Fiscal: “Existen muchas ‘Mayras Salazar’ aún ocultas en la farándula”
Mayra Salazar, operadora judicial del crimen organizado, destapó una serie de relaciones entre el narcotráfico y la farándula. Un fiscal consultado por PRIMICIAS dice que se trata de relaciones de larga data y que serían solo la punta del iceberg.
La comunicadora Mayra Salazar, procesada por el caso Metástasis, mencionó en su testimonio a personajes de la farándula como María Fernanda Pincay, Yuleysi Coca y Carolina Jaume.
PRIMICIAS
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Mayra Salazar, operadora judicial del crimen organizado, abrió una caja de Pandora. Durante su testimonio anticipado, la testigo clave de la Fiscalía dio cuenta de las intrincadas relaciones entre el narcotráfico con la farándula y los talentos de televisión.
María Fernanda Pincay, Yuleysi Coca y Carolina Jaume están entre las figuras de televisión mencionadas en el caso Metástasis, que investiga una trama de delincuencia organizada y de vínculos del narcotráfico con funcionarios públicos y operadores de justicia.
La propia Mayra Salazar reconoció que sin su paso por el canal TC Televisión, donde trabajó de relacionista pública entre 2013 y 2018, su nombre no hubiera tomado tanta "popularidad" y alcance. En la cadena de televisión también forjó una serie de relaciones opacas.
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Salazar aseguró que María Fernanda Pincay, modelo de programas concurso, es pareja de Fabián Campuzano Bustamante, vinculado en Metástasis en calidad de prófugo, y a quien la testigo conoció en una fiesta de cumpleaños en febrero de 2021 en el norte de Guayaquil.
Campuzano sería un “brazo operacional económico” de la red de narcotráfico y lavado de activos de Leandro Norero. Se lo acusa del envío de paquetes de drogas, así como de pagar sobornos a funcionarios judiciales, policías y abogados particulares, según la Fiscalía.
También identificó al colombiano Carlos Perea como otro de los nombres clave (alias CC) en los chats de Norero. Se trata del esposo de Yuleysi Coca, chica reality, modelo y cantante. El negocio de ambos, la discoteca Living Club de la Garzota, sufrió dos explosiones en 2023.
El actor Richard Barker dijo en redes sociales que Pincay, Coca y Jaume no serían los únicos personajes implicados en estos escándalos:
"Pero ahí faltan", sostuvo Barker, quien mencionó que conoce a Salazar, Pincay y Coca y que muchas chicas de televisión asistían a fiestas en el populoso sector del Guasmo, en Guayaquil.
Actualmente, Barker vive en Estados Unidos, luego de que recibiera amenazas por pronunciarse sobre el crimen del presentador Efraín Ruales, a quien le pidió días antes del asesinato "que le bajara dos rayitas" a sus declaraciones sobre la corrupción hospitalaria durante la pandemia de Covid-19.
Las “chicas de televisión”
La actriz y presentadora de televisión Carolina Jaume le entregó a Salazar una agenda con presuntos detalles de las operaciones de Xavier Jordán, señalado por corrupción hospitalaria y también supuesto socio de Norero.
La agenda contiene información de los negocios de Allan Z., el exesposo de Jaume, y de Federico Z., coprocesado con Jordán por corrupción hospitalaria.
"No tengo ni la menor idea de lo que está pasando. Yo creo que es una cortina de humo (...) O sea, mi nombre vende más que el de Mayra Salazar, creo yo", dijo Jaume a la prensa este 2 de abril de 2024, a su llegada a la Fiscalía en Quito, donde rindió su versión voluntaria.
La propia Mayra Salazar buscaba “chicas de televisión” que se prostituyeran entre miembros de la red de delincuencia organizada, de acuerdo a los chats del caso Purga liberados por la Fiscalía General del Estado.
Un fiscal que accedió a hablar con PRIMICIAS, bajo anonimato, señaló que este tipo de relaciones no son nuevas. Y mencionó a un antiguo presentador de noticias de farándula, quien tendió puentes entre el mundo de la televisión, la delincuencia organizada y el 'narco'.
