Quito está vacío e inusualmente calmado tras una jornada de violencia y temor

Calles semivacías, negocios cerrados y pocas personas en las calles fue el panorama que vivió Quito la mañana del 10 de enero de 2024, tras una jornada de atentados, explosiones, rumores y miedo ciudadano de la víspera.

El ruido de buses, motocicletas y negocios que normalmente se escucha desde temprano desapareció casi en su totalidad. Pocos autos circulaban por las vías más transitadas de la ciudad y los buses iban casi vacíos la mañana del miércoles.

Los atentados y eventos ocurridos entre el 8 y 9 de enero de 2024 fueron calificados como actos terroristas. Por lo que presidente Daniel Noboa firmó un decreto en el que reconoce que Ecuador sufre un conflicto armado interno, por lo que ordenó la presencia de militares en las calles.

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El escaso movimiento que ocurre en la ciudad se debe también a que el Ministerio de Educación suspendió temporalmente las clases presenciales y que muchas instituciones y empresas optaron por el teletrabajo.

En un recorrido que hizo PRIMICIAS se pudo observar que avenidas como la Velasco Ibarra (conocida como Oriental), Shyris, 6 de Diciembre, 10 de Agosto y 12 de Octubre lucieron casi vacías y sin las largas filas de vehículos que se forman a diario y a toda hora.

En estas vías no hubo una gran presencia militar ni policial, pero sí se observó a agentes de tránsito, cuya presencia parecía no ser necesaria, pues la poca carga vehicular no provocó los habituales trancones.

El temor a un nuevo repunte de violencia también impactó en el comercio de la ciudad. Algunos propietarios de negocios decidieron no atender al público y otros lo hicieron con sus puertas semiabiertas, como medida de seguridad.

"Vamos a abrir, pero no hasta las 20:00 como siempre, sino hasta las 17:00", dijo el dueño de un restaurante que prefirió no decir su nombre.

El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, aseguró que el Comité de Operaciones de Emergencia cantonal se mantendrá activo para evaluar constantemente la situación de la ciudad.

Transporte con baja demanda

Las unidades de transporte público también estuvieron vacías, durante la mañana del 10 de enero de 2024.

El gerente del Metro de Quito, Víctor Hugo Villacrés, confirmó que la demanda de este sistema de transporte apenas llegó al 30% con relación a los días con mayor afluencia de usuarios.

Este porcentaje fue aún más bajo en los buses urbanos, que en muchos casos movilizaban a uno o dos pasajeros. "Si sigue así, me voy a casa para no gastar combustible", se lamentó Luis Suntaxi, conductor de un bus que recorre la ruta entre Guamaní y la Universidad Central.

Un criterio similar expresó David Vallejo, propietario de un taxi que a las 09:00 esperaba clientes en el sector de El Trébol, en el centro de la ciudad. "A esta hora no suele haber unidades por la alta demanda. Pero estamos casi todos porque la ciudad está vacía".

El Municipio de Quito insistió en que el transporte público funcionará normalmente durante el estado de excepción. Sin embargo, aclaró que el Metro de Quito no operará hasta las 23:00, sino hasta las 22:00.

Centro Histórico funciona a medias

El Centro Histórico de Quito fue uno de los lugares con mayor afluencia de personas, aunque igual recibió una cantidad reducida de visitantes.

Si bien la mayoría de negocios atendió al público, sus propietarios coincidieron en que "la cantidad de clientes no es la misma de los días normales". Calles como la Chile y la Sucre, que en un día normal están abarrotadas de personas y comerciantes informales, estaban casi vacías.

En este sector de la ciudad sí hubo un alto número de policías y militares. Sobre todo en los alrededores de la Plaza Grande, que amaneció con vallas de seguridad para impedir el paso de cualquier persona hasta el Palacio de Carondelet.

Militares que se encontraban en el lugar dijeron que los operativos de seguridad se mantendrán en la ciudad mientras rija el estado de excepción decretado por el presidente Noboa, el 8 de enero de 2024.