Manabí: Militares han decomisado explosivos listos para usarse en atentados terroristas
El general de Brigada Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Manabí, hace un balance sobre la guerra contra el crimen organizado en una de las provincias más violentas de Ecuador.
Operativos militares en el barrio San Agustín de Manta, Manabí, el 7 de junio de 2024.
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Manabí, provincia costera de Ecuador, ocupa el tercer lugar con más muertes violentas del país, después de Guayas y Esmeraldas. Solo en el Distrito Manta, que incluye los cantones de Jaramijó o Montecristi, se han producido al menos 170 crímenes en lo que va de 2024.
Por ello, el Gobierno trasladó, a inicios de junio, a las cúpulas policiales y militares a la provincia para desarticular a bandas narcoterroristas como Los Choneros, Los Lobos y a su facción armada Los Pepes, que se ha atribuido las últimas masacres en Montecristi y Manta.
Ante esta realidad, el general de Brigada Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Manabí, sostiene que han fortalecido la vigilancia por aire, mar y tierra, con vehículos de última tecnología para contrarrestar el ataque de las bandas criminales.
En una entrevista con PRIMICIAS, el general Guaytarilla asegura que varias entidades públicas tienen vigilancia militar, luego de que informes de inteligencia hallaran indicios de posibles atentados terroristas con explosivos de alta potencia.
Las Fuerzas Armadas trasladaron sus operaciones a Manta para enfrentar a los grupos de delincuencia organizada. ¿Cuál es la evaluación hasta el momento?
Permítame hacer un poco de historia de esta unidad que se conformó el 4 de abril del presente año. Vamos un poco más de dos meses en las operaciones en Manabí.
Esta estructura que organizó el Comando Conjunto pretende dar solución a un problema que tuvo un repunte en las muertes por sicariatos y toda la problemática que se vive aquí, expresamente por el control de los espacios por parte de las bandas delincuenciales.
Por ejemplo, bandas como la de Los Choneros y Los Lobos. Esta fuerza viene desempeñando operaciones militares para el control de espacios terrestres, marítimos, fluviales y aéreos.
Esto nos ha permitido hacer un gran desplazamiento para el control de todos los territorios en los 22 cantones de la provincia y, afortunadamente, estimo que estamos cumpliendo nuestra tarea.
Al incrementar los efectivos aquí en la provincia e intensificar las operaciones militares, indudablemente los efectos fueron los que ahora estamos viendo.
Una vez que llegó la Fuerza de Tarea Conjunta nos encontramos con una problemática bien grave, podríamos decirlo, porque el índice de víctimas, sea por sicariato o por muertes violentas, era muy elevado.
Hoy, las estadísticas nos dicen que tenemos una tendencia a la baja.
¿Cuántos efectivos militares se han desplegado en estos momentos a Manabí?
La Fuerza de Tarea Conjunta tiene unidades del interior del país, que se encuentran acantonadas en las provincias de la Sierra. Tenemos 2.500 hombres para poder realizar nuestro trabajo en la provincia de Manabí y 600 solo en Manta.
Esta fuerza de tarea está conformada por todas las unidades terrestres, navales y aéreas, como el Ala de Combate número 23, lo que nos permite orientar de mejor manera todos los esfuerzos para conducir adecuadamente las operaciones.
La guerra contra la delincuencia organizada es por tierra, mar y aire.
Así es, tenemos un gran despliegue de fuerzas militares realizando el control, especialmente de las áreas más conflictivas, en los cantones más peligrosos como Manta, Portoviejo, Pedernales y Puerto López, donde hemos orientado el control a lugares de concurrencia masiva.
También controles móviles en las carreteras, una estrategia que hemos adoptado para poder cubrir espacios donde se cometen delitos. Contamos con toda la tecnología.
La Fuerza Naval, a través de las capitanías de puerto, lucha por el control de los espacios acuáticos por donde presumiblemente se saca la droga.
En el espacio aéreo tenemos a la fuerza de reconocimiento, que nos permite, con su tecnología, con cámaras muy potentes, saber qué es lo que está pasando incluso al interior de una instalación.
Tenemos capacidad para realizar vuelos nocturnos con fines militares de protección y de persecución, si fuera el caso.
