La violencia se cuadruplicó en Durán pese a "guerra" contra el terrorismo
El cantón Durán pasó de 44 muertes violentas en los primeros cuatro meses de 2023 a 177 crímenes en lo que va del año, un incremento del 302%. La Cámara de Industrias reporta dos secuestros esta semana y amenazas contra una subestación eléctrica.
Vista panorámica de un sector de El Recreo, al noreste de Durán, una de las zonas más violentas del cantón de Guayas.
PRIMICIAS
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La violencia crece, incluso a un ritmo mayor que el año pasado, en el cantón Durán, vecino a Guayaquil (Guayas). Y si no se logra parar el desangre, la proyección es que la octava ciudad más poblada del país podría terminar el año con hasta un 14% más de homicidios.
Esto sin contar que en 2023 Durán ya registró una tasa de homicidios incluso por encima de las consideradas como ciudades más sangrientas del mundo.
Hasta este martes 7 de mayo, Durán registró 177 muertes violentas, según cifras de la Policía Nacional. Mientras, en el mismo periodo del año pasado sumó 44 homicidios. Es decir, el cantón registra un incremento de la criminalidad del 302,27%.
En todo 2023, el cantón registró 442 asesinatos, pero al ritmo actual (1,38 muertes violentas diarias) podría terminar el 2024 con 504 crímenes.
El estado de excepción de 90 días, decretado a inicios de año, y el conflicto interno declarado contra 20 bandas terroristas redujeron los niveles de violencia de 2.400 a 1.900 homicidios a escala nacional, al 7 de mayo. Pero en el cantón ferroviario no parece tener ningún efecto.
De hecho, el Gobierno Nacional decretó un nuevo estado de excepción de 60 días el pasado 30 de abril en las provincias de El Oro, Guayas, Los Ríos, Manabí y Santa Elena.
El objetivo es "complementar las operaciones militares en curso", suspendiendo el derecho de la inviolabilidad de domicilio, lo que facilita allanamientos y operaciones contra los grupos armados organizados.
Secuestros y amenazas de ataques en Durán
En Durán, esas bandas criminales tienen nombre propio. Latin Kings y Chone Killers libran desde el segundo semestre del año pasado una cruenta guerra por el control territorial para el narcotráfico, el microtráfico de drogas y delitos como la extorsión y el secuestro.
El 90% de las muertes violentas es producto de esta disputa criminal, según la Policía. Pero la violencia irradia y afecta actividades escolares, municipales y económicas.
Un vocero del sector empresarial de Durán, que prefiere el anonimato por seguridad, le contó a PRIMICIAS que esta misma semana se han reportado dos nuevos secuestros, entre ellos uno de un trabajador de una empresa, plagiado este martes 7 de marzo de 2024.
También menciona el caso de una empresa socia de la Cámara de Industrias de Durán que se negó a pagar una extorsión, por lo que criminales amenazaron con dinamitar una subestación eléctrica de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), contigua a la compañía.
En este caso, los militares reforzaron el patrullaje en ese punto de la zona industrial, en el sureste del cantón, en donde operan más de 300 empresas.
La declaración de la guerra contra el terrorismo y el estado de excepción de inicios de año “cambiaron la situación de forma temporal” y los militares en las calles generaron una “sensación de seguridad”, aunque la violencia continuaba rampante, según el vocero.
“Pero en los últimos meses regresaron los secuestros y extorsiones. En resumen, de nuevo estamos conviviendo con la inseguridad”, señala el empresario. Por los niveles de violencia, el gremio pide la intervención directa de las Fuerzas Armadas.
Una ciudad en estado de excepción desde 2021
El tipo de organización criminal más pequeña que opera en Durán (Chone Killers y Latin Kings) incide en los altos niveles de violencia.
Se trata de organizaciones enfrentadas desde que eran pandillas en los años 90 (Chone Killers se desprenden de Los Ñetas), que se han aprovechado de una de las poblaciones más jóvenes (y empobrecidas) del país.
La más reciente y encarnizada disputa criminal entre las dos organizaciones se desató a mediados de 2023, cuando se rompió un acuerdo entre los grupos, según la Policía.
Pero Renato Rivera, director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), apunta que la ciudad ha vivido desde 2021 con sucesivos estados de excepción.
Durán sirve como un punto de almacenamiento de cocaína que luego se envía a los puertos de Guayaquil. Funcionó tradicionalmente como una gran bodega para el tráfico de drogas, lo que genera disputas.
“Pero las dinámicas de Durán no corresponden tanto a las de grupos más grandes como Los Lobos, Tiguerones o Los Choneros, sino a organizaciones pequeñas y que tienen una lógica más de microtráfico y sicariato”, señala Rivera.
Además, la militarización no necesariamente reduce la violencia, subraya el experto en economía del crimen organizado, pues entran en juego variables del entorno criminal.
En Durán tienen que ver también con un arraigado negocio de tráfico de drogas a pequeña escala que se potenció tras la pandemia de Covid-19, cuando las organizaciones se aprovecharon de un vacío de poder en las calles, anota el director de OECO.
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