Calderón, en el norte de Quito, atacado por delincuentes que fingen ser Lobos
Calderón es la parroquia más grande de Ecuador. Sus barrios han sido atacados por extorsionadores, microtraficantes y asaltantes.
Ventas informales en Carapungo, en el norte de Quito, el 19 de septiembre de 2023.
PRIMICIAS
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La primera semana de septiembre de 2023, Carapungo, ubicado en el norte de Quito y parte del Distrito Calderón, vivió días de terror.
En un poco más de 72 horas, los habitantes de esa zona sufrieron tres eventos. Delincuentes arrojaron bombas molotov a un concesionario de carros y al mercado de la zona. Además, mataron a una persona cuando dispararon en contra de un local que se había rehusado a pagar la extorsión.
Casi un mes después de esos ataques delincuenciales, PRIMICIAS recorrió esa zona de la capital. La situación, aparentemente, se ha controlado, pues no han existido nuevos hechos violentos.
Pero, la población dice que en el lugar continúan operando mafias de ladrones y microtraficantes. "No podemos caminar tranquilos", dijo una vecina del sector, que ahora prefiere tomar taxi para ir desde su casa hasta la parada del bus.
Un territorio complicado
La parroquia de Calderón tiene cerca de 300.000 habitantes. Es la más grande del país. Para términos administrativos y policiales, esta parroquia o distrito está dividida en 10 circuitos.
Uno de estos, quizá el más conflictivo, es Carapungo, que empieza cerca de la Panamericana Norte y la avenida Simón Bolívar, y se alarga por cuadras y cuadras llenas de comercios formales e informales.
La Policía ha documentado que en toda la parroquia existen, al menos, unos 30.000 negocios. Gran parte de estos están en Carapungo. El asadero y el concesionario atacados a inicios de septiembre constan en ese inventario.
Según datos de la entidad uniformada, en Calderón existen cinco puntos denominados 'calientes', es decir, que concentran una mayor cantidad de hechos delictivos. Carapungo está a la cabeza con el 20%.
Félix Fiallos, comandante policial de la zona, explica que en estos puntos prolifera, sobre todo, el microtráfico de drogas. Y, en menor medida, otras prácticas delictivas como la extorsión y el robo a personas.
Sin embargo, en 2023 la Policía asegura que ha logrado reducir los delitos. Entre el 1 de enero y el 19 de septiembre se redujeron 105 delitos, con respecto al mismo período de 2022. Los robos a locales comerciales son los que más se bajaron.
Parte de este "éxito", explica Fiallos, se debe a que las filas policiales se han reforzado. Recientemente, fueron asignados 57 nuevos uniformados. En total, son 250 policías los que custodian la zona, incluyendo a 22 oficiales, que se dividen de dos en cada circuito.
¿Delincuencia común o delincuencia organizada?
Tras los ataques de septiembre, en esa zona de la ciudad se habló sobre la supuesta llegada de grupos de delincuencia organizada. Carlos (nombre protegido), quien vende accesorios celulares en la avenida Luis Vaccari, dice que es "un secreto a voces que llegaron Los Lobos".
Esa hipótesis ha crecido por los reportes de la misma Policía Nacional. A inicios de agosto de 2023, PRIMICIAS reportó -con información policial- que Los Lobos estaban ganando espacio en varias zonas de Quito, en alianza con Fabricio Colón Pico, un criminal capitalino de larga data.
Además, justo por esos días, dos coches bomba fueron detonados en el centro norte de la ciudad. Práctica también atribuida a las bandas narcodelictivas.
Fiallos asegura que todos esos hechos han generado una percepción de inseguridad, más que una realidad. Esto, agrega el oficial, se comprueba con los datos y el diario vivir, "luego de esos incidentes todo se calmó".
La hipótesis policial es que en Calderón y Carapungo existen varios grupos de delincuencia común, conformados por dos, tres y hasta 10 personas, que se disputan el territorio del microtráfico y son generadores de violencia.
Para hacerlo y para atemorizar a la población, dice Fiallos, estos grupos se toman los nombres de bandas que operan, sobre todo, en provincias de la Costa y que se han mediatizado en el último año.
Los ajustes de cuentas entre los grupos de delincuencia común también se refleja en cifras. De enero a septiembre de 2022, en esta zona de la capital hubo 15 muertes violentas. En el mismo período de este año hubo 27. Es decir, hubo un aumento del 80%.
Pese a este incremento, la Policía niega que las bandas narcodelictivas operen en la zona. Aunque, no descartan su interés de ingresar porque es un lugar con muchos comercios y habitantes. Por esta razón, la institución asegura que han redoblado la vigilancia y el trabajo de inteligencia.
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