Entre crisis y cambios constantes, el frente de seguridad no encontró rumbo
El Gobierno de Guillermo Lasso lleva 29 meses en el poder. En este tiempo, hubo 24 nombramientos en el Gabinete de Seguridad.
El presidente Guillermo Lasso dirige una reunión del Gabinete de Seguridad, el 7 de octubre de 2023, en Quito.
Flickr / Presidencia de la República
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El último movimiento se hizo en el Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI). Tras el asesinato de siete sospechosos del crimen de Fernando Villavicencio en dos cárceles del país, el presidente Lasso volvió a cambiar a un miembro de su Gabinete de Seguridad.
Por tercera vez desde que está en el poder, el Primer Mandatario encargó la dirección carcelaria a Fausto Cobo. Y con eso, suman ocho administraciones en el SNAI.
Esta ha sido la constante en todo el Gabinete de Seguridad: en un poco más de dos años, Lasso ha hecho 24 cambios en las siete entidades que conforman esta área de su Gobierno.
En la mayoría de casos, los cambios sucedieron a un escándalo. Patricio Carrillo, por ejemplo, dejó el Ministerio del Interior después del femicidio de María Belén Bernal al interior de la Escuela Superior de Policía (ESP).
Lasso ha tenido que lidiar con la peor crisis de la historia en temas de criminalidad y violencia. Las muertes dentro y fuera de las cárceles se dispararon. Pero los reiterados cambios de autoridades no han tenido éxito, ya que la crisis cada vez recrudece más.
Lara y Zapata, inamovibles
Sin contar el SNAI, que es la entidad que más cambios ha tenido en el Gobierno de Lasso, el Gabinete de Seguridad ha tenido una relativa estabilidad en los últimos meses. Luis Lara, en Defensa, y Juan Zapata, en Interior, están en sus cargos desde abril y septiembre de 2022, respectivamente.
Estas Carteras de Estado están al frente del manejo político de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
La continuidad de Lara y Zapata se ha dado pese a varias agravantes en la crisis de seguridad. En sus períodos, por ejemplo, el crimen organizado asesinó a Agustín Intriago, alcalde de Manta, y a Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de la República.
Por este último caso no hubo cambios inicialmente. Lasso tomó correctivo tras el asesinato de los presuntos sicarios del político. No movió a los Ministros, pero sí al director carcelario.
Más bien, en este caso, la responsabilidad apuntó a la cúpula policial. Tres Generales, incluyendo al excomandante Fausto Salinas, salieron de la entidad uniformada. A él se sumaron Manuel Íñiguez y Fausto Olivo.
César Zapata asumió el liderazgo policial y se generó un cambio en todo el Alto Mando. Tras las elecciones, habrá nuevos directores y comandantes en unidades y zonas clave como Antinarcóticos, Guayas, Quito e Investigaciones.
Una cúpula de transición
Estos nuevos cambios en la seguridad estatal se dan en medio de un proceso electoral. Según el cronograma de los comicios, Lasso estará en el poder hasta la primera quincena de diciembre de 2023.
Es decir, antes de fin de año, Daniel Noboa o Luisa González asumirán la Presidencia y nombrarán un nuevo Gabinete de Seguridad.
En la ley no existe ninguna regla sobre las cúpulas policial y militar, cuando se trata de nuevos Gobierno. Es decir, el nuevo Mandatario no tendrá la obligación de cambiar a los comandantes de la Policía y las FF. AA.
Sin embargo, tradicionalmente, así ha ocurrido. Incluso, según conoció PRIMICIAS, antes del asesinato de los sicarios de Villavicencio, Salinas ya preparaba su transición para dejar el cargo tras el cambio de mando.
Por lo que, el nuevo Alto Mando policial -encabezado por César Zapata- podría durar menos de dos meses. Mientras que la cúpula militar sería cambiada tras 17 meses. En mayo de 2022, Lasso nombró a Nelson Proaño como Jefe del Comando Conjunto de las FF. AA.
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