A inicios de 2000, el polémico comentarista de farándula se habría convertido, por su adicción a la cocaína, en nexo en discotecas de Guayaquil: conectaba a modelos y chicas de televisión con delincuentes que pagaban por compañía. Aquí el testimonio del fiscal, que habló con PRIMICIAS bajo condición de anonimato:
“Todos los casos están conectados”
“No es la primera vez que la farándula está relacionada con el crimen organizado y el narcotráfico. Uno de los casos más representativos es el asesinato del presentador de televisión Efraín Ruales (enero de 2021).
"Pero recordemos que 23 años antes (en mayo de 1998) se registró un crimen similar, el del animador de televisión Marco Vinicio Bedoya, que quedó en la impunidad.
"Los servicios, animaciones y presentaciones que brindan los personajes de la farándula y de la televisión, sin mayores controles de facturación por parte del Servicio de Rentas Internas, los vuelven atractivos para delitos como el lavado de activos.
"Pero además la imagen de un personaje público puede ayudar a posicionar un negocio con apariencia lícita.
"Al parecer, por mi experiencia, todos los casos ventilados en los últimos años tienen algún tipo de conexión. Es más, me atrevo a decir que existen muchas “Mayras Salazar” aún ocultas en la farándula.
"Los chicos y chicas reality a menudo no ganan ni un sueldo básico por su aparición en los programas de televisión. Y, sin embargo, viven en la isla Mocolí, se movilizan en carros de alta gama, exhiben en redes sociales sus viajes. Y la pregunta es: ¿de dónde?
"Entre los casos judicializados está el de Johnny Villalobos, quien fuera pareja de una exanimadora de televisión, sentenciado por narcotráfico en 2016 junto al albanés Dritan Rexhepi, zar de la cocaína atrapado el año pasado en Turquía”.
El espejo de la realidad colombiana
El sociólogo colombiano Hugo Acero dice que los narcotraficantes, en su afán por obtener reconocimiento social, se acercan al mundo de la farándula, según la experiencia colombiana y mexicana (con relaciones como la del Chapo Guzmán y la actriz Kate del Castillo).
"Como cualquier humano, la gran mayoría de los narcotraficantes pretende tener algún tipo de reconocimiento social y por ello ese afán de relacionarse con el mundo del entretenimiento y la televisión", señaló Acero, experto y consultor en seguridad.
Destacó que estos grupos criminales realizan inversiones en diversos ámbitos, incluyendo el fútbol y el entretenimiento en busca de ese reconocimiento público.
"También financian actividades en el ámbito de la música, la farándula y el espectáculo, buscando asociarse con personas reconocidas por su belleza, carisma o prestigio social", añadió el consultor.
Este fue el caso del capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar, quien tuvo una relación extramarital con la periodista y presentadora de televisión colombiana, Virginia Vallejo, relatada en su libro 'Amando a Pablo, odiando a Escobar'.
O el de la modelo colombiana Natalia Paris, quien tuvo un romance con el asesinado narcotraficante Julio César Correa Valdés, hombre de confianza de Escobar.
La riqueza y la forma de ostentarla del ‘narco’ termina seduciendo, no solo a la farándula, sino a la propia clase política. En el pasado, en Colombia, más de 60 congresistas mantuvieron relación directa con organizaciones criminales, paramilitares y narcotraficantes, apuntó.
También destacó la necesidad de tomar medidas para prevenir el lavado de activos y la financiación ilícita de las campañas políticas, a fin de evitar que se “socave la integridad de las instituciones y se debilite la democracia".
Es fundamental extremar los mecanismos de control y transparencia en la financiación de campañas políticas para evitar que el dinero ilícito influya en los procesos democráticos, subrayó Acero.
El peligro es que autoridades seccionales o incluso nacionales terminen gobernando con el apoyo de recursos ilícitos y usando el carisma de figuras públicas. “Cuando se unen el dinero mal habido y la fama es peligrosísimo”, añadió.
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