“Un 16% de estudiantes tiene relación con bandas en Monte Sinaí”, según la Policía
Tras casi dos meses desde su lanzamiento, aún no se puede implementar el Plan de Policía Escolar en Guayaquil y Durán. Falta autorización del Ministerio de Educación para que agentes puedan resguardar el interior de planteles educativos priorizados.
La Policía y el Municipio intervinieron el 9 de agosto en los entornos del nueve unidades educativas de Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil.
Municipio de Guayaquil
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El plan Policía Escolar se anunció en julio ante el aumento de la violencia criminal. Y el objetivo era poner a un policía al interior de unidades educativas priorizadas en función del riesgo y la vulnerabilidad de estudiantes. Pero casi dos meses después, aún no se implementa.
El teniente coronel Roberto Santamaría, director de los programas de seguridad en los planteles de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), informó que la Policía Nacional sigue a la espera de una autorización oficial del Ministerio de Educación.
La Policía capacitó a 40 agentes para prestar el servicio de resguardo y vigilancia en 29 planteles de Guayaquil y siete de Durán. De hecho, los uniformados ya cuentan con un espacio de oficina en las escuelas y colegios.
La propia ministra de Educación, María Brown, anunció el plan piloto el pasado 19 de julio en Durán. Pero el oficial a cargo del programa no explica la tardanza para autorizar la entrada de los agentes.
“Hay una insensibilidad, los maestros están desesperados porque les están extorsionando y amenazando, ya no solo afuera, sino también al interior de los centros educativos”.
Roberto Santamaría, jefe de Policía de Nueva Prosperina
“La disposición de la Subsecretaría (de Educación) en Guayaquil es que está prohibido que entre un policía a la escuela”, le dijo Santamaría a PRIMICIAS.
“Maestros se sienten abandonados”
El coronel Santamaría, quien también es jefe del distrito Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, el más violento de la ciudad y “plagado de grupos delictivos”, subrayó la urgencia de iniciar con el plan en esa zona.
En Nueva Prosperina son nueve las instituciones priorizadas por su perfil de riesgo.
“Es una situación desesperante para los maestros, se sienten abandonados”, dijo el oficial. “No podemos estar como guardias de seguridad en todas las escuelas porque existen diferentes auxilios, es por eso que ideamos un proyecto con el Ministerio y los municipios”.
El programa de Policía Escolar va un paso más allá del plan Escuela Segura, que se limita a brindar resguardo policial externo, al ingreso y salida de estudiantes, también en unidades priorizadas.
En el noroeste de la ciudad, en sectores urbano marginales como las cooperativas de vivienda de Monte Sinaí, las bandas comenzaron a dividirse los barrios por sectores y extorsionan por igual a casas, negocios o camiones, cuando no recurren al secuestro.
“No hay compasión con nadie y ahora todo es susceptible de extorsión”. El entorno educativo no escapa a esas prácticas, reconoce Santamaría, quien dice tener reportes de amenazas a maestros por notas, trabajos o pases de año.
“Hicimos un muestreo y determinamos que en el distrito Nueva Prosperina el 16% de los estudiantes tienen relación directa, indirecta o son parte de grupos de delincuencia organizada”.
Roberto Santamaría, jefe de Policía de Nueva Prosperina
En sectores como Monte Sinaí las bandas captan a adolescentes y jóvenes estudiantes para participar de actividades delictivas, según la Policía.
“Lamentablemente existen estudiantes que no van a estudiar, sino a reclutar, a propiciar la venta de drogas o tráfico de armas, es algo que hemos podido evidenciar”, agrega el oficial.
Como en las favelas
La figura del Policía Escolar se utiliza en países como Estados Unidos por el problema de los tiradores en planteles y campus universitarios. También en las favelas de Rio de Janeiro, en Brasil.
En Nueva Prosperina la idea de un uniformado para planteles priorizados surgió tras un reporte de 10 personas armadas que ingresaron con fusiles a un colegio en busca de estudiantes de otro grupo delictivo, en lo que “pudo convertirse en una masacre”.
El policía que permanecerá en el interior de las escuelas priorizadas realizará análisis de riesgo, seguridad y orden. También coordinará el patrullaje exterior y actuará como un “generador de paz”.
Además, podrá realizar requisas en mochilas de los estudiantes en busca de droga o armas de fuego, según prevé el plan. También trabajará la respuesta ante emergencias o ante un eventual ataque armado al interior del plantel.
Los policías capacitados cuentan con material didáctico y la Fundación Panamericana para el Desarrollo comprometió computadoras para los agentes.
Mientras que los Municipios de Guayaquil y Durán están trabajando en la intervención alrededor de los planteles. Se busca mejorar cerramientos, falta de luminarias, implementar videovigilancia, señalética horizontal y vertical o ejecutar trabajos de asfaltado (de requerirse).
En Nueva Prosperina se prevé intervenir con un operativo la próxima semana en el control de venta de licor en un perímetro de 250 metros alrededor de las nueve unidades educativas priorizadas.
El Municipio de Guayaquil ya realizó allí una primera intervención a inicios de agosto.
PRIMICIAS consultó al Ministerio de Educación sobre el retraso en la implementación del plan, pero no hubo respuesta.
El componente principal del programa, llevar a un policía al interior de las unidades educativas con mayor riesgo, seguirá aguardando por la autorización de este ministerio.
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