ese tipo de establecimientos se habían convertido en fachadas de negocios ilícitos de expendio de drogas.
El crimen de julio ocurrió cerca de la calle General Julio Andrade, que es la más comercial de la zona. Esta vía está llena de locales comerciales de todo tipo.
Se venden víveres, ropa, calzado, artículos escolares y de oficina, entre otras cosas. Pero, además, en las veredas se ubican decenas de informales que venden desde alimentos hasta espumas de carnaval.
A las 15:30 del 15 de enero, los militares irrumpieron de imprevisto en esa calle. Los comerciantes y clientes se quedaron absortos. No es común que uniformados con armas largas recorran a pie esa zona.
Los agentes observan atentamente a los locales, uno de ellos explica que cuando los ven, los microtraficantes u otros delincuentes ingresan a estos sitios para esconder mercancías ilegales.
También están atentos a los habitantes de calle, que suelen ser parte de mafias dedicadas al microtráfico. En esa calle, los militares revisaron a seis personas: manos a la pared, cédula de identidad y revisión de mochilas y bolsas.
Con los habitantes de calle el mecanismo cambia. No tienen documentos. Entonces, les piden que se saquen zapatos y medias para cerciorarse de que no escondan nada. También -en algunos casos- las camisetas para revisar la presencia de tatuajes alusivos a las bandas.
¿Cómo deciden en qué lugares y a quiénes revisar? El militar a cargo del operativo explica que es una cuestión que mezcla la técnica y el azar. Conocen por informes de inteligencia dónde y cómo operan las mafias en Quito.
Por eso acuden a zonas identificadas, pero al llegar eligen a sus objetivos con base a indicios cómo la forma de vestir o actuar. O, simplemente, al azar. Así en el país se han encontrado 645 armas de fuego y 664 blancas, droga y 488 explosivos.
'Zonas calientes'
Tras dejar Nueva Aurora, la caravana militar recorrió otros sitios del Sur de la capital, cómo Caupicho. Luego, el objetivo fue el Centro de la ciudad, otra zona considerada caliente.
No obstante, la noche de 15 de enero de 2024 la Policía Nacional halló 130 tacos de dinamita en el sector de San Roque. Los explosivos fueron hallados en la puerta de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), que estaba cerrada en ese momento.
Horas antes, la patrulla militar recorrió esa zona, aunque sin novedades. Las camionetas transitaron cerca de los túneles, el mercado de San Roque, el cementerio de San Diego y la Plaza de La Victoria.
En esos sitios requisaron a personas sospechosas. Nuevamente, no encontraron nada. "Saben que estamos en esto, están escondidos", dice uno de los militares al borde de la camioneta. Por eso, dice que la intervención militar debe ser permanente por, al menos, un año.
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