Hay además dos helicópteros, de la Fuerza Aérea y del Ejército, que disponen de alta tecnología, muy versátiles para ejecutar incluso vuelos nocturnos, con dispositivos que permiten una gran cobertura y observación a grandes distancias.
Usted mencionada a bandas como Los Choneros y Los Lobos, pero se unió un nuevo grupo que se autodenomina Los Pepes, que pretende exterminar a Los Choneros, lo que incrementó la violencia en sitios como Montecristi, por ejemplo.
Sí, se presume que esta banda de Los Pepes no es sino un brazo armado de Los Lobos, un distractor que utilizan estas estas bandas delincuenciales para no atribuirse de una manera generalizada todas las víctimas de la delincuencia.
La semana pasada hubo operativos militares en casas de familiares de Adolfo Macías, alias 'Fito', líder de Los Choneros. ¿Han logrado capturar a gente cercana al prófugo?
Como Fuerzas Armadas, nuestra lucha es contra todos los que actúan al margen de la ley. No es solo un objetivo. La semana anterior se hicieron unas operaciones militares, pero no orientadas precisamente a determinados sujetos, sino de manera general.
En lo que va del año se han destruido al menos siete pistas clandestinas usadas por el narcotráfico en Montecristi, Jipijapa, Puerto López, Pedernales y Jama. ¿Han detectado otras?
Desde abril hasta el momento tenemos cuatro pistas clandestinas inhabilitadas o destruidas. Estas pistas han sido localizadas por personal de la Fuerza de Tarea, sea por medio terrestre o utilizando medios tecnológicos, como drones.
La semana pasada, precisamente, fue la última pista que se inhabilitó en el cantón Montecristi y en el sector de Manantiales. Es una pista de 1.200 a 1.300 metros, tomando en consideración que una aeronave usada para los ilícitos necesita de 300 a 600 metros.
Son aeronaves muy pequeñas utilizadas para el tráfico de drogas. Entonces es estratégico ponerlas cerca de la playa por donde inmediatamente, una vez que aterricen las avionetas con con la droga, embarcan y presumiblemente estarían yéndose vía marítima.
Nosotros desplegamos diariamente los helicópteros de reconocimiento que tenemos a través de la costa para vigilar.
La presión que ejercen las Fuerzas Armadas en Manabí ha provocado que el crimen organizado se mueva a provincias como Guayas o Los Ríos. ¿Cómo arrinconarlos?
Sí, esa curva descendente de las muertes violentas que tenemos en la provincia ha sido por la intensificación de las operaciones militares.
Hemos hecho una estrategia, por ejemplo, cerrar toda una ciudad, toda una población, para hacer nuestros registros con inteligencia militar cuando nos permitían los decretos de estado de excepción para hacer allanamientos. Esta es una herramienta muy buena.
Esto se conoce como 'efecto globo'. Al ver la presión ante una amenaza, lo que hacen es desplazarse, confundirse en la población y eso posiblemente es lo que está ocurriendo.
La evaluación que está haciendo la Fuerza de Tarea ha determinado que están trasladándose. Estamos en control de los 22 cantones que tiene esta provincia y en todas las provincias ejerciendo al máximo la presión para que terminemos con esto.
¿Qué es lo que más les ha llamado la atención en estos operativos, tomando en cuenta el poderío económico de estas bandas?
En estos dos meses y un poco más hemos ejecutado 4.300 operaciones, hemos decomisado 141 armas de diferente alcance, armas largas -como fusiles-, armas cortas -como pistolas-.
Sumado a las 1.622 municiones de diferente calibre. Esta guerra es para sacar ese armamento y esas municiones de las calles, que indudablemente significan vidas humanos que estamos salvando.
¿Qué tipo de amas sofisticadas han hallado?
Los fusiles que hemos encontrado en la provincia son contundentes, son fusiles calibre 7,62 o 5,56, que son letales. Ese es el armamento que utilizan estas bandas criminales. Por ejemplo, 46 artefactos explosivos ya preparados para atentados terroristas, listos para utilizar.
Encontramos más de 5.000 metros de cordón detonante, un alto explosivo que se utiliza con fines militares para realizar cortes de estructura o cortes metálicos.
