Nueva Prosperina, entre los cinco lugares más violentos del mundo
La tasa de homicidios en el sector noroeste de Guayaquil solo se compara con la de cuatro pequeñas poblaciones mexicanas que están ubicadas en lo más alto del ranking de las ciudades más violentas del mundo. Nueva Prosperina podría terminar el año en tercer lugar.
Sobrevuelo por asentamientos de Monte Sinaí, en el distrito Nueva Prosperina, el más violento de Guayaquil, en el noroeste de la ciudad.
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Si Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil, fuera una ciudad, sería una de las más pobladas de Ecuador, y su nombre aparecería en el ranking mundial. Ahora mismo, solo ese distrito ya se ubica entre los cinco lugares más violentos del mundo si se compara con las ciudades con mayor tasa de homicidios.
Este año, hasta el 31 de agosto, en el sector de Nueva Prosperina hubo 456 muertes violentas, lo que representa una tasa de 125,62 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Se trata de unos niveles de violencia solo comparables con los de las cinco poblaciones con más homicidios del mundo respecto al número de sus habitantes, todas ubicadas en México y las únicas con tasas de homicidios de tres dígitos.
Con 363.000 habitantes, Nueva Prosperina está al mismo nivel que los cuatro lugares que encabezan el Ranking 2022 de las 50 ciudades más violentas del mundo. Se trata de sitios con más de 300.000 habitantes, sin un conflicto bélico abierto.
El Ranking 2022 del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal lo lidera Colima, con 181.94 homicidios por 100.000 habitantes.
Pero no es todo. El teniente coronel Roberto Santamaría, jefe de Policía de Nueva Prosperina, considera que el distrito podría acabar el año con una tasa de 171 homicidios por 100.000 habitantes.
Es decir, los cinturones de pobreza del noroeste de Guayaquil podrían convertirse en el tercer lugar más violento del mundo.
Se trata de indicadores preocupantes, según el oficial, pues Nueva Prosperina es más grande que las tres ciudades más violentas del mundo. Y su población está al mismo nivel que la cuarta en el ranking.
Sector tomado por las bandas
La Policía requiere duplicar el número de servidores policiales en el noroeste de Guayaquil, actualmente con 600 uniformados (480 operativos), según Santamaría, en una zona con deficientes condiciones de habitabilidad para los policías.
Pero también solicita recursos como vehículos blindados y armas secundarias (fusiles) para hacer frente a bandas que pretenden expulsar a los agentes de las Unidades de Policía Comunitaria (UPC), en la más reciente estrategia de la delincuencia organizada.
“El distrito metropolitano de Guayaquil está integrado por ciudades como Durán, Samborondón y conglomerados de igual o mayor tamaño, como Nueva Prosperina”.
Roberto Santamaría, policía Nueva Prosperina
En Nueva Prosperina operan las bandas Fatales, Tiguerones, Águilas y Los Choneros. Estos grupos han conquistado el territorio en una guerra con otras organizaciones, a través de alianzas como 'Águilas-Fatales' contra 'Los Lobos-Tiguerones'.
En 2021, la tasa de asesinatos que, desde 2015, venía siendo menor a un dígito en el distrito subió hasta 25,7 homicidios por 100.000 habitantes. Y en el 2022 se disparó a 98,7, con 375 muertes violentas al año.
Desde finales del año pasado las bandas cambiaron el delito común por una cuota semanal de extorsión (vacuna) a casas y negocios, además del secuestro extorsivo a taxistas, repartidores, vendedores o comerciantes.
Entre los seis grandes circuitos de Nueva Prosperina están Monte Sinaí, Flor de Bastión, Paraíso de la Flor, Nuevo Guayaquil, Fortín y Nueva Prosperina.
Solo Monte Sinaí cuenta con 39 cooperativas de vivienda y hay 9.325 hectáreas sin asfaltar. Sus habitantes no tienen servicios básicos.
Nueva Prosperina, tierra olvidada
Lo que hoy lleva el nombre de Nueva Prosperina se consolidó a partir de invasiones al oeste de la vía Perimetral, sobre grandes planicies y cerros, extensiones de bosque seco, sin control estatal.
Guayaquil las consideró por décadas como apéndices de la ciudad, de los que nadie quería hacerse cargo.
Los asentamientos irregulares crecieron mientras el Gobierno Nacional y el Municipio de Guayaquil se enfrascaban por años en una discusión sobre quién tenía (o no) la competencia de intervenir en ese territorio.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, recordó que en la administración del exalcalde Jaime Nebot (2000-2019) se trazó una línea imaginaria en el tope del lugar hasta donde se llevaron los servicios básicos.
Se dejó por fuera a Monte Sinaí y sus alrededores, en asentamientos irregulares que recibieron población migrante de diferentes provincias y que siguieron creciendo con los años.
“Si no se lleva el agua potable a Monte Sinaí y sus alrededores, no se va a poder sacar a estas zonas de la situación terrible y triste en la que viven”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
“La fase uno y fase dos del quinto acueducto debió iniciar en 2022, pero nunca lo empezaron y ahora lo tenemos como prioridad”, dijo Álvarez en su más reciente enlace radial. “Tenemos que llevar el agua potable a Monte Sinaí y sus alrededores”.
En toda Nueva Prosperina, unas 100.000 personas, casi un cuarto de la población, carece de agua potable por tubería y se abastece por camiones tanqueros.
Sin la construcción del quinto acueducto en el sector no se podrá avanzar con un programa de urbanización formal, que incluya en primera instancia redes domiciliarias de agua, o aceras y bordillos, según el alcalde.
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