De salmón a "mortadela de caballo”: Así cambió el menú en las cárceles de Guayaquil
El Gobierno y la Defensoría del Pueblo coinciden en que el bajo valor referencial de tres comidas diarias por preso (USD 2,50) ahonda en la crisis de provisión de alimentos en las cárceles.
Imagen de archivo de entrega de comida a privados de la libertad por parte de la empresa proveedora Lafattoria.
Lafattoria
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Un encebollado que parece “cocinado con el rechazo del pescado y que afloja el estómago". Una mortadela a la que llaman de “caballo". Y unas tortillas de soya que causan repulsión. Así describen los presos el menú que reciben en las cárceles de Guayaquil.
Pero se trata al menos de una provisión regular de alimentos, ahora en riesgo. La empresa de catering Lafattoria suspendió por falta de pago el servicio de alimentación en las cárceles del norte del país, sin provisión industrial de comida desde el 1 de mayo.
Y la contratista advierte con hacer lo mismo en Guayas. Lafattoria prevé suspender el servicio en el complejo de cinco cárceles de Guayaquil este viernes 31 de mayo, a menos que el gobierno se ponga al día con cinco meses de deuda atrasadas por USD 30 millones.
Según familiares de los privados de la libertad, la tardanza en la entrega de la comida por parte del personal militar pone rancias tarrinas de tallarines -por ejemplo-, que los presos comen al apuro en el suelo, bajo amenaza de maltratos, en los patios de los pabellones.
El menú actual contrasta con la alimentación disponible hasta antes de la militarización de las prisiones, a inicios de 2024, en los penales del norte de la ciudad.
Los privados de libertad que tenían la posibilidad cocinaban en sus propias celdas ollas de fideos instantáneos con un pollo entero adentro, como alternativa a las raciones industriales.
Mientras que los condenados de más alto perfil en la Cárcel Regional hacían entrar platillos de salmón a través de presos con enfermedades crónicas que salían a terapias regulares o a controles médicos y a los que se les permitía reforzar su alimentación.
Adiós menajes de cocina y economatos
Según Lafattoria, los alimentos preparados en la Regional se reparten por igual -el mismo menú- en la Penitenciaría, el Centro de Detención Provisional, la cárcel de mujeres y La Roca, donde hay detenidos por corrupción, asociación ilícita y cabecillas de bandas.
Las cinco cárceles contaban con una población de casi 12.500 presos hasta el primer trimestre de 2024. Y las Fuerzas Armadas han confiscado también cocinetas y menaje de cocina.
Además, debido a extorsiones, amenazas, atentados y amotinamientos, los economatos han ido abandonando la venta de artículos a los privados de libertad en las prisiones, lo que les imposibilita cocinar o alimentarse por su cuenta.
Un informe del SNAI de febrero pasado da cuenta que el economato de la Penitenciaría del Litoral no se encuentra “laborando en su totalidad” debido al reporte de daños y pérdidas luego del 9 de enero, tras la suscripción de los decretos de estado de excepción y conflicto armado interno.
Los presos están incomunicados y las visitas prohibidas desde la militarización. Mientras que un brote de tuberculosis ha afectado a casi toda la población de los pabellones 7 y 8. También se ha generalizado sarna o abscesos en la piel, según denuncian familiares.
Los reportes médicos del hospital de Monte Sinaí hablan de un aumento en la llegada de presos enfermos -hasta 26 personas-, e incluso se ha registrado la muerte de pacientes que llegan “descompensados y desnutridos”.
Así es el menú de USD 2,50 al día por preso
A pesar de las quejas de presos y sus familiares sobre la comida, desde Lafattoria defiende la calidad de la alimentación proporcionada de forma ininterrumpida a pesar de la falta de pagos. Aunque reconocen limitaciones en la variedad del menú.
Richard Villagrán, presidente de Lafattoria, le explicó a PRIMICIAS que la comida caliente e industrial que proveen hasta ahora a los presos aporta 2.000 kilocalorías al día.
“No vas a tener la variedad de la casa. No es tan fácil cocinar con USD 2,50 café, almuerzo y merienda; y además, financiar al Estado durante cinco a siete meses”, dijo.
Según el empresario, el propio Servicio de Atención a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) les ha reconocido un nivel de satisfacción del 80%.
La oferta típica del desayuno es un pan (con mermelada, queso, huevo o mortadela), colada y un banano, según la empresa.
Se trata de un menú aprobado por el Estado, de USD 2,50 al día por preso. Y puede incluir un almuerzo con sopa de torreja o pollo, un arroz con seco de pollo y jugo, según la empresa. Mientras, en la cena se proporciona un arroz con proteína o ensalada y un agua aromática.
Las condiciones de contratación han contribuido a la falta de oferentes en los procesos de licitación, según Villagrán.
Lafattoria dejó de proveer alimentación a las cárceles del norte del país el 1 de mayo. Tuvo que liquidar a trabajadores y suspendió el servicio por falta de pago.
Un día después, el Gobierno presentó en la Fiscalía una ‘noticia criminis’ para que se investigue a la firma por sospechas de presuntos vínculos con el crimen organizado.
Y desde entonces Gobierno y empresa se mantienen en un pulso que puede terminar con la provisión de alimentos al complejo de cárceles de Guayaquil, este viernes 31 de mayo.
“Los USD 2,50 son insuficientes”
Tanto el Gobierno Nacional y la Defensoría del Pueblo coinciden en que el valor referencial de USD 2,50 por tres comidas diarias por detenido es parte del problema (cinco comidas al día por el mismo precio para el caso de los adolescentes infractores).
Ese valor se mantiene desde hace 12 años. Desde la Secretaría General de Integridad Pública aducen que el precio ha impedido procesos de licitación más competitivos.
En tanto, la Defensoría emitió un informe sobre la situación en las prisiones de la zona norte y las gestiones adelantadas por el SNAI para lanzar una licitación y conseguir un nuevo proveedor.
“Por experiencias pasadas existe una alta posibilidad de que el proceso se declare desierto por falta de oferentes, debido al bajo valor referencial de las comidas diarias, que no lo hace atractivo en el mercado”, anotó la Defensoría.
Otro elemento a considerar es el retraso de los pagos a proveedores del Estado, agrega la entidad.
Según la Defensoría, la alimentación que se está brindando en las cárceles del norte del país -a unos 11.000 presos- gracias a donaciones o autogestión, carece de valor nutritivo suficiente, pues se supedita de momento a donaciones y se limita solo a dos comida diarias.
Tampoco se están considerando necesidades especiales de dieta que cumplan con requerimientos médicos, según la entidad.
El SNAI proyecta subir un nuevo proceso de licitación hasta el 21 de junio y aspira a adjudicarlo en las primeras semanas de agosto.
Una alerta emitida por el Centro de Inteligencia Estratégico (CIES) a mediados de abril ya advertía ante la posible alteración del orden, así como de posibles amotinamientos debido a la falta del personal de la empresa Lafattoria en las prisiones.
Compartir: