El Metro se lleva el 30% de los usuarios de buses urbanos
Antes de la pandemia de Covid-19, el número de usuarios por bus bordeaba los 950 al día, hoy con el ingreso del Metro de Quito, la cifra fluctúa entre 560 y 600, según los transportistas.
Personas se suben a un bus de transporte urbano de Quito, el 22 de diciembre de 2021.
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En tres meses de funcionamiento del Metro de Quito, la preferencia de los viajeros por este medio de transporte sigue al alza y, por ahora, se calcula que se ha llevado a un 30% de los usuarios de los buses urbanos de administración privada.
Actualmente en todo el Distrito Metropolitano de Quito circulan unos 3.100 buses, que brindas su servicio en la zona urbana e interparroquial.
En diciembre de 2023, el Metro recibió al 37% de ciudadanos que usaban el bus de servicio público; a un 19% de quienes usaban el Trolebús; el 13% de usuarios de autos privados y un 10% de usuarios del sistema Ecovía.
En enero de 2024, el 29% de los usuarios del Trolebús, prefirieron el Metro, el 29% que usaban los buses se fueron al transporte subterráneo, el 17% de los usuarios de autos particulares y el 15% de los usuarios de la Ecovía, cambiaron al Metro.
En diciembre y en enero de los usuarios habituales de taxis se decantaron por el Metro.
Debido a esta pérdida de usuarios, el sector de la transportación cree que es el momento para renovarse y no seguir perdiendo pasajeros. "La caída ha sido entre el 25% y 30%", según Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte de Quito.
Antes de la pandemia, el número de usuarios por bus bordeaba los 950 al día, hoy con el ingreso del Metro de Quito, la cifra fluctúa entre 560 y 600.
Por eso, los transportistas presentaron -a mediados de febrero de 2024- una propuesta para montar en los buses nuevos sistemas de recaudo. "Es una solución tecnológica que permitirá, como en el Metro, leer tarjetas para el pago de pasajes", dice Yánez.
El costo para implementar este sistema se estima en USD 7.000 por bus, lo que incluye un software y cámaras de videovigilancia. "En una primera etapa se instalaría en 500 buses, pero por el momento se analiza la sostenibilidad financiera".
La otra opción es la renovación de buses de servicio público. Es decir, reemplazarlos con flotas eléctricas, aunque Yánez, ve algunos inconvenientes "por el costo que requiere la renovación" y porque eso "les obligaría a pensar en un incremento del pasaje".
Además, "se necesitará un subsidio para que se genere una tarifa justa", dice.
Por ello, el dirigente propone iniciar, de la mano del Municipio, una discusión sobre la Ley de Competitividad Energética que permite el leasing (arrendamiento) de buses. Mecanismo que para los transportistas es "una muy buena opción", ya que para comprar un bus de combustión se requiere alrededor de USD 100.000 y un bus eléctrico es mucho más caro.
Según la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (AEDE), en 2021 en el país se vendieron apenas dos buses eléctricos, otro en 2022 y dos más en 2023. Este año no hay registro de venta de buses eléctricos.
Los transportistas proponen también revivir la discusión de dos propuestas presentadas a la alcaldía de Jorge Yunda, en el 2019, para la renovación de la flota de buses.
La primera busca cambiar 107 unidades por articulados eléctricos que cubrirían 18 kilómetros desde el eje Guamaní (sur) hasta la Río Coca (norte).
La segunda propuesta plantea una renovación de 310 buses por alimentadores eléctricos para cubrir las estaciones de la Empresa de Pasajeros desde Guamaní (sur) hasta Carcelén (norte).
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