Las cuatro coincidencias entre el femicidio de la subteniente Aidita Ati y el de María Belén Bernal
Aidita Ati fue asesinada en el Fuerte Militar Napo y María Belén Bernal en la Escuela Superior de Policía. ¿Qué paralelismos existen entre estos dos crímenes?
Aidita Ati, subteniente del Ejército, y la abogada María Belén Bernal fueron asesinadas en dependencias de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, respectivamente.
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Un año, nueve meses y 17 días después de que la abogada María Belén Bernal fuera asesinada en la Escuela Superior de Policía, en Quito, la subteniente Aidita Ati fue hallada muerta en el Fuerte Militar Napo, en El Coca (Orellana).
Ambos femicidios ocurrieron en dependencias de la fuerza pública y bajo control de oficiales de alto rango. Pero, ese no es el único paralelismo entre estos dos casos.
Bernal fue asesinada en una habitación del denominado Castillo de Grayskull, el edificio en donde los oficiales instructores dormían al interior de la Escuela de Policía. El 11 de septiembre de 2022, el teniente Germán Cáceres, quien era su esposo, la mató.
Ati, en cambio, fue víctima de una muerte violenta en la Villa de Oficiales de la Brigada de Selva 19. Esa villa, conocida como Payamino (en honor a un río de la zona) también alberga a los militares de mayor rango en ese destacamento.
En el caso de Aidita Ati, los presuntos femicidas son cuatro oficiales: Xavier Pinoargote, Freddy Quintanilla, John Mena y Ángel Jiménez, quienes eran sus compañeros de unidad. Todos son procesados por la Fiscalía.
Fiesta y alcohol
Otra de las semejanzas entre los casos es que, ambos crímenes ocurrieron luego de que sus protagonistas participaron de fiestas con otros uniformados y hubo mucho consumo de alcohol.
Germán Cáceres era instructor de la Escuela de Policía y el fin de semana del 10 y 11 de septiembre de 2022 estaba de guardia. Sin embargo, la mañana del sábado 10 salió de la unidad para ir a un partido de fútbol, en un equipo conformado por policías.
Tras ese encuentro deportivo, en lugar de volver al servicio, Cáceres fue al departamento de una de sus cadetes, Nadesha M., en Pusuquí (cerca de la Escuela), donde había una fiesta.
El oficial se embriagó y volvió a la Escuela pasada la medianoche. En la madrugada, Cáceres recibió la visita de María Belén Bernal, su esposa. Pese a que los protocolos de seguridad lo prohíben, la abogada ingresó a la habitación de Cáceres en el 'castillo de Grayskull'.
El crimen de Aidita Ati, en el Fuerte Militar Napo, también incluye una fiesta de por medio. El viernes 28 de junio de 2024, en esa dependencia se realizó la despedida de dos agentes que habían solicitado la baja voluntaria.
Ese evento social no tuvo la autorización de la Comandancia del Frente. Sin embargo, los 18 participantes no solo que festejaron, sino que también consumieron alcohol.
Según las primeras versiones del caso, producto del consumo de alcohol, los cuatro militares involucrados llevaron a Ati a su habitación en la Villa Payamino, a bordo del vehículo particular de Pinoargote.
Violencia y asfixia
Cómo ocurre en todos los casos de femicidio, la violencia es protagonista. Los asesinatos de Aidita Ati y María Belén Bernal no son la excepción.
Tras el levantamiento del cadáver de la subteniente Ati, en el Fuerte Napo (Orellana), el cuerpo fue trasladado al Centro de Ciencias Forenses en Sucumbíos, a unas dos horas de El Coca, ya que era el más cercano. En ese lugar se realizó la autopsia.
El informe forense determinó que la causa del deceso de Ati Gavilanes fue una muerte violenta, causada por una "asfixia mecánica por politraumatismo". Además, el examen post mortem detalló que el cadáver evidenciaba huellas de violencia, como hematomas en la cabeza, cara, cuello, tórax, miembros superiores y miembros inferiores.
Finalmente, el informe recogido por el personal de la Dinased, también reporta que en la autopsia se hallaron hematomas en los genitales, además de "un líquido de color blanquecino".
En el caso de Bernal, en cambio, las versiones reveladas en el proceso señalaron que cuando la mujer llegó a la Escuela de Policía, Cáceres estaba en su cuarto con Josselyn S., otra cadete que fue detenida y luego exonerada por la desaparición y femicidio de Bernal.
Se presume que Cáceres llevó a la cadete a la habitación contigua, abrió la puerta a golpes y la encerró en ese lugar. Regresó a su dormitorio y discutió durante varios minutos con María Belén Bernal.
Los testimonios de los cadetes que estaban en el lugar dan cuenta de sonidos de golpes y gritos de auxilio de parte de la víctima. Pero de un momento a otro, los ruidos cesaron.
Las pericias proyectan que en ese momento, luego de golpearla repetidamente, Cáceres mató a su esposa por asfixia, aplicándole una llave de artes marciales, pues él es experto en esa técnica de combate.
Versiones contradictorias y polémicas decisiones judiciales
Finalmente, los casos vuelven a tener paralelismos en la forma en la que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional trataron el tema inicialmente.
Aidita Ati fue encontrada muerta por una compañera, a las 06:40 del sábado 29 de junio de 2024. Sin embargo, recién a las 08:30 se dio aviso a las autoridades policiales y judiciales de lo ocurrido.
El primer comunicado emitido por el Ejército señaló que Ati había fallecido por asfixia, mientras dormía.
Además, el Comandante del Fuerte Napo habría llamado al padre de la víctima, a las 09:00, para comunicarle que su hija se había asfixiado con su propio vómito, debido al consumo de alcohol, según Paola Montoya, abogada de la familia Ati.
Un día después, con el resultado de la autopsia, se conoció que esa versión era falsa y que la subteniente Aidita Ati fue asesinada, luego de supuestamente haber sido golpeada y violada.
El caso de Bernal es aún más confuso. Luego de haberla asesinado en su habitación, Cáceres mantuvo el cadáver de su esposa durante más de 12 horas en su habitación, hasta que la noche del domingo 11 de septiembre de 2022, lo llevó al Cerro de Casitagua para ocultarlo.
Al día siguiente, el propio Cáceres se comunicó con Elizabeth Otavalo, la madre de María Belén Bernal y le dijo que estaba desaparecida, desde la noche anterior, cuando se despidieron en la avenida Simón Bolívar luego de una discusión.
Cáceres interpuso una denuncia y la Policía empezó a buscar a Bernal, pero su historia tenía inconsistencias y se convirtió en sospechoso. El sujeto estuvo detenido en la Fiscalía durante cerca de 10 horas, pero luego fue liberado, ya que no había orden de prisión en su contra.
Cáceres salió de la Fiscalía, tomó su motocicleta de alto cilindraje y condujo sin parar hasta Colombia, donde fue detenido en diciembre de 2022. En mayo de 2023, Cáceres fue sentenciado a 34 años y ocho meses de cárcel, aunque su sentencia todavía no es definitiva.
Así como Cáceres fue liberado luego de rendir su versión y estar varias horas bajo custodia estatal.
Con los cuatro militares involucrados en el femicidio de Aidita Ati ocurrió algo parecido: fueron arrestados y la Fiscalía solicitó prisión preventiva, pero la jueza les otorgó medidas alternativas.
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