Podemos resaltar los 80 detenidos en fragancia en operaciones militares, todos ellos con antecedentes penales, con órdenes de captura y que eran miembros de organizaciones criminales que operan aquí.
Ustedes no solo se enfrentan a la delincuencia organizada ecuatoriana, sino también a los carteles mexicanos, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que financian a estas bandas con armas y dinero. ¿Cuál es la estrategia?
Realmente lo que debe preocuparnos es lo que lo que pasa al interior de nuestro país. Estamos en esta lucha y lo que usted dice es muy cierto, los carteles internacionales están ligados a las bandas delincuenciales que operan en nuestro país.
Nosotros tratamos de mantener el control de nuestros espacios y acabar con esta guerra que lamentablemente tiene una estructura muy sólida, que tiene los recursos.
Pero tenemos que seguir luchando con toda la ciudadanía. Tenemos el plan de recompensas 131, que es una línea segura, esperamos esas llamadas para que nos den información y acudir inmediatamente donde ocurra un atentado. Esta acción nos va a permitir ser más eficientes.
¿Esa mecha explosiva decomisada iba a ser usada para perpetrar actos terroristas como el que ocurrió en la Agencia de Tránsito de Manta?
El hecho es conocido, la situación es que no solamente es la Agencia de Tránsito, hay varios indicios de amenazas a personas, organizaciones, entidades públicas. Lo que nosotros hacemos es fortalecer la seguridad de manera integral.
Nosotros estamos ahí, trasladando con los medios logísticos que tenemos a otros cantones también donde se han dado incidentes delincuenciales. Además, es importante el apoyo que que nos da la Policía Nacional.
¿Qué otras instituciones han recibido amenazas?
Permítame, por seguridad, no mencionar a las otras entidades en las que hemos tenido indicios de inteligencia militar. Precisamente a los sectores que ya han tenido algún indicio de amenaza, de sabotajes, es donde nos enfocamos para darles seguridad.
Hay amenazas, no solo a instituciones, sino también a personas públicas, funcionarios públicos que también deben tener seguridad en estos momentos.
¿Cómo perjudica el hecho de no tener radares, como el que había en Montecristi, en la lucha contra el narcotráfico?
Le manifesté hace un momento que tenemos los helicópteros asignados a la fuerza de tarea que realizan el control del espacio aéreo. No nos olvidemos también que tenemos aviones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que hacen sobrevuelos y reconocimientos.
Mantenemos el control, hay interdicción aérea inmediata.
Las Fuerzas Armadas también actúan en las cárceles de Manabí. ¿Cuál es la situación en esos sitios?
Nosotros tenemos el control de las cuatro cárceles: Jipijapa, Bahía de Caráquez, Portoviejo (El Rodeo) y la cárcel de mujeres. Este control es interno y externo. Hemos realizado ingresos a todos los pabellones.
Y en los registros hemos encontrado drogas, así como armas blancas, dispositivos electrónicos y teléfonos celulares. Sobre todo medios de comunicación de avanzada tecnología que utilizan para transmitir sus órdenes.
Tenemos, por ejemplo, unas radios muy potentes con muchos kilómetros de alcance. Hemos desmantelado esta infraestructura de comunicación.
Las autoridades investigan muertes sospechosas y torturas en las cárceles de Ecuador bajo control militar. ¿Qué ha pasado en Manabí?
Fuerzas Armadas siempre han sido las más respetuosas de los derechos humanos y de los tratados y convenios. Hasta en el conflicto de Cenepa fuimos muy respetuosos del enemigo en en una guerra regular, más aún acá.
Créame que a veces indignan los falsos testimonios. En la provincia de Manabí no hemos tenido reporte de esto, hemos invitado a las autoridades, por ejemplo, cuando hacemos intervenciones en las cárceles.
Pero unos van y otros no. Eso es lo que nos incomoda, para evitar malos comentarios o falsos testimonios deberían acudir para que sean testigos presenciales de lo que nosotros estamos haciendo, principalmente a la Defensoría del Pueblo.
Ha ido en ocasiones, así como otras organizaciones a las que hemos invitado con el único ánimo de que vean transparentemente nuestro accionar bajo el respeto absoluto a los derechos humanos.
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