Quito: El Metro marca el inicio de la transformación de la movilidad
El transporte público de Quito sufrirá cambios significativos en 2024, advierte el Municipio. El objetivo es que el Metro se convierta en el actor prinicipal de este servicio.
Uno de los trenes del Metro de Quito durante la inauguración del sistema el 1 de diciembre de 2023.
Jonathan Machado / Primicias
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El inicio de la operación del Metro de Quito es solo el primer paso de un ambicioso plan con que el Municipio apunta a cambiar la movilidad de la capital.
El secretario de Movilidad, Álex Pérez, asegura que "2024 será el año de la transformación del transporte público de la ciudad".
Esto se logrará, explica, si el Metro se convierte en la columna vertebral del sistema de movilidad en el que confluyan los demás subsistemas: Trolebús, Ecovía, buses alimentadores y buses urbanos.
Actualmente, en la ciudad funcionan 2.981 buses, entre urbanos y alimentadores, que cubren el 95% de la demanda con 259 rutas.
Se suman los 18 trenes del Metro, los 202 articulados del Trolebús y Ecovía, y los 65 del Corredor Central Norte.
El experto en urbanismo, Álvaro Orbea, asegura que, si bien el Metro será un importante actor para mejorar los tiempos de viaje de la ciudadanía, no solucionará los problemas de movilidad.
"El Metro no va a resolver los problemas del tráfico. Lo que se requiere es una transformación del sistema de movilidad que priorice las necesidades de la mayoría de las personas", señala.
Una tarea difícil, sostiene, pues el presupuesto de todo el Municipio para 2024 es de apenas USD 550 millones para proyectos e inversión.
Primeros cambios
Álex Pérez, secretario de Movilidad, concuerda con Orbea en que el Metro es solo una pieza del sistema de movilidad.
Por eso, adelanta que en el primer semestre de 2024 se implementarán los primeros cambios estructurales a la actual forma en la que se movilizan los quiteños.
Se refiere a la implementación de nuevas rutas por las que circularán los buses urbanos y a la creación de la denominada caja común.
"Los recorridos por los que circulan los buses van a cambiar. Esto no significa que los sectores que cuentan con el servicio dejarán de recibirlo. Lo que haremos es optimizar las rutas", explica.
Y agrega que las cooperativas de transporte también utilizarán la caja común. Se trata de un mecanismo al que llegará el dinero recaudado por las operadoras y que será repartido de acuerdo a los kilómetros que hayan recorrido las unidades y a la calidad del servicio.
"Esto permitirá que los usuarios viajen en un mejor ambiente, pues los conductores de las unidades no van a pelearse por los pasajeros, sino que se concentrarán en cumplir la ruta y los tiempos establecidos", explica.
Pérez aspira a que el nuevo sistema de rutas funcione en su totalidad hasta diciembre de 2024, al igual que la caja común.
Menos autos privados
Otro de los objetivos del plan que maneja el Municipio para 2024 es la reducción del número de autos en las vías.
¿Cómo hacerlo? El alcalde Pabel Muñoz insiste en que en este punto el Metro juega un papel importante, pues si las personas reciben un buen servicio es posible que dejen sus autos guardados.
Además, la Secretaría de Movilidad implementará carriles exclusivos para buses, aunque todavía no se han identificado las vías. Sin embargo, el secretario de Movilidad, Álex Pérez, adelanta que la Autopista General Rumiñahui, la avenida Occidental y la avenida de los Shyris son algunas de las candidatas.
"Con estas medidas queremos incentivar a la ciudadanía a utilizar el transporte público", dice Pérez.
Mientras la Alcaldía decide las vías que tendrán carriles exclusivos, también espera los resultados de la consultoría que determinará posibles cambios en el sistema pico y placa.
Pérez prefiere no adelantar el futuro de la medida, aunque dice que "puede desaparecer o modificarse en cuanto a los horarios y número de placas".
Esta decisión se conocería a finales de 2023 o en los primeros meses de 2024.
Eso no es todo. La actual administración municipal también tiene previsto implementar peajes urbanos en zonas conflictivas de la ciudad.
Uno de los sectores sería el Centro Histórico de Quito, donde el tráfico es insoportable durante la mayor parte del día.
Álvaro Orbea, urbanista, agrega que la extensión de la Línea 1 del Metro hasta Calderón, que consta dentro de los planes municipales, "sería un motor real de cambios al sistema de movilidad porque achicaría la ciudad a los sectores más lejanos de norte y sur de Quito".
Si la iniciativa se concreta, el Metro movilizaría a más de 400.000 pasajeros cada día y cumpliría el objetivo con el que fue construido.
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