Familias hallan "en huesos" a privados de libertad, al reanudarse visitas en cárceles de Guayaquil
Tras seis meses de militarización, se reanudaron las visitas en el complejo carcelario de Guayaquil. Los privados de la libertad sobreviven con una o dos comidas al día, en medio de un aumento del hacinamiento. El CDP acoge 2,5 veces más presos de los que puede albergar.
Las visitas de familiares se reanudaron en la Penitenciaría del Litoral, en el complejo de cárceles del norte de Guayaquil, la mañana de este lunes 15 de julio de 2024.
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Las cinco cárceles de Guayas, ubicadas en el norte de Guayaquil, terminaron 2023 con poco menos de 12.000 privados de libertad. Y ahora cuentan con casi 700 presos más en medio de una crisis de provisión de alimentos que cumple mes y medio en el complejo.
Los centros penitenciarios reanudaron las visitas de familiares, la mañana de este 15 de julio de 2024, tras más de seis meses de militarización y de restricción del ingreso de visitantes.
Madres, esposas y hermanos constataron lo “flacos” que están sus familiares, quienes sobreviven con una o dos comidas diarias o tienen que compartir a menudo un almuerzo entre dos personas, según denunciaron tras las primeras visitas.
Esther, de 52 años y madre de un privado de la libertad, dijo que halló “flaquito” a su hijo de 33 años, tras tres meses de prisión. “Está en los huesos. Solo les llevan un arroz con huevo a medio día y a veces comparten entre ellos la comida, me decían”, denunció.
No obstante, dijo que poder visitarlo la tranquiliza. No sabía nada de su hijo desde que entró a prisión, imputado por prestar una cuenta bancaria, dijo. “Está bien que cometieron un error, pero tampoco es para que por cualquier cosa les peguen con cables”, se quejó la mujer.
Daniela, la conviviente de otro privado de la libertad, dijo que lo poco que las familias le logran depositar a los presos en el economato de la Penitenciaría del Litoral tampoco alcanza para cubrir las necesidades. Unas galletas de USD 0,30 se venden en la prisión a USD 2, aseguró.
“Les dan un té en la mañana y una comida al día, pero incluso tienen que compartirla entre dos personas o solo alcanzan un arroz con ensalada”, contó la mujer.
Latin Kings buscan ‘ganarse’ a militares para evitar azotes
Los presos del pabellón 1 de la Penitenciaría del Litoral, ocupado en buena parte por miembros de los Latin Kings, y cuyas visitas se abrieron este 15 de julio, buscan obtener la "buena voluntad" de los militares para evitar maltratos, contaron familiares.
“Mi esposo dice que trata de ganarse a los militares para que no le peguen, porque les están pegando. Están marcados o con moretones”, contó Luisa, quien no veía a su marido hace seis meses. “Los ponen a hacer ejercicio y si te cansas o haces mal, te pegan o azotan”, continúo.
Las tandas de visitantes -uno por preso- ingresan cada dos horas, pero entre las requisas y protocolo de ingreso el tiempo se reduce a unos 40 minutos.
Organismos internacionales y locales han denunciado maltratos, casos de tortura y al menos 24 fallecimientos en el contexto de la militarización de las prisiones, que inició con la guerra al terrorismo el 9 de enero de 2024.
De hecho, la Defensoría del Pueblo alertó del deceso de personas privadas de libertad con signos de desnutrición en medio de la suspensión de la provisión de alimentos.
Lafattoria, la empresa contratista, dejó de brindar el servicio desde el 1 de junio en las cárceles de Guayaquil tras falta de pagos y cuestionamientos del gobierno.
Ahora los presos cocinan con insumos donados por organismos como el Banco de Alimentos Diakonía, pero según la Defensoría se trata de comidas que no cumplen con el contenido calórico mínimo necesario, por lo que llamó a agilizar los procesos de contratación.
Operativos policiales en el complejo
El escenario de escasez de alimentos se produce en medio de un aumento en el hacinamiento en el complejo, que se mantiene por encima del 30% (frente al 25% de finales de 2023).
No obstante, en el Centro de Detención Provisional (CDP) alcanza el 150% en el primer semestre de 2024, con una población de 1.361 personas. Es decir, la cárcel acoge 2,5 veces más presos de los que tiene capacidad para albergar.
Mientras que la Penitenciaría del Litoral aumentó su población en más de 1.000 personas en el último semestre (y el hacinamiento es del 68%).
En la cárcel de máxima seguridad de La Roca, que solo cuenta con 72 presos, entre líderes de bandas y políticos imputados por casos de corrupción, 15 militares son investigados por ingresar artículos prohibidos.
Mientras que en la cárcel Regional, agentes sorprendieron a un cabo de la Armada Nacional, que custodiaba el pabellón de mínima seguridad, al intentar ingresar dos teléfonos celulares y un chip, el 12 de julio.
El coronel Pablo Ramos, comandante subrogante de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), informó que la Policía está extremando los registros para evitar el ingreso de artículos prohibidos tras la reanudación de las visitas.
Las visitas se reactivaron previo a una planificación con los funcionarios del Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) y al despliegue del personal de los ejes preventivo, investigativo y de inteligencia en todo el complejo penitenciario, dijo el oficial
“Estamos respetando los derechos humanos. Y lo que solicitamos es que los visitantes nos presten su colaboración, porque a veces existe resistencia a los registros”, agregó Ramos.
Las visitas las coordina el SNAI a través de listados con los familiares. Y los visitantes dejan sus pertenencias encargadas con personas que cobran USD 1 por el resguardo en el exterior. En las tres puertas del complejo carcelario solo se permite el ingreso con la cédula.
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