El Metro de Quito consume tanta energía como Tumbaco y no como Riobamba, como dice el alcalde
El operador del Metro de Quito y las autoridades de la ciudad dicen que el sistema requiere la misma cantidad de energía eléctrica que utiliza una ciudad como Riobamba, pero la Empresa Eléctrica Quito asegura que es mucho menos.
Foto referencial de una estación del Metro de Quito.
Empresa Pública Metro de Quito
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El apagón general que sufrió Ecuador, la tarde del 19 de junio de 2024, provocó lo impensado: la paralización del Metro de Quito, por más de tres horas, por falta de energía eléctrica.
Las autoridades capitalinas y el operador del sistema han explicado que el Metro tiene la capacidad para operar con dos de las cuatro subestaciones que alimentan sus 22,5 kilómetros de recorrido. El problema fue que ese día dejaron de funcionar las 53 subestaciones que tiene la Empresa Eléctrica Quito.
A partir de ese apagón surgieron preguntas sobre las necesidades de energía del Metro y las razones por las que no cuenta con un sistema propio de abastecimiento.
Oficialmente, el operador del Metro, el consorcio Metro Medellín - Transdev, ha dicho que el sistema necesita 80 megavatios de potencia al día. Según ellos, una cantidad similar a la que requeriría una ciudad como Riobamba, capital de Chimborazo, en el centro del país.
Esta premisa ha sido repetida varias veces por el operador y fue ratificada por el alcalde, Pabel Muñoz. El 24 de junio, durante su informe semanal, dijo textualmente: "El Metro de Quito, en un día de funcionamiento, consume tanta luz como la ciudad de Riobamba".
Según el funcionario, si el Metro tuviera su propia central hidroeléctrica, "el pasaje costaría USD 100".
Pero, eso no es correcto. La Empresa Eléctrica Quito maneja sus propias cifras y asegura que este sistema de transporte no ha requerido más de 14 megavatios de potencia, en sus primeros siete meses de operación.
"En marzo tuvieron un pico de 14 megavatios, pero los últimos meses fueron entre nueve y 10 megavatios", detalló ante una consulta realizada por PRIMICIAS. Esto significa que el Metro necesita ocho veces menos potencia que lo dicen sus cifras.
O dicho de otra forma —para hacer un simil como el que usa el alcalde— el sistema necesita una cantidad similar de electricidad a la que requieren cantones como Salcedo o Pujilí (Cotopaxi) o como la parroquia Tumbaco, al noriente de Quito, considerando su consumo per cápita.
PRIMICIAS solicitó la versión del operador del Metro de Quito sobre las cifras entregadas por la Empresa Eléctrica Quito, pero hasta las 16:30 del 3 de julio no obtuvo respuesta.
Tres soluciones para el Metro de Quito
Expertos en energía eléctrica consultados por PRIMICIAS cuestionan las cifras entregadas por el operador del Metro de Quito sobre los megavatios de potencia que dicen requerir para su operación.
Gabriel Secaira, consultor de la Comisión para el Metro de Quito del Colegio de Ingenieros Civiles, sostiene que "el alcade (Pabel Muñoz) está completamente equivocado sobre las cifras de energía eléctrica que utiliza el Metro".
Y explica que hay estudios que muestran que el Metro requería un máximo de 30 megavatios de potencia cuando opere a su máxima capacidad. Es decir, con sus 18 trenes movilizando a 400.000 pasajeros, mientras funcionan todas sus escaleras eléctricas, ascensores y demás sistemas.
En esto coincide un ex alto funcionario municipal y experto energético, quien pidió la reserva de su nombre.
"El Metro no puede utilizar 80 megavatios de potencia bajo ninguna circunstancia".
Los dos concuerdan en que el Metro tiene, al menos, tres opciones para no depender del sistema nacional de electricidad:
- Firmar un contrato con la Empresa de Agua Potable de Quito (Epmaps) para la provisión exclusiva de energía, a través de sus plantas.
- Concretar acuerdos con hidroeléctricas privadas para comprar electricidad.
- Construir una planta propia, de acuerdo a la capacidad económica del Metro.
¿Por qué un contrato con la Empresa de Agua Potable? El exfuncionario municipal sostiene que el Metro y la Epmaps llegaron a un convenio en 2020 con este propósito.
"La Epmaps tiene un excedente en la producción de electricidad, pero hay desidia por parte del Metro. No hay interés en concretar el convenio", asegura.
Cree que la razón por la que esta iniciativa sigue estancada tiene que ver con los constantes cambios de gerentes: diez desde que nació la Empresa Metro de Quito, en 2012.
Secaira coincide en que la firma del convenio entre el Metro y la Epmaps es la mejor opción, pues "se trata de empresas municipales, donde el Alcalde tiene la palabra".
Con relación a la segunda alternativa —acuerdos con hidroeléctricas privadas—, Secaira cree que es posible, siempre que se llegue a un acuerdo sobre el costo de cada megavatio.
"Hay pequeñas hidroeléctricas que generan entre dos y cinco megavatios que pueden vender energía al Metro para que no sea vulnerable ante la crisis eléctrica".
Gabriel Secaira
Lo que está claro para los dos expertos es que la construcción de una hidroeléctrica dedicada al sistema es la opción menos viable porque "el Metro tiene otro giro de negocio", explica Secaira.
Aunque el exfuncionario municipal matiza que el Metro "podría construir una pequeña planta de ocho o 10 megavatios, lo que costaría unos USD 10 millones para tener cierta autosustentabilidad energética".
Mientras tanto, el Metro de Quito advierte que su servicio puede sufrir una paralización similar a la del 19 de junio si se produce otro apagón masivo.
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