Los vecinos de La Gasca sienten que se ha hecho poco por evitar una nueva tragedia
A las 13:00 del 2 de abril de 2024, la quebrada El Tejado se desbordó luego de las fuertes lluvias que soportó Quito los días previos.
Dos personas en medio del agua y escombros que dejó el aluvión en La Gasca, en el norte de Quito, el 2 de abril de 2024.
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Lo que se vio la tarde del 2 de abril de 2024 tras el aluvión en el barrio de La Gasca evocó irremediablemente la tragedia del 31 de enero de 2022, que causó 28 muertes. Dos años y dos eventos naturales que se pudieron evitar, pero se repitieron, aunque a menor escala.
A las 13:00 del 2 de abril de 2024, la quebrada El Tejado se desbordó luego de las fuertes lluvias que soportó Quito los días previos. Esta vez, el aluvión solo provocó una muerte y eso fue una importante diferencia, aunque los motivos hayan sido parecidos.
Pero eso poco importa en la psiquis de los vecinos de La Gasca y La Comuna, que sienten que viven en riesgo latente y que las autoridades no han hecho lo suficiente para garantizar su seguridad.
Karina Vela cuenta que a las 10:30 del 2 de abril llamó al 911 para alertar sobre acumulación de agua en la parte alta de la quebrada. "Pensé que el agua se nos venía como hace dos años. Fueron momentos desesperantes".
Vela reclama que los organismos de socorro atendieron la emergencia solo cuando el agua, lodo y escombros empezaron a descender a gran velocidad por las calles del sector, alrededor de las 13:00.
Poco después llegó el alcalde Pabel Muñoz, para evaluar los daños junto a funcionarios del Cuerpo de Bomberos, la Empresa de Agua Potable y otras entidades.
Según Muñoz, la única víctima fue un motociclista que falleció tras ser arrastrado por el agua y golpear contra el muro de la vivienda, donde vive Leda Aparecida dos Reis desde hace 10 años.
"Es lamentable que las autoridades no hayan hecho nada para evitar que se repita algo que ocurrió hace apenas dos años", dice la mujer. Insiste en que "el Municipio debe dar un real mantenimiento a las quebradas del sector para evitar otra desgracia".
Aunque, según el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Quito, el aluvión fue menor que en 2022 gracias a que hace pocas semanas se intervino en la quebrada en mención y eso permitió que el suceso no se convierta en una tragedia.
Se despierta la solidaridad
El frío y la lluvia que no dieron tregua durante toda la tarde y noche no impidieron que el espíritu de solidaridad se haga presente otra vez entre los moradores de La Gasca.
Con palas, escobas, baldes y carretillas salieron a las calles para limpiar los escombros y ayudar a quienes sufrieron mayores afectaciones.
Andrés Estévez vive en la calle José Berrutieta, y su casa fue una de las más golpeadas por el agua y el lodo. La puerta y el muro de su casa estuvieron a punto de colapsar por la fuerza del agua que ingresó hasta el patio.
"En dos años hemos tenido dos desgracias parecidas y muchas pérdidas. ¿Quién responde por esto?", se pregunta.
Compartir: