Escuelas de formación de Policía en Manabí cerrarán por mantenimiento

Dos de las 21 escuelas de formación policial del país se encuentran en la provincia de Manabí, las cuales entrarán en un proceso de mantenimiento para que los nuevos aspirantes “vengan a prepararse de manera adecuada”.

Se trata de los centros El Aromo, ubicado en la zona rural de Manta, y Sargento José Luis Segundo Rosero León ‘La Esperanza’, localizado en la parroquia Quiroga, cantón Bolívar.

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Fausto Buenaño, subcomandante General de la Policía, anunció el 13 de marzo que en Manabí van a realizar una adecuación de las escuelas.

"Por ahora van a cerrarse, porque van a dar un mantenimiento como tiene que ser para que los nuevos aspirantes a policías vengan a prepararse de manera adecuada”.

Fausto Buenaño, subcomandante de la Policía.

Lo anterior significa que las infraestructuras no van a quedar abandonadas y, durante el tiempo de las readecuaciones, habrá servidores. La idea es que cuando se realice el nuevo llamamiento a aspirantes de policías, el mantenimiento ya haya finalizado.

PRIMICIAS dialogó con el Gobernador de Manabí, Gustavo Aguilar, para conocer la situación de los centros de formación y la necesidad de mejorar las condiciones para que los nuevos servidores tengan una capacitación más especializada.

Para Aguilar, es fundamental que las escuelas se mantengan porque el “número de policías resulta insuficiente”.

En el caso del centro de formación El Aromo, el más grande del país, funciona desde 2022 en el campamento de la compañía de economía mixta Refinería del Pacífico (RDP), en proceso de liquidación.

Comprende 144 villas y se deben realizar un sinnúmero de adecuaciones. El gobernador aseguró que “no existen todas las comodidades para que sea considerado un centro de instrucción para aspirantes a policías”.

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Detalló que hacen falta, entre otras cosas, “pistas de entrenamiento, lugares de instrucción, auditorios, coliseos cubiertos, muebles, instalaciones administrativas”.

Entre las carencias está el desabastecimiento de agua, aulas desgastadas que no cuentan con implementos y no están acondicionadas.

El funcionario manifestó que buscan fortalecer a la Policía Nacional y también a las Fuerzas Armadas. Sobre esta última institución, revela que van a entrar a un proceso de capacitación.

Aguilar aclara que aún no se puede hablar de un presupuesto, porque las mejoras y los recursos se deben ir priorizando "de acuerdo a la amenaza que estamos enfrentando".

Y espera que la situación económica mejore con la ley para enfrentar el conflicto armado interno, que fue publicada en el Registro Oficial el 12 de marzo de 2024 y que dispone, entre otras medidas, el alza de la tarifa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 13%.

El cobro de la nueva tarifa será desde el 1 de abril, por lo que existe expectativa para que se pueda concretar el proceso de contratación para que el mantenimiento se concrete este 2024.

Sin embargo, es optimista, porque cuentan con los terrenos. En este sentido, hay un convenio interinstitucional entre RDP y la Policía Nacional para utilizar las instalaciones por cuatro años, con opción a renovar el acuerdo.

Graduación reciente

Buenaño destacó la importancia de las escuelas de Manabí, que han reforzado todas las unidades, subsistemas, direcciones y grupos de la institución del orden a escala provincial y nacional.

En el caso de Manabí, una de las zonas ‘priorizadas’, así como Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas, la zona 8 y Esmeraldas, serán fortalecidas con nuevos policías.

El 13 de marzo de 2024, como parte del fortalecimiento y profesionalización institucional, se sumaron a la seguridad ciudadana 2.229 policías.

Estos agentes del orden pertenecen a la Décima Primera Cohorte “CboS. Songor Tapia Verónica Mireya”, que se graduaron en las sedes de Quito, Cuenca, El Aromo, Fumisa y Tungurahua.

En el caso de Manabí, fueron 283 los nuevos profesionales, 141 en El Aromo y 142 en ‘La Esperanza’. Es decir que esos 2.229 policías se sumaron a los 58.000 uniformados que ya patrullaban las calles.

Atmósfera de inseguridad

Al consultarle al gobernador sobre los últimos crímenes en cantones como Manta, Portoviejo, Sucre y Pedernales, respondió que la activación de los focos de violencia se debe a “problemas entre bandas, que se dan de baja por pelea de territorio”.

“Nos estamos enfrentando a organizaciones transnacionales. Las últimas muertes tienen que ver con el decomiso de una tonelada de clorhidrato de cocaína en Manta”, aseguró el funcionario.

Posteriormente, el 8 de marzo, en la vía Manta-Jaramijó, decomisaron 1,3 toneladas también de clorhidrato de cocaína.

Con esa incautación, son al menos ocho toneladas de cocaína decomisadas en la provincia en 2024, de las cuales, al menos seis, han sido decomisadas en altamar.

Y en lo que va de 2024, en Manabí, las cifras bordean las 150 muertes violentas. La mayoría relacionada al narcotráfico.