“Una queja más y la quemo viva”: Bandas criminales amenazan a maestros en Monte Sinaí
Este es el testimonio de una maestra de segundo grado que suma dos amenazas de muerte por parte de padres de sus propios alumnos, en el noroeste de Guayaquil. Profesores rechazan el crimen de un maestro asesinado por supuestos estudiantes.
Maestra de una unidad educativa fiscal de Monte Sinaí (distrito Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil) denuncia haber recibido dos amenazas de muerte en lo que va de 2023.
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Hombres armados preguntaron por ella en la puerta del plantel y se salvó, porque ese día no le tocaba recibir a los estudiantes en el ingreso. Se trata de una maestra de segundo grado de una escuela de Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, amenazada dos veces de muerte.
La docente, que prefirió mantener su nombre en reserva por seguridad, ha presentado denuncias en la Fiscalía y ante el Distrito de Educación desde el 20 de septiembre de 2023, y busca que la cambien de plantel, pero no ha recibido ninguna solución.
Ella contó su caso durante un plantón de maestros de la Unión Nacional de Educadores (UNE), que repudiaron el crimen del profesor Galo Simón Balseca Cruz, asesinado a bala mientras se movilizaba en un bus en el norte de Guayaquil.
“El profesor tuvo un altercado con alumnos que lo amenazaron, el mismo día que lo asesinaron con cinco balazos cuando regresaba a casa en un bus de la línea 132”, señaló Hilario Beltrán, presidente de UNE Guayas.
Los pasajeros reportaron que el crimen lo cometieron el 1 de diciembre jóvenes vestidos con uniformes estudiantiles tras la salida del colegio Leonidas García (norte), cerca de la entrada de la 8, en la misma zona de ingreso a Monte Sinaí.
Galo Balseca, de 56 años, se desempeñó por dos décadas como profesor de física y química. “No sabemos si fueron los mismos alumnos los que lo mataron”, indicó Beltrán. “A la maestra la van a asesinar si no la cambian rápido de distrito”, advirtió.
A continuación, el testimonio de la maestra amenazada:
“Los profesores no tenemos ningún respaldo”
“Soy profesora de segundo grado, trabajo con el ministerio ya más de 10 años y desde hace cuatro estoy en una escuela fiscal de la cooperativa Realidad de Dios de Monte Sinaí (en el distrito Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil).
Se trata de un sector donde los propios padres pertenecen a bandas delictivas, es demasiado peligroso, una zona secuestrada donde los que verdaderamente gobiernan son los criminales.
En nuestro sector nos dicen que operan Tiguerones, Águilas y Los Choneros. No soy la única profesora que está amenazada en Monte Sinaí. Pero a mí ya me han amenazado dos veces.
En la segunda amenaza me salvé porque ese día no me tocaba estar de turno en la puerta por donde entran los estudiantes.
Y me dijeron que habían ido hombres en tres motos preguntando por mí, armados, con la intención de dispararme, porque ya no querían que esté en la escuela.
Tuve que buscar firmas de los padres de familia para que corroboren cómo es mi actuación con ellos y con los niños, para adjuntar al pedido de traslado. Y llevé a la Fiscalía el informe que me hizo justamente la propia institución.
"En principio pedí cambio de plantel, pero ahorita con la segunda amenaza he pedido que sea cambio de distrito. Fue el 20 de septiembre, pero a la fecha no tengo ninguna noticia".
Los profesores no tenemos el respaldo de la directora ni de la psicóloga de la institución, mucho menos del Distrito de Educación. Se protegen los derechos de los niños, y así debe ser, pero prácticamente los maestros no tenemos derechos.
En la escuela nos pueden insultar, denigrar, lo que hace la directiva es confrontarnos con los padres y ahí vienen las consecuencias. Vienen los padres y nos amenazan de muerte.
“Soy capaz de quemar el aula”
"Tras la primera amenaza no quería volver a la escuela, quedé muy asustada, porque imagínese que le digan a usted delante de otras personas: ‘una queja más y la quemo viva’, qué le importa si estoy con niños o lo que sea, que es capaz de quemar el aula.
Esa fue la primera amenaza que me hizo un padre de familia. La segunda vez, en cambio, el señor no me ha dicho nada directamente a mí, hablé con la abuelita de la estudiante porque la niña ni siquiera está matriculada en la escuela.
La señora me contactó y me confirmó que el hijo pertenece a estas bandas y que venía preparado para dispararme, porque le habían dicho que a la niña le quitaban el lonche y que otra niña le había lastimado, cuando no era cierto, solo estaban jugando.
La niña regalaba su dinero, yo tenía que estar hablando para que le devuelvan y eso le conté a la abuelita.
La señora se quedó tranquila, pero me dijo que en verdad temía por lo que me pudiera hacer el hijo; en la puerta había dicho cosas horribles contra mí y contra toda la escuela.
"Fueron hombres armados a la escuela y la misma señora confirmó que el hijo estaba dispuesto a dispararme, que fue a preguntar por mí, pero como no estaba, me salvé".
Con la abuelita fuimos a hablar con la psicóloga, para que ella esté enterada de todo esto y hasta mi compañera fue testigo, la señora nos dijo que iba a tranquilizar a su hijo.
Como he pedido cambio de institución y de distrito sin que me den ninguna solución, entonces puse la denuncia en la Fiscalía".
“No quieren que a los niños los corrijan”
"Las amenazas se originan por temas menores, los padres se molestan y no quieren que les den quejas de los niños.
Uno no puede ni siquiera llamarles la atención, decirle que su niño se ha portado mal educado, que lo corrija en casa. Si uno está corrigiendo a un niño es para no tener inconvenientes con los demás estudiantes.
Yo vivo en el norte e ingresar todos los días a Monte Sinaí es peligroso, mi esposo me lleva en moto y temo también por su vida, ya le lanzaron una enorme piedra para intentar robarle.
Nosotros nos hemos salvado de las vacunas extorsivas, pero tenemos conocimiento de lo que está ocurriendo en en otras instituciones del sector, en donde les están pidiendo entre USD 100 y USD 200 mensuales de vacuna extorsiva a cada maestro.
A los padres de familia estas bandas les cobran una vacuna de USD 2 a USD 3 semanales por casa; si tienen negocio, entre USD 7 y USD 10 a la semana. Yo solo quiero que me cambien de lugar de trabajo antes de que atenten contra mi vida".
120 casos de extorsión en el norte y noroeste
En la UNE Guayas reportan al menos 120 casos de educadores víctimas de amenazas o de vacunas extorsivas, tanto en el distrito Nueva Prosperina, el más violento de la ciudad, al noroeste de Guayaquil, como en Pascuales, al norte.
Los grupos de delincuencia organizada exigen hasta USD 1.000 mensuales por plantel, a través de colectas que deben hacer los propios maestros, denunció Beltrán.
La directiva de la UNE en Guayas se reunió este 4 de diciembre con el Gobernador de Guayas, Alberto Molina, para solicitar su intervención y presencia policial en las instituciones con perfil de riesgo.
La reunión se produjo luego de que el gobernador mantuviera una cita con el alcalde de Guayaquil, precisamente para coordinar acciones de seguridad en una ciudad acosada por el crimen organizado, que este año registra picos de más de 200 muertes violentas mensuales.
En el distrito Nueva Prosperina (noroeste), en el que se encuentra Monte Sinaí, la Policía estima que un 16% de los estudiantes y de la población está relacionado con bandas criminales.
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